Los diarios de ayer daban cuenta del nuevo aumento del gas en todo el país, en un promedio cercano al 40 %, es decir más del doble de la "meta de inflación recalibrada" del 15 %, y que recae sobre tarifas ya aumentadas brutalmente desde el 2016.
Efectivamente, justamente ayer aparecieron publicadas en el Boletín Oficial las resoluciones del ENARGAS que aprueban los nuevos cuadros tarifarios que regirás para las distribuidoras de las diferentes regiones del país, y también para las dos transportadoras: Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Transportadora de Gas del Sur (TGS).
Pero eso no fue todo: con un raro sentido de la oportunidad, en la misma edición del Boletín Oficial de ayer aparecieron publicados tres decretos firmados por Macri aprobando la renegociación de los contratos con las dos transportistas de gas, y con Metrogas; la distribuidora que presta el servicio en el Area Metropolitana del Gran Buenos Aires (AMBA): Decreto 250 para TGS (completo acá), Decreto 251 para TGN (completo acá) y 252, para Metrogas (completo acá).
El contenido de los tres decretos es el mismo en todos los casos: aprueba la renegociación de los contratos hasta el término de finalización de las licencias otorgadas a cada uno, y contemplan que estos desistan de las acciones judiciales que entablaron contra el Estado argentino en el país y el exterior (por ejemplo en el CIADI), por la pesificación de las tarifas en el 2002 a la salida del régimen de convertibilidad.
Pero lo más interesante -dentro de un marco de generalidades- es que establecen un mecanismo de actualización no automática pero semestral de las tarifas que las dos transportistas y la distribuidora perciben por sus servicios, sin perjuicio de la revisión quinquenal que ya estaba prevista en los contratos; y de la "readecuación" de tarifas que viene llevando adelante la gestión Macri-Aranguren en el área.
A cambio de los futuros (y más que probables) aumentos de tarifas (o "sendero de precios", como le gusta decir al gobierno), las licenciatarias se comprometen a realizar inversiones que los decretos no detallan, ni figuran en ningún lado; pero que en teoría debería exigir el ENARGAS cuando aprueba los nuevos cuadros tarifarios en el marco de "la revisión tarifaria integral".
Lo cual es muy curioso, porque justamente eso es lo que pasó ayer cuando entraron en vigencia las nuevas tarifas, y si uno se toma el trabajo de mirar cada una de las resoluciones del ente de control que las aprueban (incluyendo la de Metrogas, cuyo contrato se "renegoció"), no existe la más mínima mención a inversión alguna de las concesionarias, a cambio de los aumentos de tarifas que recomponen sus ingresos.
El mismo día, el presidente ojitos de cielo que hace poco dijo que la inflación estaba bajando y esperaba que lo siguiera haciendo (contra la propia evidencia estadística oficial) anunciaba la baja de la pobreza; mientras había estampado su firma en un nuevo aumento de tarifas de un servicio esencial y crítico, que en ésta época del año empieza a ser más utilizado por razones climáticas.
Un caso más para reafirmar que en lugar de concentrarnos en lo que Macri dice, hay que prestar atención a lo que hace, como en éste caso transferir guita del bolsillo de los usuarios a las cuentas bancarias de las empresas licenciatarias, sin exigirles nada concreto a cambio.
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