CUALQUIER CACATÚA SUEÑA CON LA PINTA DE CARLOS GARDEL

Primero lo primero, y tal como es costumbre en este blog, algunas precisiones:

* Tal como pasó con el famoso tema del miedo (que estaba dirigido a los funcionarios del Poder Ejecutivo nacional que están a tiro de decreto presidencial) y con el no menos famoso de los 6 pesos por día para comer (sobre lo que ella nunca dijo absolutamente nada), si empezamos por hacerle decir a Cristina lo que no dijo, no nos vamos a poder entender: la presidenta nunca habló de la coparticipación, como lo señala el título que le pone el diario del Loco Lindo a la nota  .

* De la lectura integral de las palabras de Corral surge que, en realidad, tendría que estar más enojado con Bonfatti que con Cristina, por una simple y sencilla razón: en los criterios para distribuir a las municipalidades y comunas de la provincia de Santa Fe tanto la coparticipación de impuestos nacionales como provinciales, como las transferencias del Fondo de Obras Menores y del Fondo Federal Solidario (fondo soja), nada tiene que ver (ni ahora, ni antes, ni nunca) el Estado nacional: todos esos recursos se distribuyen en base a normas provinciales; de las que tanto Binner como Bonfatti no tocaron una coma, salvo la reglamentación del Fondo de Obras Menores (que no le toca a Santa Fe), y para peor.

Incluso el hecho de que actualmente se distribuya por coparticipación el total de lo recaudado por Ingresos Brutos (algo de lo que se vanagloria el socialismo), viene de la Ley 12814, que es del gobierno de Obeid.

* Corral menciona los criterios de distribución entre los municipios y comunas de los fondos provenientes de la coparticipación de impuestos nacionales (el 8 % del total que recibe Santa Fe va a los municipios, y el 3 % a las comunas), y del impuesto provincial sobre los Ingresos Brutos: ambos están establecidos en las Leyes 7547 y 9595, que son provinciales, y ni Cristina ni el Estado nacional tienen nada que ver con eso, ni lo tuvieron nunca.  

* El planteo que hace Corral sobre la cantidad de dinero que recibe por habitante Santa Fe por año, lo mismo Rosario y el resto de los municipios y comunas (donde habla de promedios, no de casos puntuales) es exactamente el mismo que hace Binner sobre la coparticipación federal: regresivo y conservador, en contra del efecto redistributivo de los impuestos en favor de las regiones, zonas o localidades de menor desarrollo relativo; exactamente igual al de muchos intendentes de las regiones sojeras (como Salomón, el ex candidato a vice de Del Sel) cuando dicen "Chabás (o cualquier otro pueblo) produce tanto de soja, y no vuelve ni el tanto por ciento".

Pero insistimos en el punto: si los criterios del reparto le parecen perjudiciales para Santa Fe, en lugar de agarrárselas con Cristina, tiene que hablar con los senadores y diputados provinciales de la UCR para pedirles que presenten en la Legislatura proyectos para modificar las normas que los establecen. 

* Además de una visión equivocada en términos de integración y desarrollo homogéneo de la provincia, Corral omite dos datos fundamentales, que son los impuestos provinciales que no se reparten de acuerdo a los criterios antes señalados, y que son la Patente Automotor y el Inmobiliario Urbano, que a diferencia del Rural (que es insignificante) sí ha tenido aumentos en los últimos años.

Las municipalidades y comunas reciben el 90 % de lo recaudado por Patente, y el 50 % de lo recaudado por Inmobiliario, y se distribuye en cada municipalidad y comuna de acuerdo a la radicación de los vehículos, la emisión de los impuestos y la población de cada distrito, lo que implica que tanto Santa Fe como Rosario son claramente beneficiadas en ambos casos: hubiera sido bueno que Corral incorporara ambos impuestos a su análisis, a ver como le daban los números de lo que recibe cada distrito, por año y por habitante.

* El Fondo Federal Solidario (fondo soja) es enviado por la Nación a la provincia en forma automática como la coparticipación federal y en base a los mismos criterios, pero la provincia fue la que decidió repartir solo el 30 % de lo que percibe entre los municipios y comunas (por éste decreto de Binner), y ese porcentaje lo reparte entre cada municipio y comuna de la provincia, por los mismos índices de las Leyes 7547 y 9595 que antes mencionamos; de acuerdo con el Decreto 697/09 dictado por Binner. 

