La inversión en obra pública del gobierno nacional (en forma directa y transfiriendo recursos para ello a las provincias y municipios) ha sido, sin dudas, uno de los pilares del crecimiento económico ininterrumpido producido desde 2003; al mismo tiempo que ha posibilitado la concreción de grandes obras de infraestructura largamente postergadas.
Obras que van desde las vinculadas la generación y transmisión de energía, o la expansión y mejoramiento de la red vial (que contribuyen de modo decisivo a generar la competitividad de la economía), hasta las que tienden a mejorar la infraestructura social básica (como las más de mil escuelas construidas desde entonces), o resolver necesidades básicas insatisfechas de vastos sectores de la sociedad argentina, como los planes de vivienda o la expansión de los servicios de agua potable y saneamiento.
En la provincia de Santa Fe, gobernada desde diciembre del 2007 por el Frente Progresista Cívico y Social, somos constantemente bombardeados por una abrumadora propaganda cuya expresión máxima ha sido el ya famoso slogan "600 obras, y vamos por más"; a partir de la cual se nos pretende convencer de que la administración de Hermes Binner iguala -y hasta supera- al gobierno de Cristina en concretar obras públicas a lo largo y a lo ancho de la bota, y que supera todo lo conocido en la materia hasta aquí en nuestra provincia.
Muchos tenemos la percepción de que la propaganda excede con creces a la realidad concreta, y que muchas obras quedan solo en los anuncios o las maquetas; cuando no se atribuye el gobierno provincial obras que, en realidad, ha construido o financiado la Nación.
Comenzamos a partir de esta entrada una serie de análisis para poner en números y ejemplos concretos esta percepción, basándonos para ello en las propias cifras oficiales que se pueden consultar en la página web del gobierno provincial.
En esta primera aproximación al tema, vamos a señalar algunos indicadores respecto del real estado de avance de la obra pública en la provincia, en cuanto la misma está a cargo del gobierno del Frente Progresista.
El primer indicador es el monto invertido por año en dinero en la partida "Construcciones" del Presupuesto provincial, con la que se solventan específicamente las obras públicas. En la siguiente serie se exponen las cifras de los tres últimos años de la gestión de Jorge Obeid, y los tres primeros de Hermes Binner:
2005: $ 659.946.000
2006: $ 1.063.886.000
2007: $ 775.221.000
2008: $ 791.686.000
2009: $ 657.229.000
2010: $ 385.352.000 (*)
Como vemos, los montos nominales de la inversión en obra pública de la provincia vienen decreciendo ininterrumpidamente desde que Binner asumió el gobierno, incluso el correspondiente al año pasado (aunque parcial) es el más bajo de toda la serie considerada, y las cifras del 2009 están por debajo de las invertidas en el 2005, pese a la inflación habida desde entonces.
El segundo indicador evalúa el porcentaje de ejecución efectiva de la partida "Construcciones" respecto a lo previsto en el Presupuesto de cada año (100 % sería ejecutar toda la obra pública programada); lo que permite medir adecuadamente la eficacia de la gestión de gobierno en ese aspecto:
2005: 55,47 %
2006: 75,24 %
2007: 64,09 %
2008: 59,63 %
2009: 46,65 %
2010: 25,99 % (*)
Aquí también la tendencia es constante y los porcentajes de ejecución bajan drásticamente de un año al otro de la gestión del Frente Progresista. El correspondiente al año pasado representa el peor -por lejos- de toda la serie (implica que se gastó sólo uno de cada cuatro pesos asignado a la obra pública); y no es probable que se haya revertido significativamente en el último trimestre por las razones que expondremos al analizar el siguiente indicador.
El tercer indicador evalúa el porcentaje de lo gastado en "Construcciones" sobre el total de los gastos del Estado provincial (o sea, de cada 100 pesos gastados, cuantos fueron invertidos en obra pública). De este modo -y en el marco de un proceso de constante crecimiento del gasto público nominal- se puede medir la calidad de ése gasto, aunque éste no sea el único indicador útil a esos fines:
2005: 11,70 %
2006: 14,33 %
2007: 8,08 %
2008: 5,82 %
2009: 3,93 %
2010: 3,00 % (*)
Como se ve, los porcentajes de participación relativa de la inversión en obras sobre el conjunto del gasto provincial son cada año menores, con bruscas caídas ininterrumpidas dentro de la gestión del Frente Progresista, son entre una y media y cuatro veces peores que los del gobierno de Obeid; al punto que el mejor año de Binner en la materia (2008) es porcentualmente una tercera parte menos que el peor de Obeid (2007).
