Renuevan un contrato de alquiler en el mismo
inmueble que ya vienen ocupando, y dicen que el monto del canon locativo (vulgo
alquiler) a pagar es razonable; aunque excede la valuación de Catastro, que no
sabemos de cuanto fue.
Pese a que dicen
que hace tiempo vienen ocupando el mismo inmueble, no sabemos de cuanto era el
monto del contrato anterior, o sí: de $ 149.500 por mes, según fue aprobado por
el propio Lifschitz por el Decreto 1152, con vigencia hasta diciembre del 2016.
Lo que supone que
en apenas un año (que es el tiempo de vigencia de cada uno de los contratos)
que sería el que pasó desde entonces hasta diciembre del 2017, el aumento es de
un 49,5 %: el doble de la inflación registrada por el INDEC (24,8 %), y
bastante más de la registrada en la provincia por el IPEC (26,1 %) para ese
período. Se entiende entonces por qué no mencionaron el contrato anterior, ni
dieron más precisiones sobre el informe de Catastro.
Dicen que la
gestión se encuadra en el Decreto 2339/16, pero no dicen por qué: es porque el
aumento del precio del alquiler respecto al contrato anterior es mayor al 30 %,
y por eso (además del monto global), la gestión debe resolverse por decreto.
El problema es que
a la fecha de aprobarse el nuevo contrato (el 5 de éste mes de marzo) ese
decreto ya no existía más, porque fue derogado el 20 de febrero, por otro
decreto; como pueden ver acá:
Y ese nuevo decreto
fija una pauta más baja de aumento admitido en los contratos de alquiler del
Estado; que como ven, es el famoso 15 % del aumento del gasto corriente
previsto en pacto fiscal que Lifschitz firmó con Macri, y fijado en
consecuencia como techo por el propio gobierno para las paritarias con los
gremios estatales.
En este caso el
alquiler -que como dijimos, duplica en su evolución la inflación oficial- más
que triplica esa cifra, sin tener en cuenta ni la inflación general, ni la
evolución del precio de la propiedad; que es justamente lo que toma en cuenta
Catastro para determinar cuanto es razonable para la provincia pagar de alquiler
por un inmueble.
No sabemos como lo
ven ustedes, pero daría la impresión que el señor de La Mirage le está sacando
el jugo al Estado bobo (no debe ser tan sencillo conseguir inquilino para un
lugar así), y tiene la vaca atada.
Eso, o los negociadores
oficiales mejor que no se ocupen de otras cuestiones, como el arreglo con los
fondos buitres ponéle; porque lo iban a dejar a Caputo como Kicillof.
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