Tal como da cuenta la imagen de apertura, Macri vetó en su totalidad la Ley 27.344 sancionada por el Congreso sobre el final del periodo ordinario de sesiones, a través del Decreto 1302 (completo acá en el Boletín Oficial); por la cual se expropiaba el edificio del hotel Bauen de Buenos Aires, para cederlo en comodato a la cooperativa de trabajadores que lo viene explotando desde la crisis del año 2001.
Los fundamentos del veto son francamente risibles: "Que se considera necesario resaltar que, en caso de verificarse la imposibilidad de formalizar el proceso expropiatorio en la forma establecida en el artículo 4º del Proyecto de Ley en cuestión, tal medida implicaría una erogación presupuestaria muy importante que se estima no debe concretarse en las actuales circunstancias, por cuanto si bien su finalidad podría considerarse loable, la concreción de dicho proceso expropiatorio implicaría un severo perjuicio en la posibilidad de asignar por parte del Poder Ejecutivo Nacional los recursos económicos disponibles a otras necesidades básicas insatisfechas para el conjunto de la población, exclusivamente en beneficio de una situación particularizada que sólo afecta a un grupo de personas que se hallan comprometidas en las actividades que se desarrollan en el inmueble en cuestión."
Y en la misma línea: "Que la administración de los recursos públicos se debe realizar de manera responsable, de conformidad con los fines públicos y apegada a los principios de buena administración que debe perseguir toda acción de gobierno, mientras que las obligaciones mencionadas precedentemente resultarían sumamente gravosas para el Estado Nacional, favoreciendo exclusivamente a un grupo particularizado y sin traducirse en un beneficio para la comunidad en general." (las negritas son nuestras)
No es necesario recordar que en el año que lleva de gobierno Macri ha mirado con otros ojos el uso de los recursos públicos, cuando de lo que se trataba era de transferirlos hacia los sectores más concentrados de la economía: eliminación de las retenciones a las exportaciones agrícola e industriales y a la minería, regalo del 1,9 % del PBI en intereses de las LEBAC´S (de las que el 85 % está en poder de los bancos), eliminación del impuesto a los autos de alta gama y el blanqueo; que implica renunciar a percibir impuestos atrasados con más sus multas e intereses, por los bienes y activos no declarados y ahora "sincerados".
Ni hablemos del colosal re-endeudamiento externo del país que está ejecutando su gobierno y que pesará sobre las cuentas públicas por varias generaciones; y que están pensando en ampliar volviendo a recurrir a los préstamos del FMI, al menos si estamos al pensamiento del designado como reemplazante de Prat Gay.
El razonamiento del veto es el mismo que oponía el "Fútbol Para Todos" o el gasto en Aerolíneas Argentinas a los jardines de infantes, para luego dejarte sin el pan y sin la torta: sin fútbol gratis, con la aerolínea de bandera sometida a un proceso progresivo de desguace para luego seguramente privatizarla, pero además sin los jardines de infantes.
Y es parte de la misma matriz ideológica por la cual se prefiere sostener un conflicto en el CONICET por algo más de 200 millones de pesos. Porque de lo que se trata en estos casos es de ideología, no de plata.
Los trabajadores que conformaron la cooperativa que administra y explota el Bauen desde la crisis del 2001 se convirtieron en un emblema del movimiento de empresas recuperadas por los laburantes para sostenerlas de pie cuando sus dueños quebraron, fugaron capitales y se fugaron ellos mismos, en no pocos casos; para luego reaparecer en los procesos concursales a reclamar su propiedad, como si nada hubiera pasado.
Ese movimiento que se multiplicó a lo largo del país en tantos casos (como el de cerámica Zanón o la ex gráfica Chilavert) y que gestó las reformas a la ley de quiebras durante el gobierno de Cristina; para permitirles a los trabajadores capitalizar sus acreencias con salarios, y quedarse con la propiedad de las empresas.
Algo que la mentalidad de Macri (cuya fortuna familiar y personal creció al amparo de los negocios con el Estado, saqueando esos recursos públicos que hoy dice preservar con tanto celo) y los que piensan como él, no pueden tolerar; porque significa subvertir el orden natural de las cosas con el que crecieron y se enriquecieron. Y atenta contra una libertad esencial de todo empresario de nuestra "burguesía nacional" que se precie: la de vaciar empresas y fugar guita; saliendo indemnes del naufragio.
Para colmo, la ley vetada dispuso en su artículo 4º que "...la suma que eventualmente deba abonarse en cumplimiento del proceso expropiatorio será cancelada parcial o totalmente, según la correspondiente tasación, con los créditos que el Estado Nacional posea contra el titular y/o los titulares de los bienes declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación, afectados al régimen del derecho real de hipoteca, en virtud de los créditos contraídos oportunamente con el ex Banco Nacional de Desarrollo (BANADE), así como con cualquier otra deuda exigible que tuviera el Estado Nacional, sus dependencias, reparticiones, entidades autárquicas y descentralizadas contra los titulares de los bienes cualquiera fuera su origen, determinando que los créditos del Estado Nacional afectados a la compensación prevista sean ajustados a la fecha en que se perfeccione el proceso expropiatorio." (otra vez las negritas son nuestras)
Habráse visto tamaña insolencia: a ver si al terminar de sacar cuentas, la expropiación al Estado le sale gratis, por las deudas que nunca pudo cobrarles a los dueños del Bauen: si hay un ejemplo de vaciamiento del Estado por la voracidad empresaria, son los préstamos del BANADE. Pero no, ni así la ley pudo sortear el veto presidencial, o acaso eso fue lo que lo provocó.
Para colmo, la ley vetada dispuso en su artículo 4º que "...la suma que eventualmente deba abonarse en cumplimiento del proceso expropiatorio será cancelada parcial o totalmente, según la correspondiente tasación, con los créditos que el Estado Nacional posea contra el titular y/o los titulares de los bienes declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación, afectados al régimen del derecho real de hipoteca, en virtud de los créditos contraídos oportunamente con el ex Banco Nacional de Desarrollo (BANADE), así como con cualquier otra deuda exigible que tuviera el Estado Nacional, sus dependencias, reparticiones, entidades autárquicas y descentralizadas contra los titulares de los bienes cualquiera fuera su origen, determinando que los créditos del Estado Nacional afectados a la compensación prevista sean ajustados a la fecha en que se perfeccione el proceso expropiatorio." (otra vez las negritas son nuestras)
Habráse visto tamaña insolencia: a ver si al terminar de sacar cuentas, la expropiación al Estado le sale gratis, por las deudas que nunca pudo cobrarles a los dueños del Bauen: si hay un ejemplo de vaciamiento del Estado por la voracidad empresaria, son los préstamos del BANADE. Pero no, ni así la ley pudo sortear el veto presidencial, o acaso eso fue lo que lo provocó.
Seguramente cuando se estatizaban las deudas del clan familiar en tiempos de la dictadura o cuando se licuaban con la pesificación asimétrica no le preocupaban tanto los recursos públicos que se podrían haber destinado a "otras necesidades públicas insatisfechas".
Porque como se dijo no se trata de plata, sino de intereses y de ideología; y por eso éste veto tiene un enorme valor pedagógico para entender -por si hiciera falta- el núcleo duro de las ideas del garcaje que nos gobierna.
2 comentarios:
Tremendo garca asqueroso. No vale un tarro de m....
Un poco fuera de tema, pero noticias sobre Lorenzetti:
http://www.rafaelanoticias.com/v1.6/detalle/40908
Publicar un comentario