FUNDAMENTALISMO MESIÁNICO

Por A.C.

El Ministro Prat Gay frente a corresponsales extranjeros. Con expresiones como las siguientes, según se puede ver en ésta nota: “….la economía local ya muestra  señales positivas y volverá a crecer a fin de año gracias a la liberalización de mercados impulsada por el Gobierno que asumió  en diciembre.”

Desde la asunción de éste gobierno y causa de las medidas económicas impulsadas por la gestión Macri, entre ellas una devaluación monstruosa del peso,  la actividad económica del país desciende día a día por un tobogán, con una recesión sin precedentes generada en tan corto plazo, con sectores que llegan a una baja monstruosa de la producción, como automóviles, indumentaria o línea blanca, y con un descenso del PBI récord en los últimos seis meses. Con un estallido de despidos y suspensiones, y con un mercado interno que por eso disminuye sistemáticamente, quitando cualquier posibilidad de recuperación económica a través de la destrucción de la demanda interna. A esto lo llama “señales positivas”.

“…..la reinserción económica de Argentina en el  mundo está ayudando al país a conseguir los capitales que tanto  necesita la gestión de Mauricio Macri  para frenar la inflación e  impulsar la actividad.”

Durante la gestión de Macri, y justamente a causa del desastre económico generado, no ingresó al país un solo dólar de inversión productiva. Los únicos recursos conseguidos, fueron préstamos en dólares a tasas delirantes, que fueron destinados a pagar a los fondos buitres una suma sideral que no se les adeudaba, y el remanente de los préstamos, fue destinado a intentar fortalecer las reservas que caen sistemáticamente,  justamente a causa de “ la liberalización de mercados”.

Mercado convertido en éstos meses en una autopista para la fuga de divisas, a través por ejemplo, de la remisión al extranjero de las utilidades de las grandes empresas, de la eliminación de retenciones, de la bicicleta financiera de las Lebacs, del pago de importaciones y de la falta absoluta de cualquier control en relación a la salida de divisas del país.

En seis meses, Argentina tomó deuda por más de 30 mil millones de dólares. En solo seis meses. Récord en la historia del país.

En éste marco desolador, desde cualquier óptica económica, hoy se reconoce que la inflación del año superará comodamente el 40%, de donde no solo éste gobierno desató una inflación descontrolada que se traslada a precios y sobre todo a alimentos y tarifas, sino que así se pulveriza el consumo interno, y por lo tanto lejos de “impulsar la actividad”, se la está dinamitando.  Nadie invierte ni produce en una economía en recesión, y  cada vez más agravada.

El Ministro sigue hablando inexplicablemente del “segundo semestre”, y dice que  “la situación de estanflación que sufre el país se va a revertir en el segundo semestre, cuando se  vean los resultados de los ajustes aplicados.”  

La estanflación, que es un estado de la economía consistente en recesión acompañada de alta inflación, fue generada exclusivamente por éste gobierno, por éste Ministro, junto al último dinosaurio monetarista que sobrevive en el Banco Central,  quien hizo un aporte relevante a través de las Lebacs a tasas de interés monstruosas.

  

Entonces los mismos que generaron el problema, hoy dicen tener la solución. Hubiera sido más sencillo no generar el problema. Pero éste equipo económico tiene un atraso conceptual propio del siglo 19 y una impericia técnica notable, experimentando irresponsablemente con prueba y error, mientras está generando consecuencias sociales devastadoras.

Mientras se destruyen sectores como el del calzado, indumentaria, o producción de cerdos y pollos a causa de la irracional apertura de la importación implementada por éste gobierno, el Ministro dice: “La apertura de la economía, explicó el ministro, será  gradual, para permitir que los sectores que actualmente no son  competitivos tengan tiempo para mejorar su productividad.  Les damos a los empresarios argentinos cuatro años para ir  al gimnasio, entrenar, prepararse, y en cuatro años salen a la  cancha”.

Con ésta política económica mesiánica, fundamentalista, irracional, en cuatro años no quedará nadie que pueda entrar a la cancha. No hay economía que pueda soportar tanto desvarío.