Leemos en el diario del Loco Lindo que una delegación del Concejo municipal (incluyendo a concejales del oficialismo y de la oposición) se trasladó a Buenos Aires para reunirse con los integrantes de la UTE que es la única oferente en la licitación para el traslado del puerto de Santa Fe; con la excepción de Silvina Frana, que no participó de la reunión.
Una licitación que aun no ha sido adjudicada por el gobierno provincial, lo que implica que -a esta altura del partido- la UTE en cuestión y las empresas que la forman, no tienen ningún vínculo formal con el Estado, ni ninguna responsabilidad concreta en el proyecto del traslado del puerto.
Un detalle que parece haber pasado inadvertido para la concejales, incluyendo los del PJ que participaron (a los que nos interesa dirigir nuestra reflexión: los demás que hagan lo que les plazca); que tampoco entraron en demasiadas consideraciones sobre lo flojitos de papeles que vienen alguno de los integrantes de la UTE como apunta acá Barricada, cuestiones ambas que -entendemos nosotros- ameritaban ser un poco más prudentes en los gestos públicos en torno a este tema.
Como por ejemplo no haber sobreactuado la adhesión al proyecto de traslado yendo al pie del consorcio a Buenos Aires, en lugar de convocarlos formalmente al cuerpo como corresponde; una vez que fueran formalmente los adjudicatarios de la licitación.
Es inevitable asociar ese gesto con la intención de despegarse del sambenito echado a rodar por el Frente Progresista y el círculo rojo santafesino, sobre que el verdadero propósito de la comisión de Diputados que preside Leandro Busatto y que investiga la gestión de Vorobiof en el Ente administrador del puerto santafesino, es sabotear el proyecto de traslado.
Como es inevitable asociarlo con la porongueada de Gustavo Víttori en la comisión (a la que asistió sin haber sido convocado a declarar), para "emplazar" a los diputados a recibir a los miembros de la "Mesa de Entidades Productivas" para ratificar públicamente que al investigar a Vorobiof, no se proponen tumbar la licitación del traslado del puerto. Lo mismo que decían tales "fuerzas vivas" cuando se conocieron públicamente las denuncias contra Vorobiof (ver acá).
Un insólito ultimátum solo concebible de parte de quienes se han acostumbrado por años a gobernar sin ser electos para ello, marcándole la cancha y los tiempos a la política; y que omite además que en el proceso de traslado del puerto de Santa Fe el Estado (nacional y provincial) está invirtiendo gran cantidad de recursos públicos, incluyendo algunos que le correspondía originariamente aportar al Ente portuario, donde están representando los sectores privados.
Los concejales del PJ han sido muy críticos de la gestión de Vorobiof y -sobre todo- del desempeño del representante municipal en el Ente, Chemes; cuya renuncia han pedido, y cuyo paso por la comisión de Diputados para declarar dejó perfectamente claro que si algo no defendía en su seno, era el interés público, en éste caso el del municipio.
Precisamente por eso, no debieron haberse dejado correr con la vaina por radicales y socialistas en éste tema, cuando pretenden que lo de Vorobiof se reduce a algunas desprolijidades y vueltos que quedaron en el camino de un loquito que se cortó solo; como si no hubiera tenido todo el respaldo de la gestión municipal y del radicalismo local, hasta un segundo antes de que su situación judicial se tornara insostenible; y aun hoy Corral reivindica en público su gestión en el puerto.
Porque los concejales celebran la asunción de su reemplazante y su apertura a brindar información, pero sin embargo hasta ahora no se supo que el nuevo funcionario haya dispuesto medida alguna en el manejo del Ente portuario -recogiendo por ejemplo las recomendaciones de la propia Sindicatura General del gobierno provincial-, para evitar que cosas como las que se le atribuyen a Vorobiof se vuelvan a repetir.
Mas aun cuando el diseño del Ente (con participación de sectores privados, que en muchos casos han actuado de los dos lados del mostrador) y su funcionamiento efectivo tampoco garantiza que no pasen cosas similares en el puerto en su nuevo emplazamiento; cuando tendrían que controlar a la eventual concesionaria.
Reiterando lo dicho en su momento acá, es necesario de una buena vez que el peronismo santafesino encuentre su propio rumbo y su propio perfil; sin jugar el juego que proponen otros, donde lleva siempre las de perder.
3 comentarios:
Una aclaración compañeros: la concejala Silvina Frana no participó de la reunión
Es verdad, lo dice la nota. Ahí lo aclaramos, gracias.
La rosca socialistas radicales sabe que la UTE que se va a quedar con la explotación del Puerto no califica en los estándares exigibles, por eso busca darle un impulso desde la política y justificar la adjudicación a un privado armado desde adentro del propio puerto y con la connivencia de lo que el blog llama el "circulo rojo". La actitud de los concejales peronistas rápidamente debe rectificarse y de manera pública, porque si no deben asumirse como funcionales a esos poderes locales constituidos, actitud para nada extraña, miren Massa, De la Sota, Solá, Reutemann.
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