¿Se puede tomar políticamente en serio el lanzamiento de la candidatura presidencial de Binner para el 2015, protagonizado el sábado pasado por los partidos que forman ese rejuntado incoherente y contradictorio que es el FAP?
Incluso en los propios términos del formalismo bobo con que ésta gente acostumbra a moverse, la movida luce ridícula: se da de patadas con todas las normas de la reforma política aprobada por el Congreso en el 2009, y todo el entramado de legislación que regula las campañas electorales de los partidos políticos; ése que esta misma gente suele enrostrarle al kirchnerismo cuando lo acusa -por ejemplo- de estar en campaña permanente, confundiendo el gobierno con el Estado.
O cuando critican las candidaturas testimoniales: ¿qué, si no justamente eso, será la candidatura del propio Binner a diputado nacional por Santa Fe el año que viene, cuando previamente está anunciando que quiere competir por la presidencia en el 2015?
Cuando tendrá 72 años, y vaya uno a saber que será de su destino, por otra parte.
Desde el punto de vista de la maduración del FAP como construcción política, el acto del sábado ingresa con comodidad en los anales de la antología del ridículo, cuando se trata de un conglomerado de voluntades que no han logrado coincidir pràcticamente nunca en el Congreso, votando todos en el mismo sentido, en el año que transcurrió desde las elecciones presidenciales, y en prácticamente todos los temas debatidos: la reforma del BCRA, la expropiación de Ciccone, la transferencia de los subtes.
Hasta el famoso petitorio contra la re-reelección que hizo circular Binner por distintos puntos del país, no fue suscripto por De Genaro y Lozano; por lo que cabe preguntarse: ¿alguien puede pensar seriamente que una fuerza con tal grado de dispersión ideológica y política -nos remitimos a las flagrantes contradicciones de Binner y Lozano la semana pasada por el caso Griesa y los fondos buitres- puede plantear un programa de gobierno a 20 años vista, y estar en condiciones de llevarlo adelante?
Con sólo 5 senadores (a partir del añadido de Estenssoro) y 22 diputados, ¿alguien puede creer que estarán en condiciones de construir de acá al 2015 una fuerza parlamentaria sólida y cohesionada, que pueda impulsar los proyectos de un eventual gobierno de Binner en el Congreso?
Un rejuntado de Pymes electorales con base y casi exclusivo ámbito de actuación en las provincias de la pampa húmeda, inexistentes o con presencia testimonial en el resto del país: Juez y su partido sólo existen en Córdoba, donde vienen perdiendo elección tras elección y ni siquiera controlan la municipalidad capitalina; Stolbizer está confinada a un lugar secundario en la política de la provincia de Buenos Aires, captando circunstancialmente el voto radical descontento, del mismo modo que lo hacia Carrió.
Y esa es la otra clave para entender este corso a contramano de progresismos sin votos progresistas: buena parte del apoyo electoral cosechado por Binner en las presidenciales del año pasado, tuvo que ver con la deserción de Macri; en la medida que el PRO se decida (en la persona del Jefe de Gobierno porteño, su único candidato posible) a competir por la presidencia en el 2015, los votos de Binner tenderán naturalmente a descender, sobre todo en la CABA y la PBA.
Una estructura políticamente precaria (¿cuanto pueden aportar el GEN o Libres del Sur, realmente?), con dos patas sociales claras: la Federación Agraria de Buzzi (atenta a movilizarse cada vez que se reclame no pagar un impuesto) y la CTA de Micheli, que termina de protagonizar un pique-paro con Moyano, Barrionuevo y el "Momo" Venegas: que lejos todo de la "Constituyente social" de la que habló por años Víctor De Genaro.
Que parece haber reemplazado su ilusión de ser el Lula argentino, por su adhesión a la remake del apoyo que le diera a De La Rúa, proclamando a Binner para el 2015.
Da hasta cierta pena y vergüencita ajena ver a un grupo de lúmpenes electorales ávidos de contratos y chapas en el Congreso, haciendo esfuerzos para disimular el conservadurismo desabrido de Binner, para colgarse de su saco y ver si pueden colar alguna banca: por esa razón lo candidatearon a tres años vista, porque si Hermes es candidato en Santa Fe, no podrán colgarse de su boleta en sus respectivas provincias, y corren riesgo de quedarse afuera.
Además de los saltimbanquis profesionales como Libres del Sur ¿cuan progresista es el progresismo de Margarita Stolbizer por ejemplo?: en cada circunstancia en que hubo de tomar posición en los grandes debates de los últimos años (conflicto del campo, ley de medios, directores estatales en las empresas privadas), siempre estuvo en contra de los intereses populares, y aliada a los poderosos.
Pero además hay un detalle que no se puede pasar por alto en todo este mamarracho: Binner es el líder del FAP, fue su candidato a presidente y lo sería otra vez en el 2015, pivoteando sobre la experiencia de gestión del socialismo en Santa Fe, la única que la comparsa del FAP puede demostrar; ¿o acaso piensan sumar votos recordando la experiencia de Juez como intendente de Córdoba?
Lo que nos lleva a analizar lo que significa el socialismo gobernando, y más concretamente lo que fue Binner como gobernador: hace casi un año acá hacíamos un balance de sus cuatro años en la Casa Gris; suscribimos cada párrafo de lo dicho.
Desde entonces y caso Tognoli mediante, las enormes precariedades de la gestión socialista en Santa Fe (donde ganan elecciones con la sociedad del aparato radical del interior, un dato no menor) quedaron más expuestas en el plano nacional, y son una buena muestra de lo que podría llegar a ser un eventual gobierno nacional de este progresismo a la violeta.
Que para colmo parece haber copiado la receta de los asesores de imagen del PRO para humanizar al candidato (que al igual que Mauricio, cada vez puede disimular menos sus terribles problemas sinápticos para expresar claramente una idea concreta), como el papelón del sábado de Amelita Baltar cantándole "Balada para un loco".
Esperemos que no sigan por ese camino, y se les ocurra hacerlo imitar a Alberto Castillo o el "Polaco" Goyeneche, para que nos ahorren el bochorno.
4 comentarios:
Yo leí el pdf de Libres del Sur con todo el plan ese a 20 años. Es una joda de verdad.
otro delarua? NO , GRACIAS.
y sino van a tener que votar a scioli
Ahí va a estar jodido, sobre todo para distinguirlo de Binner, aalvo por la mano de madera y el bronceado...
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