Y pasó el 8N y el gurú cacerolo habló sus fieles, a los que él también les es fiel (al menos por ahora, y hasta que soplen nuevos vientos), y no los defrauda: les dice lo que quieren oír, con las exactas palabras con las que se sienten representados y contenidos.
Haciendo foco en lo que evidentemente más ha incomodado al cacerolismo de lo que pasó el jueves: el mano a mano de Cynthia García en la emisión de "6 7 8" con los manifestantes; que también incomodó a Beatriz Sarlo acá en La Nación, en una nota que Oscar Cuervo analiza en éste muy buen post.
Y es que la TV pública ingresó en un territorio prohibido al darles la palabra a los cacerolos, un territorio en el que se suponía que no debía ingresar. Por el contrario: un territorio en el que el propio relato cacerolero (construido desde los grandes medios, como justamente se pudo comprobar con los testimonios que recogió Cynthia) decía que jamás iba a ingresar, porque el gobierno tiene la intención de imponer su "relato", por encima de la realidad, y acallar toda voz disidente.
Porque justamente de eso habla Lanata, y contrapone la masividad de la protesta (no vamos a discutir acá los números que tira, porque como es habitual en él no cita ninguna fuente), con la desnudez presidencial. Una Cristina monarquizada claro, la mejor forma de omitir decir que está en el gobierno porque la votaron, y cómo.
Según el gurú, el cacerolazo expuso una realidad que estaba allí, a la simple vista de todos, pero que sólo los cortesanos negaban, para no irritar a la reina.
Pero hete aquí que esa realidad (la protesta cacerola, el repudio al gobierno en algunos sectores, el odio a Cristina en esos mismos sectores) es algo que hace mucho tiempo es visible y audible; justamente porque la estructura de poder mediático que hoy Lanata usufructúa sin culpas, se ocupa de amplificar, reproducir y editorializar a diario.
Si vamos al caso, el ejemplo del cuento del rey desnudo (deliberadamente feminizado por Lanata, un sicólogo ahí) sería más aplicable a la perplejidad opositora (de los medios, de los cacerolos) cuando la multitud ganó las calles en los festejos del Bicentenario, o cuando reventó las urnas dos veces el año pasado: ¿dónde estaban éstos, no era que todos los odian y quieren que se vayan, cómo puede ser?
Con la misma sorpresa con la que el propio Lanata hace más o menos un mes, se enteraba en vivo que las elecciones en Venezuela las ganaba Chávez: ¿no lució entonces desnudo, o como dirían en el barrio, en bolas y a los gritos?, ¿quién fue entonces la víctima de su propio relato, quedando desnudo ante la realidad?
Pero volvamos al 8N y las desnudeces: con la simple arma de un micrófono y dejar hablar a los que protestaban, la cronista de "6 7 8" los desnudó; quedaron expuestos en su rusticidad conceptual, en su cualunquismo político, en su desnudez de ideas, de proyecto y hasta en su nudismo de contenido para los reclamos.
Limitados a repetir los títulos de Clarín y La Nación, los zócalos de TN, las frases de Lanata viralizadas por las redes sociales, mientras desde atrás repetían el gesto del "fock you" que es la marca identitaria de su gurú, y una definición simbólica de lo que verdaderamente les importa la política.
Antes del 8N venían siendo desnudados en su espontaneidad, a poco que se fue conociendo la trama que está por detrás de los cacerolazos, y ya desde la anterior protesta desnudaron con crudeza su horfandad de representación política y además (esto es lo más importante) lo que verdaderamente piensan.
¿Es necesario recordar los testimonios que se recogieron en septiembre de lo que piensan y creen los cacerolos?
Claro que no, porque justamente a partir de la desnudez (para decirlo en términos de Lanata) de esos testimonios, es que desde el anterior cacerolazo vinieron "adoctrinando" (uy, que horror, parecen de La Cámpora yendo a las escuelas) a los cacerolos sobre como vestirse, que carteles llevar, como conducirse en la marcha y -sobre todo- que no hacer: esencialmente, no hablar con los medios.
No sea cosa que se notara que estaban desnudos, o que se vieran las costuras del sastre en la ropa: quien los manijea, quien los conduce (aunque no lo sepan), quien les dice que pensar.
Aunque muchos cacerolos no necesitan a un diario para ser lo que son, y pensar lo que piensan: en todo caso porque son lo que son y porque piensan como piensan, compran ese diario o miran ese programa de tele; como el de Lanata.
Que al parecer no repara en la desnudez neuronal de su tribunita de reidores compulsivos de chistes que no terminan de entender del todo (estaría bueno pedirles en los cortes que los expliquen), porque allí conviene que estén desnudos; o que deben ser cada vez más obvios, justamente para que los entiendan.
Lo que hizo Cynthia García desnudó lo que muchos conocemos a diario cuando nos cruzamos con el cacerolo promedio (aunque no haya ido a la marcha), pero que quedó expuesto ante las cámaras de la tele para todo el país (los picos de ráting de "6 7 8", el programa que nadie mira pero todos comentan, así lo demuestra); cuando la idea (y la orden) de los sastres mediáticos de los cacerolos desnudos era que no se viera.
Mostrar la protesta por todos los medios posibles, pero no dejar hablar a los que protestan, en nombre de su libertad de expresión.
Para que no quedara en claro que los que se inflaman el pecho proclamando su orgullo de ser protagonistas, son apenas extras de una película guionada y dirigida por otros; y encima extras que ni siquiera estaban habilitados a decir unas líneas, no sea cosa que reclamen cobrar el bolo.
Esa es la desnudez que quedó clara con el 8N, y evidentemente molesta a los cortesanos como Sarlo y Lanata, que vivieron halagando (con falsedad interesada) la espontaneidad de la convocatoria, el desinterés de los participantes y la generosidad de su reclamos.
