En reiteradas oportunidades nos hemos dedicado acá a analizar la desastrosa gestión de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central, en especial por el descomunal festival de emisión de deuda cuasi fiscal que hizo con las LEBAC's, la última de ellas en ésta entrada, en la que advertíamos que una enorme masa de esos títulos (en poder en su gran mayoría de los bancos) vencían antes del 8 de febrero.
Al respecto leíamos ayer en Cash que por esa razón se produjo un fuerte deterioro en el patrimonio del Central: "Su hoja de balance registró al cierre de 2016 un patrimonio neto equivalente a 8493 millones de dólares, cuando a comienzo del mismo año era de 15.896 millones. En doce meses de gestión, el Banco Central perdió la mitad de su patrimonio. Entre enero y diciembre 2016 el patrimonio descendió más de 7000 millones de dólares. Los pasivos de la entidad sumaban a inicio del año 120.466 millones de dólares, mientras que al cierre del período habían subido hasta los 145.343 millones, un incremento de 20,8 por ciento en moneda dura. En tanto, los activos eran de 136.362 millones de dólares a principio de 2016, al tiempo que se ubicaron en 153.836 millones al cierre de diciembre pasado, con un avance de 12,5 por ciento. Esto implica que las deudas de la autoridad monetaria registraron un aumento de casi 8 puntos porcentuales por encima de los activos.
El pasivo del Central que adquirió mayor protagonismo el año pasado fue el stock de Lebac. A inicios de 2016, las letras sumaban 415.211 millones de pesos, equivalentes a 29.782 millones de dólares. Cuando cerró el año, el stock había alcanzado los 698.424 millones de pesos, equivalente a 44.064 millones de dólares. En la gestión de Sturzenegger se duplicaron las deudas con bancos e inversores privados en Lebac, las que pagaron en la primera mitad del año tasas anualizadas de casi 40 por ciento anual. Si se tiene en cuenta que el año pasado el tipo de cambio subió un 20 por ciento, los beneficios en dólares obtenidos por los inversores de Lebac fueron muy elevados a nivel internacional. La contrapartida fue el fuerte incremento de los pasivos de la autoridad monetaria. El negocio de la bicicleta financiera con Lebac, además de incrementar los pasivos, provocó que el BC pague intereses equivalentes a 1,5 por ciento del PIB (unos 8 mil millones de dólares en todo 2016). El desequilibrio cuasi fiscal (o sea, el vinculado con el balance del Banco Central) se sumó al de las cuentas públicas." (las negritas son nuestras)
Es decir entonces que los que antes -cuando eran opositores y se cancelaban los vencimientos de la deuda externa con reservas- decían que el kirchnerismo llevaría a la quiebra al Banco Central en términos patrimoniales lo están haciendo hoy que gobiernan, a pasos agigantados: le hicieron perder la mitad de su patrimonio, en apenas un año.
Es decir entonces que los que antes -cuando eran opositores y se cancelaban los vencimientos de la deuda externa con reservas- decían que el kirchnerismo llevaría a la quiebra al Banco Central en términos patrimoniales lo están haciendo hoy que gobiernan, a pasos agigantados: le hicieron perder la mitad de su patrimonio, en apenas un año.
Pero así como dejaron de lado de repente la preocupación por la solvencia patrimonial del Central, van camino a hacer lo mismo con su "autonomía", fetiche del monetarismo neoliberal si los hay. Al respecto leemos en Ambito Financiero que el gobierno se apresta a "auxiliar" a Sturzenegger a desactivar la bomba de tiempo de las LEBAC's; a través de la emisión de letras del Tesoro en pesos, a ser suscriptas por los bancos (los principales tenedores de los títulos, con más del 80 % del stock), a cambio de ellas.
Claro que para que el negocio (que significa cambiar endeudamiento cuasi-fiscal por deuda directa del Tesoro) prospere, los bancos -que están en condiciones de fijar exigencias, por el volumen de sus tenencias, como advertíamos en el post anterior- piden lo suyo: que la tasa de las letras a emitirse esté por lo menos cinco puntos por encima de las que hoy devengan las LEBAC's.
Lo que implica un nuevo nivel referencial de tasas altas (que ya no sería el de las LEBAC's), que los propios bancos usarán para encarecer la financiación a las empresas y a las personas, dificultando aun más el acceso al crédito y sumando otra ancla a la economía para impedirle salir de la recesión a la que la condujeron las políticas del gobierno.
