LA FRASE

"QUE DESDE LA VICEPRESIDENCIA SE SOSTENGA UNA AGENDA QUE NO SEA LA DEL GOBIERNO ES ALGO QUE NUNCA SE HA VISTO." (JULIO COBOS)

sábado, 13 de enero de 2018

TARDE PIASTE, RICHARD


No sabemos a ustedes, pero a nosotros ese ejemplar de radical "progre" que no se anima a dar el salto e irse de la UCR (como hicieron por ejemplo Leopoldo Moreau y Leandro Santoro) y de vez cuando hace alguna crítica al gobierno de Macri, nos tiene bastante los huevos al plato.

Son esos tipos que decían -como el pavote éste al que refiere el tuit de apertura- que la UCR iba a "equilibrar la coalición "Cambiemos", aportando la mirada progresista", y que de vez en cuando se quieren hacer notar con alguna crítica puntual tipo la designación de los jueces de la Corte por decreto, la eliminación de las retenciones a la minería o el intento de imponer la reforma previsional por DNU. Del resto -o sea lo central del gobierno, violaciones al estado de derecho incluidas- poco y nada dicen, y nunca terminan de sacar los pies del plato.

En ese contexto este muchacho se lanzó a alertar sobre la posible venta de las acciones del Estado en Transener (una de las transportadoras de electricidad), y fue secundado luego por un comunicado de la Juventud Radical en el que "le piden al ministro Aranguren" que desista de la idea.

El Estado (es decir, todos nosotros) tiene el 19,57 % de las acciones de Transener a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, porque eran parte de los activos transferidos de las AFJP.; y otro porcentaje a través del 50 % de sus acciones en Citelec, sociedad que controla el 52 % de Transener.

Lo que hace oportuno recordar que cuando en el año 2008 se votó la Ley 26.425 que liquidó el sistema de la jubilación privada la UCR (es decir, el partido al que sigue perteneciendo Ricardito Alfonsín) votó en contra; es decir que si por ellos fuera, el Estado nunca hubiera llegado a tener esas acciones que hoy tiene el Fondo de ANSES, y él quiere defender.

Pero tuvo otra oportunidad para hacerlo ya siendo diputado, y la dejó pasar: viendo la que se venía si ganaba Macri (y no le erró ni medio) Cristina hizo votar en el 2015 la Ley 27.181, que le puso un "cepo" a las privatizaciones; exigiendo una autorización especial por ley del Congreso votada por las dos terceras partes de los miembros presentes de cada Cámara, para que la ANSES se desprendiera de sus acciones en empresas privadas a través del FGS. Y Ricardito Alfonsín votó en contra, como pueden ver en el acta de abajo: 


Pero como la vida siempre te da nuevas oportunidades (y la política ni hablemos) Alfonsín junior pudo redimirse cuando Macri envió al Congreso el blanqueo de capitales dentro de una ley "ómnibus" que contenía el blanqueo de capitales, y modificaba las reglas de funcionamiento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que maneja la ANSES.

Ley que Ricardito votó a favor, como pueden ver acá en la votación en general:


Peor aun: en el artículo 35 de lo que luego sería la Ley 27.260, se proponía derogar lisa y llanamente la Ley 27.181 sancionada en el final del gobierno de Cristina, dejándole a la ANSES las manos libres para poder desprenderse de sus acciones.

¿Y saben que pasó en la votación de ese artículo en particular? Sí, adivinaron, Ricardito votó a favor de que lo pudiera hacer, sin autorización ni intervención del Congreso, como ven abajo en otra parte del acta de esa misma sesión. Sin ese artículo que el votó, hoy el gobierno no podría vender las acciones que tanto le preocupan:


Todo eso sin contar que además de Marcelo Mindlin (el testaferro de Macri y accionista mayoritario de Citelec, que podría comprar las acciones del FGS), el principal interesado en vender las acciones del Estado en Transener es el ministro Aranguren, recomendado por la UCR a través de Sanz para el gabinete; y gestor del Decreto 882 de noviembre del año pasado, por el cual quedó autorizado a desprenderse de todas las partipaciones accionarias del Estado en empresas del área energética; (entre ellas las de Citelec, controlante de Transener) sin que se lo haya escuchado a Alfonsito decir nada al respecto.

Y encima Macri se pasa por las pelotas lo que opinen los radicales al respecto, como lo que en general opinen los radicales de cualquier cosa, porque además tiene clarísima la diferencia entre socios políticos circunstanciales, y negocios familiares permanentes:


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