LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

viernes, 7 de septiembre de 2012

LOS CHASQUIS SE TERMINARON CON LA REVOLUCIÓN DE MAYO


Con motivo de inaugurar por teleconferencia obras en Santa Fe (de ésas que el socialismo dice que no existen) Cristina hizo las aclaraciones que figuran en la imagen que encabeza el post; y acá en Infobae pueden acceder al video donde le pone un par de cosas en claro a Bonfatti, y a algunos dirigentes del peronismo santafesino.

Sobre todo a los que estuvieron todos estos días yendo y viniendo a Buenos Aires, o pusieron los celulares al rojo vivo tratando de llevar agua para su molino, con el argumento de que tenían la precisa sobre el pensamiento de Cristina respecto a que hacer con la reforma tributaria propuesta por el Ejecutivo provincial, en la discusión en la Cámara de Diputados.

Ojo: es muy probable que algún (o algunos) funcionario del gobierno nacional les haya habilitado la idea autoerigiéndose en intérprete del pensamiento presidencial; como si Cristina necesitara intérpretes.

Porque como si faltaran problemas en la auténtica bolsa de gatos que es el PJ provincial, nunca faltan "operadores" nacionales que creen que 20 años de quilombos se arreglan desde Buenos Aires, por teléfono, y metiendo cuchara en una interna de por sí complicada: con esa política (más las cagadas propias, no les restemos méritos) así nos fue en la provincia en las elecciones del 2007 y el 2011.

Por eso las aclaraciones de Cristina son muy importantes porque ponen las cosas en su lugar, que es ni más que pedir que en el PJ santafesino se pongan los pantalones largos y coloquen al peronismo provincial -de una vez por todas- en línea con la impronta política del proceso que conduce al país desde el 2003, y si no, que algunos dejen de llamarse kirchneristas.

Y de paso Cristina le paró el carro a la estrategia de victimización del socialismo, que le echa la culpa de todo al gobierno nacional.

Porque si bien es cierto que el tratamiento de la reforma tributaria provincial en Diputados fracasó por el despelote interno del peronismo (que impidió unificar posturas sobre que votar en definitiva), no lo es menos que los primeros problemas y fracturas sobre el asunto estuvieron dentro del Frente Progresista.   

Como que cuando el proyecto aterrizó en el Senado, fueron los radicales los primeros que lo cruzaron, con el argumento de que el revalúo de los campos para el inmobiliario rural iba a terminar beneficiando más a la Nación que a la provincia, porque los agrogarcas pasarían a pagar más de Bienes Personales y Ganancia Mínima Presunta; y con la queja de que el socialismo no los consultó sobre la reforma, y los puso ante el hecho consumado.

Lo que no implica desconocer que ayer la sesión terminó fracasando por las disidencias internas del peronismo, que las tendrán que resolver (de una buena vez y para siempre) sus propios dirigentes; ¿o eso también lo va a tener que arreglar Cristina?

Estas nos parecen hoy a nosotros las definiciones políticas más relevantes, y ni siquiera podemos arriesgar una opinión sobre una reforma que no se sabe como saldrá, porque cuando parecía que se encaminaba hacia algo mejor que el engendro que votó el Senado (recogiendo incluso algunas de las propuestas del Movimiento Evita que ponderamos acá), todo volvió a fojas cero.

Redondeamos con tres reflexiones: 

La primera es que Cristina le enrostró también a Bonfatti su falta de coherencia en reclamar federalismo fuera de la provincia y en su trato con el gobierno nacional mientras no lo practica puertas adentro, concentrando obras y recursos en Santa Fe y Rosario en desmedro de los pueblos y ciudades del interior (dijo haber escuchado quejas de los intendentes y presidentes comunales al respecto): casi se diría que lee Nestornautas, vean

La segunda, que le pidió reciprocidad: si al menos un sector del PJ le vota la reforma tributaria, que los legisladores del socialismo acompañen en el Congreso nacional las iniciativas del gobierno nacional: teléfono para Binner y su cambalache de Pymes progresistas, léase FAP.

La otra es que lo más curioso de todo ésto es que, al parecer, los más activos en tender líneas de contacto con los despachos de la Rosada para lograr un dedo presidencial que marcara el camino (siempre que fuera el que ellos quieren seguir, claro) a los legisladores del PJ a la hora de votar la reforma tributaria, no son justamente los que más se destacan por ponerse primeros en la línea de fuego en defensa del gobierno nacional y de la propia Cristina; cuando desde el gobierno provincial y la dirigencia del socialismo y la UCR le tiran con munición pesada prácticamente a diario.

Un kirchnerismo de ocasión, que le dicen.   

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