Leemos acá en La Capital los detalles de los anuncios hechos ayer por Bonfatti y Lamberto de las medidas que tomarían en la Policía de la provincia, al mismo tiempo que el gobernador anunció el veto parcial de algunos de los artículos de la ley de emergencia en seguridad que sancionó la Legislatura.
Las medidas incluyen desde la reorganización de la Policía en unidades territoriales más pequeñas, hasta la organización de una Dirección Provincial de Investigaciones (supuestamente el punto de partida para la creación de una futura Policía Judicial) y presuntas formas (no especificadas) de participación ciudadana en la selección de los jefes policiales.
Del resumen de las medidas que se anunciaron ayer que trae el diario del Loco Lindo, tomamos ésta imagen que refiere a una en particular, sobre un tema tratado muchas veces en éste blog:
Aunque leyendo lo que dice Lamberto pareciera que los elementos que se valorarán en los futuros concursos para los ascensos policiales, y la forma de conformación de los jurados que los tendrán a su cargo, son una ocurrencia del socialismo, ya explicamos muchas veces (por ejemplo acá y por última vez acá) que así establecido en la Ley 12.521, que data del año 2006 (último gobierno de Obeid).
Desde entonces transcurrieron 6 años sin que nunca se la pusiera en práctica convocando a concursos públicos y abiertos, con control civil, para dirimir los ascensos policiales; cinco de esos 6 años, en gobiernos socialistas: el de Binner completo, y el año que lleva Bonfatti en la Casa Gris.
Y no se la aplicó porque no se quiso, no porque no se pudo, aunque el ex Fiscal de Estado Barraguirre (ahora propuesto por Bonfatti como Procurador General de la Corte Suprema de Justicia de la provincia) sostuvo por escrito que la ley era de imposible cumplimiento: se ve que de repente, la imposibilidad desapareció como por arte de magia.
Si tardaron 6 años en firmar un decreto reglamentando una ley que ya regía cuando llegaron al gobierno, cabe pensar que los socialistas son muy ineficientes (lo que es indudablemente cierto), o que anudaron fortísimos compromisos con las sucesivas cúpulas policiales para que la ley votada en el 2006 nunca se cumpliera, porque a su amparo ellas perdían poder para manejar la fuerza.
Y ese compromiso sigue firme, aunque quedó resquebrajado a partir del escándalo Tognoli; que fue en todo caso el que desenyesó la mano de Bonfatti para firmar la reglamentación de la ley (algo que se anunció pero todavía no hizo), y empezar a resolver los ascensos policiales por concurso.
Y una prueba muy clara de que el compromiso político del gobierno provincial con las cúpulas policiales para dejarles un amplio margen de autogobierno sigue vigente, es el veto parcial que ayer anunció Bonfatti a la ley de emergencia en seguridad.
Porque cuestiones constitucionales aparte (que en abstracto podrían compartirse, hablando de la división de poderes), lo real es que el gobernador terminará vetando aquellos artículos de la ley que le exigen desplazar de inmediato a la actual cúpula de la policía provincial (empezando por el Jefe Sola, que fue Sub Jefe con Tognoli y compartió con él el manejo de Drogas Peligrsosas durante todo el gobierno de Binner); por estar involucrada en denuncias e investigaciones judiciales varias por connivencia con el narcotráfico y enriquecimiento ilícito, entre otras cuestiones; algo que el propio ministro Lamberto admitió en su anterior paso por la Legislatura.
Con el veto parcial y la negativa a separarlos de sus funciones, depurando la conducción cuestionada de una fuerza aun más cuestionada, Bonfatti les está dando un salvoconducto político que pone en tela de juicio la sinceridad de intenciones del socialismo de ir a fondo en la reestructuración de la Policía santafesina; y que en definitiva resiente la credibilidad política de todas las demás reformas anunciadas ayer.
Y hablando de concurrencias de Lamberto a la Legislatura, su paso de hoy por el palacio de las leyes es el verdadero motivo por el cual se apuraron los anuncios de ayer, o por el cual se sacó del cajón la reglamentación de una reforma votada hace seis años, y que sólo dependía de la firma (y la voluntad) de Bonfatti:
En línea con el discurso público de victimización, según el cual el pedido de interpelación de los bloques del PJ es una persecución al ministro (como si ese no fuera un rol de la oposición legislativa), el socialismo montó un show en la Legislatura, con el acompañamiento de todo el gabinete provincial a Lamberto: habrá que suponer que a los demás ministros no tienen nada mejor que hacer, que perder horas de su tiempo en un tema sobre el cual no tienen ninguna ingerencia directa.
Lo que no extraña que las gradas hayan estado llenas: con que sólo hayan ido los 804 funcionarios y asesores del gabinete provincial, bastaba para conseguirlo.
2 comentarios:
Como no le avisaron a Corral que se hiciera acompañar por sus 183 (cientos ochenta y tres) funcionarios del Gabinete y así como sociedad (cívico-socialista) andaban alrededor de los un mil inútiles rentados.
Si venían los rosarinos, con Mónica a la cabeza, se hubieran tenido que conformar con la plaza Italia.
Los socialistas ya no tienen recato ni siquiera prurito, ayer al mejor estilo Moyano-Micheli, se fueron todos a la Legislatura a apoyar las mentiras del Ministro Lamberto respecto de las medidas adoptadas en seguridad y lucha contra el narcotráfico. Claro que con las chapas que les paga Galassi, no lo piensan 2 veces y encima ellos tan respetuosos salen a proferir insultos.
Pero para estos cacerolos socialistas con Hermes Binner a la cabeza, parece que no les entran las balas, porque conviven con la delincuencia política y policial.
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