* Es verdad que el Fondo del Conurbano no se actualiza desde su creación en 1995, pero también es cierto que para modificarlo se necesita una ley del Congreso (no depende de una decisión de Cristina), y que Santa Fe y Rosario son los únicos grandes aglomerados urbanos del país que reciben recursos todos los años, regularmente, por esa vía. 

* El Fondo de Obras Menores fue creado por la Ley 12385 (2004) para aportar recursos a los municipios y comunas que no reciben partidas del Fondo del Conurbano (como Santa Fe y Rosario), pero no se liquida ni paga de la misma manera; a partir del engorroso sistema creado por Binner mediante el Decreto 1123/08, que viola la ley de creación.

Mientras los recursos del Fondo del Conurbano (30 millones de pesos anuales) se reparten entre Santa Fe y Rosario de una sola vez cada año (cuando se reciben de la Nación), los del Fondo de Obras Menores deberían ser girados automáticamente a los municipios y comunas con la misma periodicidad de la coparticipación (diaria), cada vez que la provincia cobra un impuesto, porque se forma con el 1 % del Cálculo de Recursos de la Administración Central, de acuerdo a la Ley 12744 (2007).

* Sin embargo, de acuerdo al decreto de Binner, los intendentes y presidentes comunales deben presentar proyectos ante la provincia y ésta aprobarlos para recién entonces girarles los fondos; lo que hace que cada proyecto demore no menos de cinco o seis meses en ser aprobado, y el Fondo acumule cada año al cierre del ejercicio niveles de sub ejecución (partidas no invertidas) de más del 50 %; o sea que las obras no se hacen. 

Incluso el gobierno provincial aplica el mismo y engorroso procedimiento para liberar a los municipios y comunas el 50 % de los fondos que pueden utilizar pata gastos corrientes (por ejemplo pagar sueldos o proveedores) de acuerdo a la autorización de la Ley 12984.

* Corral se queja de la discriminación política por parte del gobierno nacional, pero omite un detalle fundamental: en éste blog se ha revelado -con datos precisos y concretos- como procede el gobierno del Frente Progresista a la hora de repartir subsidios por color político de las administraciones municipales y comunales; y si bien es cierto que -por esa vía- la ciudad de Santa Fe nunca recibió un centavo, eso es culpa de los gobiernos de Binner y de Bonfatti, que son los que reparten: nada tiene que ver Cristina.   

* Lo mismo se puede decir respecto a las obras: las dos obras más importantes que está ejecutando la municipalidad en la ciudad de Santa Fe (una en marcha, la otra a recomenzarse) son las cloacas del barrio Santa Rosa de Lima, y los desagües Lavaisse y Entre Ríos: ambas pagadas casi en su totalidad con fondos nacionales, y demoradas durante meses porque la Municipalidad pretendía que la Nación pague las redeterminaciones de precios reclamadas por las empresas contratistas.

Del mismo modo pasa con el tan promocionado "Agua + Trabajo" por el cual algunos barrios santafesinos accedieron al agua potable (algo que es obligación de la provincia proveer, a través de Aguas Santafesinas): son obras financiadas casi en su totalidad por la Nación a través del ENHOSA.

* El famoso caso del préstamo del Banco Bica del que habla Corral en la nota, ya fue analizado acá como lo que es: un auténtico despropósito.

Y para terminar la reflexión política que deja todo esto:

Este pibe Corral incurre en la misma práctica que toda la dirigencia opositora: se obsesionan por subirse al ring con Cristina y discutirle de tú a tú, como si existiera la más mínima equivalencia política entre uno u otro; soñando con que tal vez (como a Bonelli) Cristina los mencione por su nombre y apellido en cadena nacional, para darles chapa.

Hasta ese punto admiten implícitamente la estatura política que tiene la presidenta; como los cacatúas que soñaban con la pinta de Carlos Gardel.

Pero Gardel hay uno sólo, como Cristina.