De éste modo la "absorción monetaria" con la que el monetarismo combate la inflación (al caro precio de deprimir aun más la actividad) correría ahora por cuenta del Tesoro (o compartida con el BCRA), que aspiraría esos pesos, con deuda de corto plazo y mayor tasa: desvestir a un santo para vestir a otro, o la metáfora de la sábana corta.
Al mismo tiempo y según cuenta la nota, para que la maniobra sea viable, el "rescatado" Banco Central debería modificar sus regulaciones para que los bancos puedan aumentar las tenencias de títulos públicos que pueden tener en sus carteras; lo que a futuro y considerando el nivel de endeudamiento colosal que está teniendo el gobierno de Macri (que pone en tela de juicio a mediano plazo la capacidad del Estado para afrontar sus compromisos), arma otra bomba de tiempo, en éste caso sobre sus patrimonios; o sobre la solvencia del conjunto del sistema.
Delicias de los talibanes del monetarismo -como Sturzenegger- y responsabilidad compartida de aquéllos -como Pichetto y compañía- que votaron su pliego dándole mandato hasta el 2022, en "homenaje" a la "gobernabilidad".
Claro que para que el negocio (que significa cambiar endeudamiento cuasi-fiscal por deuda directa del Tesoro) prospere, los bancos -que están en condiciones de fijar exigencias, por el volumen de sus tenencias, como advertíamos en el post anterior- piden lo suyo: que la tasa de las letras a emitirse esté por lo menos cinco puntos por encima de las que hoy devengan las LEBAC's.
Lo que implica un nuevo nivel referencial de tasas altas (que ya no sería el de las LEBAC's), que los propios bancos usarán para encarecer la financiación a las empresas y a las personas, dificultando aun más el acceso al crédito y sumando otra ancla a la economía para impedirle salir de la recesión a la que la condujeron las políticas del gobierno.
De éste modo la "absorción monetaria" con la que el monetarismo combate la inflación (al caro precio de deprimir aun más la actividad) correría ahora por cuenta del Tesoro (o compartida con el BCRA), que aspiraría esos pesos, con deuda de corto plazo y mayor tasa: desvestir a un santo para vestir a otro, o la metáfora de la sábana corta.
Al mismo tiempo y según cuenta la nota, para que la maniobra sea viable, el "rescatado" Banco Central debería modificar sus regulaciones para que los bancos puedan aumentar las tenencias de títulos públicos que pueden tener en sus carteras; lo que a futuro y considerando el nivel de endeudamiento colosal que está teniendo el gobierno de Macri (que pone en tela de juicio a mediano plazo la capacidad del Estado para afrontar sus compromisos), arma otra bomba de tiempo, en éste caso sobre sus patrimonios; o sobre la solvencia del conjunto del sistema.
Delicias de los talibanes del monetarismo -como Sturzenegger- y responsabilidad compartida de aquéllos -como Pichetto y compañía- que votaron su pliego dándole mandato hasta el 2022, en "homenaje" a la "gobernabilidad".
3 comentarios:
tiempo de descuento para el corralito.
BCRA piratas multinacionales asociados y disfrazados de granaderos patrios.
BCRA no es del estado, es una sociedad bancaria donde el estado siempre pone y los otros socios siempre sacan, o hacen chanchullos deudas de las que hay que rescatarlos.
BCRA son unos saqueadores, así que cuando dicen el BCRA esta lleno de dolares, es asi el BCRA los tiene y de algún modo los va ha sacar, fugar, o saquear.
De la misma manera que hoy las tasas de interés la fijan los bancos por su enorme tenencia de Lebac,cambiando las Lebac por letras del Tesoro,se instaura directamente el gobierno de los bancos acreedores del Estado.
Y ante un Estado que hoy ya presenta imposibilidad de afrontar la deuda fiscal,cuasi fiscal y los pagos de la deuda externa que se tomó durante 2016,la solución macrista es incrementar la bola de nieve con mayores tasas de interés. Más leña al fuego.
Esto durará mientras los bancos puedan seguir haciendo la bicicleta(intereses en pesos/compra y fuga de dólares), y después, el precipicio.
El Colo.
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