LA FRASE

"QUE DESDE LA VICEPRESIDENCIA SE SOSTENGA UNA AGENDA QUE NO SEA LA DEL GOBIERNO ES ALGO QUE NUNCA SE HA VISTO." (JULIO COBOS)

sábado, 21 de febrero de 2015

¡UNA MÁS, Y NO JODEMOS MÁS!


En realidad no, nunca tendrán basta; ni los jueces, ni Clarín. Porque la idea es que, si finalmente hay elecciones (como las habrá, porque el gobierno las va a garantizar), la campaña transcurra todo el tiempo por los tribunales.

Así -en un canje de favores- la oposición se ahorra el trabajo de exponer que propone hacer con el país si llegara a ser gobierno, los jueces aparecen "respondiendo a la demanda de justicia de "lagente"", Clarín conserva sus negocios, y el gobierno tiene que atajar todo el tiempo pelotazos judiciales; en lugar de dedicarse a gobernar.

O al menos, eso es lo que suponen ellos.

Este nuevo mamarracho de estos jueces alquilados por el multimedios se inscribe en la ofensiva final del aparato mediático y judicial contra el gobierno; y al igual que los casos analizados acá, capitaliza el envión de la marcha del 18F, de un modo bastante obsceno.

12 carillas, de las que serán útiles 3 con suerte, con argumentos inverosímiles (como que el trámite fue demasiado rápido), para resolver una cautelar que nunca debió haberse otorgado, por un fuero incompetente, que le denegó al Estado el efecto suspensivo de su recurso dando por cierto que Clarín es "un sector social vulnerable", y firmadas por dos jueces (el otro, De Las Carreras, estaba de licencia) con probados vínculos con el multimedios;y que tenían la causa para fallar desde el 15 de enero.

Pero el debate no es jurídico, sino político y sobre el poder; del mismo modo que la ley de medios nunca fue (al menos solamente) una pelea por la democratización de la palabra: es una disputa política, y del más alto nivel. Por el poder mismo.

Entre una corporación mafiosa cuyo CEO parece empeñado en demostrar -con la complicidad de jueces venales- aquello de que "ser presidente es un puesto menor", y el gobierno democrático elegido por el 54 % de los argentinos luego de haber impulsado la ley, con el respaldo de su mayoría legislativa, y con la validez de las cláusulas de desinversión convalidadas nada menos que por la Corte Suprema de Justicia.

Y hablando de Roma: ninguno de estos desaguisados sería posible sin la venia (explícita o implícita) de Lorenzetti y sus muchachos, que -recordemos- se negaron a tratar el per saltum que introdujo la AFSCA, y avocarse a tratar el caso.

Ahora se verán forzados a hacerlo, pero seguramente se sentarán arriba del expediente como acostumbran a hacer, para otear el panorama político y electoral. Recordemos que el propio fallo de la constitucionalidad lo sacaron dos días después de las últimas elecciones legislativas.

Y cuando salió, hicieron lo que nosotros denominamos acá "fulbito para la tribuna" en algunas consideraciones ajenas al caso en sí, quizás preparando el terreno para adoptar otra postura distinta en los pleitos "de segunda generación" derivados de la ley, como por ejemplo éste de la adecuación.

Lo que les permitiría por caso -tras haber dicho que la ley es constitucional- decir que la adecuación forzada no lo es, y que debe permitírsele a Clarín desguazarse bajo sus propios términos.

Cuando se conoció el fallo de la Corte, dijimos en el post citado: "El fallo debería ser festejado no solo por el kirchnerismo, sino por cualquier dirigente político nacional que se precie de medianamente serio; porque si la ley se cumple y el Grupo debe desguazarse, se comenzará a desamartillar aquéllo que Luis D'Elía llamó (proféticamente) una pistola puesta en la cabeza de la democracia.". A los hechos posteriores nos remitimos.

En sentido inverso, muchos empresarios y grupos económicos (incluso algunos que discretamente fueron apartándose de la guerra sin cuartel del Grupo contra el gobierno) empezarán a mirar con simpatía los resultados del despliegue que viene haciendo Magnetto de su poder de influencia sobre los jueces (incluida la Corte); porque sientan un claro precedente de los límites que el poder político no debería cruzar, cuando de afectar ciertos intereses se trata. 

La oposición en tanto -fiel a su obsesión compulsiva por pegarse el helado en la frente- seguramente celebrará esta nueva derrota de la legalidad democrática, creyendo que el fallo al único que daña, es al gobierno de Cristina.

3 comentarios:

Diego dijo...

Gracias, muchachos, por poner tanta claridad entre tanta confusión y desánimo.

Anónimo dijo...

La oposición no existe. Nadie asegura la independencia del multimedio, salvo la honrosa excepción que seria F. Randazzo.

Todos van sumisos y al pie según digan los titulares y los zócalos del multimedios.
Solo se busca un administrador, un gestionador que obedezca a los intereses de los grandes grupos empresarios, rurales y de medios. Por eso esa constante y machacante acentuación de la apolítica, la despolitizacion de los partidos en donde solo una figurita con un sello y muchas horas de exposición mediática se posiciona como lo bueno, o malo según lo amerite la circunstancia.
Clarinizado el Poder Judicial, único poder no democrático con ínfulas de monarquía (su señoría y la transmisión por sangre de los títulos y honores de su majestad la justicia y casi un poder supra constitucional), solo resta la ubicación de los mejor posicionados mediaticamente que defienden los sagrados intereses de la Nación en el Poder Legislativo y el presidente, bueno... Puesto menor, como dijo alguien por ahí....

ClaudioM

Anónimo dijo...

No cabe tudas que estan haciendo tiempo con la esperanza de cambio de signo partidario a partir del 2015, pero deberian tener bien claro que solo el congreso de la nacion puede modificar una ley y ganemos o no la presidencial seguro mantendremos mayoria en la camara.