Acá les dejamos el video del debate del sábado, en la parte en que los candidatos discutieron sobre el tema seguridad:
En una parte, Agustín Rossi le replica a Bonfatti (que enumera como un logro del gobierno de Binner el cambio del esquema de formación policial) que el Instituto de Seguridad Pública (el ISEP) fue creado durante el gobierno de Obeid; lo que Bonfatti le reconoce luego diciendo que él era diputado cuando se sancionó la ley "en el 2007".
Y demuestra otra vez que del tema sabe poco: el ISEP fue creado en el año 2004 por la Ley 12.333 que eliminó el antiguo régimen de reclutamiento policial, y fue complementado con la nueva ley del personal policial 12.521, sancionada en el año 2006; que derogaba la ley que venía de la dictadura de Onganía, produciendo cambios profundos en el régimen legal del personal policial.
No fue sólo un error de fecha de Bonfatti: la nueva ley del personal policial era el necesario complemento de la creación del ISEP para democratizar a la Policía provincial, y someterla al control efectivo del poder político; presupuesto imprescindible para encarar cualquier política de seguridad efectiva.
Junto al nuevo esquema de ingreso a la fuerza (a través de los cursos del ISEP y no de los antiguos centros de instrucción en destino), el progreso de los policías en la carrera se producía -de acuerdo a la nueva ley- por un sistema de concursos públicos abiertos, convocados por el Poder Ejecutivo en base a las vacantes que dispusiera o se creeara, con jurados integrados por civiles, incluyendo por ejemplo representantes de organismos de derechos humanos.
El gobierno de Binner cedió en toda la línea a las presiones de la corporación policial: nnca reglamentó la ley ni puso en marcha los concursos; "revivió" con una antojadiza interpretación del Fiscal de Estado la ley de la dictadura de Onganía, y en base a ella volvió a realizar los ascensos policiales con las viejas Juntas de Calificaciones, exclusivamente integradas por policías que así se premian y castigan entre ellos; resolviendo sus internas y sin ingerencias del poder político y los representantes elegidos por el pueblo.
Por eso Bonfatti equivocó el dato de cuando había sido sancionada la ley del ISEP, y omitió toda referencia a la nueva ley del personal policial; porque además no hay que olvidar que el gobierno de Binner convivió casi un año y medio con la misma cúpula policial que venía del gobierno de Obeid; y ratificó todos los movimientos de personal que hizo esa cúpula con este decreto; para luego impulsar la Ley 13.030 para hacer ascensos retroactivos masivos a dedo, pagando en muchos casos diferencias salariales hasta a personal ya retirado hace años.
A lo que hay que sumar que los becarios del ISEP (es decir los aspirantes a ingresar a la Policía) llegaron a acumular en el gobierno del Frente Progresista más de seis meses sin cobrar sus becas, y los docentes del Instituto, hasta un año o más sin percibir sus haberes.
Es decir que el gobierno "progresista" de Binner terminó construyendo una Policía atendida por sus propios dueños, con los resultados en materia de seguridad pública que apuntó Agustín en el debate.
Por no mencionar otros aspectos oscuros de su gestión en el área, como las polémicas adjudicaciones de los uniformes policiales, del sistema de emergencias 911 a Telefónica, o la compra de motos al triple de su valor de plaza.
Y cerramos con el análisis de algunas de las cifras que arroja la Cuenta de Inversión 2010 sobre como gastó el gobierno de Binner el presupuesto en Seguridad; cifras que también desmienten las afirmaciones de Bonfatti en el debate.
Sobre un gasto total del área de más de 1562 millones de pesos (más de tres veces el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social), apenas el 2,10 % estuvo destinado a combustible para las unidades policiales, un 0,57 % ($ 8.907.025, dos stands de Expoagro) a equipo militar y de seguridad (armamento, municiones, equipos de protección) y otro insignificante 0,39 % en maquinaria y equipo (es decir computadoras y patrulleros por ejemplo); rubro en el que sólo se ejecutó el 10,39 % del dinero previsto en el Presupuesto.
Junto al nuevo esquema de ingreso a la fuerza (a través de los cursos del ISEP y no de los antiguos centros de instrucción en destino), el progreso de los policías en la carrera se producía -de acuerdo a la nueva ley- por un sistema de concursos públicos abiertos, convocados por el Poder Ejecutivo en base a las vacantes que dispusiera o se creeara, con jurados integrados por civiles, incluyendo por ejemplo representantes de organismos de derechos humanos.
El gobierno de Binner cedió en toda la línea a las presiones de la corporación policial: nnca reglamentó la ley ni puso en marcha los concursos; "revivió" con una antojadiza interpretación del Fiscal de Estado la ley de la dictadura de Onganía, y en base a ella volvió a realizar los ascensos policiales con las viejas Juntas de Calificaciones, exclusivamente integradas por policías que así se premian y castigan entre ellos; resolviendo sus internas y sin ingerencias del poder político y los representantes elegidos por el pueblo.
Por eso Bonfatti equivocó el dato de cuando había sido sancionada la ley del ISEP, y omitió toda referencia a la nueva ley del personal policial; porque además no hay que olvidar que el gobierno de Binner convivió casi un año y medio con la misma cúpula policial que venía del gobierno de Obeid; y ratificó todos los movimientos de personal que hizo esa cúpula con este decreto; para luego impulsar la Ley 13.030 para hacer ascensos retroactivos masivos a dedo, pagando en muchos casos diferencias salariales hasta a personal ya retirado hace años.
A lo que hay que sumar que los becarios del ISEP (es decir los aspirantes a ingresar a la Policía) llegaron a acumular en el gobierno del Frente Progresista más de seis meses sin cobrar sus becas, y los docentes del Instituto, hasta un año o más sin percibir sus haberes.
Es decir que el gobierno "progresista" de Binner terminó construyendo una Policía atendida por sus propios dueños, con los resultados en materia de seguridad pública que apuntó Agustín en el debate.
Por no mencionar otros aspectos oscuros de su gestión en el área, como las polémicas adjudicaciones de los uniformes policiales, del sistema de emergencias 911 a Telefónica, o la compra de motos al triple de su valor de plaza.
Y cerramos con el análisis de algunas de las cifras que arroja la Cuenta de Inversión 2010 sobre como gastó el gobierno de Binner el presupuesto en Seguridad; cifras que también desmienten las afirmaciones de Bonfatti en el debate.
Sobre un gasto total del área de más de 1562 millones de pesos (más de tres veces el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social), apenas el 2,10 % estuvo destinado a combustible para las unidades policiales, un 0,57 % ($ 8.907.025, dos stands de Expoagro) a equipo militar y de seguridad (armamento, municiones, equipos de protección) y otro insignificante 0,39 % en maquinaria y equipo (es decir computadoras y patrulleros por ejemplo); rubro en el que sólo se ejecutó el 10,39 % del dinero previsto en el Presupuesto.
1 comentario:
Es común escucharle al socialismo decir que en su gestión, un aspirante a policia tiene un curso de 2 años antes de egresarse cuando antes era de 6 meses. Esto es realmente asi?? U otra vez robaron el trabajo ajeno???
Saludos
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