Las cifras finales del 2010 pueden incluso ser peores, por cuanto a partir del mes de octubre se acordaron las nuevas políticas salariales para los agentes estatales, y la Legislatura autorizó al Poder Ejecutivo a transferir partidas de Gastos de Capital (entre las cuales se encuentra "Construcciones") a Gastos Corrientes, para poder pagar las nuevas escalas salariales.
Pero tanto como abruma la propaganda oficial respecto a las obras supuestamente concretadas, aturde la cantinela de la discriminación que padecería la provincia por parte del gobierno nacional en la asignación de fondos, y por eso el cuarto y último indicador está vinculado a ese aspecto.
En ese sentido, corresponde exponer el porcentaje que representaron las Transferencias de Capital del Estado nacional a la provincia (partidas afectadas específicamente a obra pública y que no pueden udsarse a esos fines), sobre el conjunto de la inversión pública de ésta, en particular a partir del 2009, cuando por éste decreto de Cristina se creó el denominado Fondo Federal Solidario, conformado con el 30 % del producido de las retenciones a las exportaciones de soja, que se coparticipa a las provincias y -por intermedio de éstas- a los municipios y comunas, para la financiación de obras públicas.
En el año 2009 (en plena crisis internacional y con elecciones legislativas a mitad de año), las Transferencias de Capital de la Nación a la provincia sumaron $ 904.633.000, equivalente a un 137,64 % de la obra pública ejecutada por Santa Fe ese año. El año pasado (al menos hasta que la información está disponible como se aclaró) representaron el 136,30 % de la obra pública ejecutada por la provincia, es decir que la tendencia tiende a ser constante.
¿Qué implica ésto?: que lejos de discriminar a Santa Fe, los fondos aportados por la Nación para que la provincia ejecute obras públicas (es decir sin contar las que encaró directamente la Nación, como el Acueducto Centro Oeste, o la Autopista Rosario-Córdoba) superan la que ésta efectivamente ejecuta.
Dicho de otro modo: dinero fresco y disponible, sub utilizado; otro claro indicador de ineficacia de la gestión de gobierno.
En futuras entradas continuaremos con el tema, analizando la evolución de obras concretas (algunas ampliamente propagandizadas por el gobierno provincial) durante estos algo más de tres años de gestión del Frente Progresista; para ver en que medida se reflejan en ellas las tendencias generales que aquí se describen.
(*) La información analítica de la ejecución presupuestaria del año 2010 exigida por la Ley Nacional de Responsabilidad Fiscal 25.917 está disponible sólo hasta el 30 de septiembre.
6 comentarios:
estos tipos no tienen cara... como lo que muestran es todo virtual en cualquier momento se les escapa una foto del casamiento parados con la torta, entre las fotos nuevas de las maquetas.
Ahora que lo pensamos, la de blanco que está parada al lado de Binner es la mujer (funcionaria del gobierno en Obras Públicas), nosotro pensábamos que miran la maqueta del Puerto de la Música; pero resulta entonces que era la torta de casamiento.
Mirá,las obras no sé si las harán,pero la torta está buenísima.
¿Las tortas las hace la mujer de Binner? ¿me pueden conseguir el teléfono?
El de la izquierda de la foto es Baraguirre, el Fiscal de Estado, explicandole a los novios que se tiene que ir antes y que quiere probar la torta.
No anónimo, no es el Fiscal de Estado el de la izquierda, Barraguirre está en la foto pero no alcanza a salir: está abajo de la mesa (parado, eh) comiendo los sanguchitos.
Insisto. El de la foto en el casamiento es Barraguirre (sin afeitarse). No que no alcanzo a ver es si está arriba de una silla.
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