SALA DE OPERACIONES

 

El clima se vuelve irrespirable a medida que se acercan las elecciones del 14 de agosto: el complejo mediático dominante está desbocado en su afán de limar las chances de Cristina, y actúa como en un movimiento de pinzas perfectamente delineado.

Como sucedió con la instalación del tema Schoklender en su momento o la reestructuración de los torneos de la AFA, ahora pasa con el caso de Zaffaroni.

El contexto ha sido suficientemente explicado acá por Lucas, y acá por Gerardo, y es más que obvio: desprestigiar al juez de la Corte tiende a amedrentarlo personalmente a él pero por sobre todo a sus colegas que deberán fallar la causa de la ley de medios que involucra a Clarín; al mismo tiempo que se sigue erosionando el capital político del kirchnerismo en uno de los símbolos más importantes del proceso de transformaciones iniciado en el 2003, como fue la renovación del máximo tribunal de la Náción.

Hoy se suma a la operación La Nación, con un recurso periodístico utilizado hasta el cansancio en estos años de guerra permanente contra el kirchnerismo: después de que la basura informativa es lanzada por medios que tienen menos prestigio (en realidad no tienen ninguno), como el pasquín Libre, el tema es tomado por los presuntamente más serios.

Si leen la columna, es una muestra esplendente de periodismo militante en operaciones: ninguna fuente verificable ("un funcionario cercano al primer círculo presidencial", "varios ministros", "un miembro del entorno presidencial", "funcionarios cercanos a la primera mandataria", "algunos sectores del Gobierno"), juicios contundentes sin ningún respaldo en evidencia concreta que inducen al lector a una sola conclusión posible ("varios ministros quisieran que Zaffaroni renuncie",  "La identificación de Zaffaroni con la Casa Rosada es inevitable", "como jurista, diseña una reforma de la Constitución para instituir un sistema parlamentario que le permita soñar a Cristina Kirchner, de triunfar en las elecciones de octubre próximo, en otra reelección en 2015"). Maravilloso.

Y no es esta la única operación en despliegue, ni será la última: Clarín vuelve a mentir descaradamente con el tema de los subsidios a la luz y el gas y los aumentos de tarifas; lo que no le impedirá en su suplemento económico despotricar contra esos mismos subsidios.

Claro, total, ¿quién va a leer el artículo para ver que no hay aumentos sino que baja el subsidio propio del período invernal, o que hay recargos para el que más consume?, lo importante ya está dicho en el título.

Y no podía faltar en la sala de operaciones Infobae, que lo suma como columnista a Mauricio Macri.  

Acá la opereta viene por el lado de las internas en sí: como hay encuestas (vaya uno a saber quien las hizo, cómo y donde) que dicen que iría a votar apenas un 55 % del electorado, el regente del pelotero PRO dice que él mismo no sabe si va a ir a votar, o si se irá de vacaciones; su ocupación favorita.

Y la remata diciendo que en esas condiciones (baja participación electoral, que él mismo está alentando anunciando que se va de vacaciones) el resultado del 14 de agosto no servirá como medida para evaluar que puede pasar en las elecciones generales.

O sea: si gana Cristina por un amplio margen, al día siguiente saldrán a decir que toda la gente que no fue a votar, votará en contra de ella el 23 de octubre, y votará al candidato opositor más votado, y por ende habrá balotaje; que obviamente Cristina perderá.

Habrá que armarse de paciencia porque esto seguirá igual hasta el 14 y con toda seguridad peor aún, si Cristina se impone ese día.

Hay que empezar a buscarle la vuelta para hablar de lo que está en juego en las elecciones, y no de lo que ellos quieren que hablemos; y hacer el esfuerzo por no caer adentro del quirófano, en el medio de la sala de operaciones.