Séptima entrega de la saga, en este caso con la votación de una ley bien picantita: la que establece la regulación estatal para la producción, comercialización y distribución del papel para diarios, vulgarmente conocida como la ley de Papel Prensa.
Y como tal, al igual que fue en su momento la ley de medios, afecta directamente intereses y negocios de Clarín, y en este caso también de La Nación, en el manejo de la empresa que obtuvieron en tiempos de la dictadura genocida de Videla.
Si se revisan los votos negativos que tuvo el proyecto enviado por Cristina, muchos no sorprenden: los del PRO, la Coalición Cívica, la UCR, Patricia Bullrich, De Narváez o Ramón Puerta.
Aparecen los dos diputados que, hoy por hoy, le siguen respondiendo a Reutemann: Carlos Carranza y Daniel Germano; lo que implica un claro guiño del ex corredor a los dueños de Expoagro, aunque ya no será nunca más su esperanza blanca para la presidencia.
En este caso el dato de color (no es sorpresa en definitiva) vino del lado del progresismo: eligieron votar en contra (es decir, alinearse sin fisuras con los intereses de Clarín y La Nación) todo el GEN con el celacanto (un animal que no se sabe bien que es) del progresismo, Margarita Stolbizer, a la cabeza; y todo el bloque socialista (desde los negocios con Expoagro y AGL para los stands y la impresión de las boletas, Binner siempre tuvo claras sus prioridades).
Y el otro dato interesante lo aportaron las abstenciones (o sea, gente a la que le interesó estar en la sesión, para que los diarios vean, pero no votó ni a favor ni en contra, jugadísimos):
Vicky Donda (pese a que su ex compañera de bloque Cecilia Merchán había presentado un proyecto en la misma línea del aprobado), todo Proyecto Sur con Pino Solanas a la cabeza (otro que firmó un proyecto y después se arrepintió, como en la Constituyente del 94' con el artículo de los recursos naturales) y los amigazos de Unidad Popular, incluyendo obviamente a Claudio Lozano, Víctor De Gennaro y el "Tony" Riestra, muchacho éste que ha entrado con todo al Congreso parece, dispuesto a hacer valer sus convicciones, a como dé lugar.
Gente que no arruga, y se le anima al poder, esté donde esté, por lo que podemos ver: así, con ese coraje cívico, le van a dar pelea a los bancos, las petroleras, la Barrick Gold y el FMI, ya van a ver; dénles tiempo.
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