Pero el que los vio y los oyó se dio cuenta que en realidad, los cacerolos estaban desnudos, y se mostraron tal cual son; y habrá que ver en el futuro si logran seducir a otros con lo que mostraron.
7 comentarios:
No pueden contener la violencia lo que completamente lógico.
La violencia se disipa si trabajás con sus causas de base. Todos tenemos dosis de violencia que van cambiando de graduación segíun lo que hacemos o no con ella.
Esta gente no hace nada, solo se esfuerza en contenerla un poco.
De ahí que en las colas de bancos o supermercados anden furiosos y a los gritos.
El 8N fue una gigantesca catarsis, pero a la realidad personal o social no la modifican las catarsis sino la elaboración de contenidos a partir de su tranferencia.
Estos sectores no transfieren contenidos a lugares donde puedan encarar una elaboración hacia mejor destino.
Están encallados en un lugar de alta negativida por confrontación.
Quiero decir; negatividad, mas allá de lo emocional de negar contenidos, los contenidos de nuestro proyecto.
Para seducir tenés que configurar un armado propio donde das respuesta a los contenidos.
Mas o menos;
-Voy a tomar estas medidas para frontar el tema de la delincuencia; a saber; y paso a desarrollarlas. Las pongo en la mesa y digo como haré ante tal o cual contingencia".
El tipo que me escucha y al cual le interesa una dirección contraria a la tomada por el gobierno me dirá;
-"A mi me interesa ir por ese lado, ahora digame; y si tal cosa? Y cuando le interponga la realidad o el oficialismo tal otra cosa? Para donde se arranca?..."
De eso, ni pistas todavía.
La exposición cruda que hicieron 6,7,8 y otros pocos medios que apoyan al modelo nacional de los desbordes imprudentes, golpistas y odiosos de los caceroleros en junio y setiembre, fueron capitalizados por los eternos desconformes con los gobiernos populares. Esta vez, previa refinación de imágenes y estilos por obra y gracia de las "espontáneas" consignas de los medios hegemónicos y de las redes sociales, esos mismos tipos odiadores salieron en una versión 3.0 más dietética. Tan desprovista de ideas propias que ante el original y atrevido requerimiento de Cynthia García surgieron oralmente los reiterados eslógans de la corpo mediática.
Libertad e Independencia, Defensa y Victoria, Triunvirato y Avenida de los Incas (Les Luthiers dixit). Y en medio de tanta innegable libertad reclamando libertad, la confesión de que muchos no se sienten representados por algún partido político.
Sin duda alguna, la multitudinaria manifestación está dirigida a una clase política que no tiene la menor idea de su verdadera responsabilidad. Ha estado tanto tiempo al servicio de los intereses del poder económico, ese que JAMÁS FUE ELEGIDO, que han olvidado su misión de políticos.
En cuanto al Kirchnerismo, está haciendo - con sus más y sus menos - aquello para lo cual fue nuevamente votado. De allí que se convierta en imprescindible que la variopinta fauna indignada por tantas cosas diferentes, consiga algún palenque político en el que pueda rascarse, so pena de convertirse en eternos parias de hoscas manifestaciones que sólo interrumpirán el tránsito sin lograr nada a cambio.
Pretenden "cambios" cuando en realidad lo que intimamente desean es un cambio de gobierno.
A pesar de todo, faltan 26 días para el 7D.
Saludos
Tilo, 71 años
Tilo: no hay forma que esta gente consiga quien la represente. Por una parte, porque el único que podría representar algunos reclamos sería Macri y no otro. Y por el otro, porque hacerse representar es seleccionar a los que quedan afuera y adentro de esa representación. Y ahí desnudarían que son un rejunte heterogéneo que lo único que los une es el odio al Gobierno.
cinthia garcia los cago a todos, mostro lo que son y como ,no piensan, la mina es una genia,la miraba y admiraba su valentia porque esa marcha era de odio y violencia y habia que esta ahi !! AGUANTE 6,7,8
Cintia garcia paso verguenza de lo lindo. Tuvo que reconocer que hay inseguridad, se hizo la boluda cuando le preguntaron cuanto cobraba con fondos publicos, se quedo sin palabras cuando una mujer le dijo que su padre no consigue remedios para el cancer culpa de las restricciones indiscriminadas de moreno, no pudo decir nada cuando un manifestante custiono el multimillonario e injustificado patrimonio de Cristina. Que canal vieron ustedes? Pobres infelices, como se mienten a ustedes mismos. Cordialmente, Ruben Gonzalez.
El señor Rubén Gonzalez es empleado de Clarín- El Litoral?, digo por los comentarios que deja. María García
María García: Soy un cuidadano común y corriente que tiene ojos para observar lo que realmente pasa en nuestro país y no lo que el gobierno quiere que creamos que pasa. No necesito ser empleado de Clarín o El Litoral para esgrimir argumentos que son irrefutables. Cintia García se la quiso dar de periodista aguda y quedó como una pobre noterira militante cuya única intención fue la de mostrarse ante Cristina como una martir de la causa, y quedo como una pelotuda, porque mucha gente que entrevistó la está pasando mal y le contestaron con la cruda verdad, ante lo cual no había mucho que Cintia pudiera hacer o decir. Sigan encerrados en su relato que hace agua por todos lados, como lo va a terminar haciendo la Fragata Libertad si el energúmeno de Twitterman y el bueno para nada de Puricelli siguen a cargo de las negociaciones. Tengan presente que se está terminando la platita para alimentar el relato y sin platita no hay relato que aguante...se muere por desnutrición. Saludos, Rubén González.
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