LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

martes, 12 de julio de 2011

SI MARGARITA LO DICE...


Es realmente patético el espectáculo que está ofreciendo por estas horas la oposición saliendo a captar el voto del 47 % de los porteños que eligieron a Macri, de cara a las internas de agosto y las generales de octubre. Ahora resulta que todos son del PRO, poco menos.

Acá se suma al coro -que cambia minuto a minuto- Margarita Stolbizer; antes lo habían hecho Carrió y el inefable Ricardito Alfonsín.

Stolbizer que -recordemos- apoyó a Pino Solanas, quien no apoya a Binner (el candidato de Stolbizer) en la elección nacional. Ninguno de los dos -ni Stolbizer, ni Binner- asomaron la nariz por la Capital el domingo a la noche; sorprendente generosidad política.

Pese a eso, Stolbizer asegura terminante que los votantes de Pino votarán a Binner (tirando a Alcira Argumedo a la zanja), y que incluso lo harán muchos votantes de Macri, porque votan "gestión y previsibilidad", y transparencia republicana.

De donde por carácter transitivo nos venimos a enterar que Macri reúne todos esos valores; con lo que cabe preguntarse (además de la verdadera salud mental de Stolbizer) ¿dónde quedó toda aquélla cháchara de meses sobre el "progresismo", la disputa por la franquicia o por saber en manos de quien quedaba la auténtica interpretación de las Sagradas Escrituras de la progresía?

¿En manos de los votantes de Macri, a los que hay que seducir a como dé lugar porque no se presenta de candidato a presidente y deja vacante ese sitial para la derecha pura y dura, o resignada a que lo cubra Duhalde sin el mismo vuelo electoral?

El argumento de la "gestión" de Stolbizer emparentando la de Binner en Rosario como intendente y en Santa Fe como gobernador, con la del imitador de Freddy Mercury en la CABA, nos releva a nosotros de repetir lo que alguien ya dijo acá: cuanto se parecen los en apariencia "distintos" socialistas y amarillos.

Resulta entonces que la elección porteña vino a exponer en su desnudez a partidos metropolitanos (algunos de escala municipal o comarcal), con dirigentes cubiertos de una pátina progresista (de espesor indefinido) y electores de derecha; a los que deben seducir permanentemente; y por eso se lanzan a diario tras la agenda de los grandes medios y del poder económico.

Barato se vende el progresismo, el problema es que habemos muchos que ni así lo compraríamos.

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