Primero en época de campaña prometés cualquier cosa, y hacés anuncios de planes de obras sensacionales, con proyectos faraónicos; sin decir claro nunca cuando los vas a empezar, y cuando los vas a terminar.
Encima algunos de esos proyectos -como es el caso de la ampliación de la Ruta 1- venían del gobierno anterior, los paralizaste sin decir por qué, supuestamente para hacerlos mejor.
Y después salta la verdad: los diarios ya no te protegen (cobraron las boletas que imprimieron), revelan que la obra costará cuatro veces más que al principio, y que nadie sabe decir cuando la licitarán, no hablemos ya de cuanto la empezarán o terminarán.
Para entonces no te importa, porque te votaron y podés seguir haciendo lo mismo, otros cuatro años.
No es tan difícil gente, es cuestión de prestar atención para entender como funciona la cosa.
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