LA FRASE

"CON CRISTINA FALTABAN VASITOS DE STARBUCK'S, AHORA NO VA A HABER YERBA MATE, ES ARGENTINA Y HAY QUE ACOSTUMBRARSE A QUE ESTAS COSAS PASAN." (LUIS CAPUTO)

miércoles, 11 de diciembre de 2024

TWEETS POLÉMICOS

 

martes, 10 de diciembre de 2024

ES EL PODER, ESTÚPIDO

 

Después de 62 años de vigencia, la Constitución de la provincia sancionada cuando el peronismo estaba proscripto va a ser modificada el año que viene: Pullaro consigue así lo que no consiguieron ni los ocho gobiernos provinciales del peronismo (o por lo menos los que en su nombre llegaron a la Casa Gris) que gobernaron Santa Fe desde entonces, ni los tres gobiernos del socialismo y sus aliados bajo la marca Frente Progresista.

En realidad, el actual gobernador quedó a tiro de impulsar la reforma constitucional con la posibilidad de ser reelecto (después llegado el caso la gente decidirá, Macri y De La Rúa también la tuvieron) el mismo día en que fue elegido con más de un millón de votos, obteniendo mayoría y quórum propio en ambas Cámaras de la Legislatura provincial. 

El mismo día en que -con esos mismos números- el peronismo fue duplicado en votos, y quedó más balcanizado y reducido a la impotencia de lo que ya estaba. Y en consecuencia quedó a tiro de no poder impedir ningún intento del oficialismo en general para nada, y en particular para reformar la Constitución.

En éste primer año de gobierno el gobernador jugó áspero, a los flejes y a fondo: logró sancionar siete leyes de emergencia (en seguridad, salud, educación, acción social, penitenciaria, la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento y previsional), modificar el régimen jubilatorio con un ajuste como no se conocía desde hace décadas, ampliar el número de miembros de la Corte Suprema y forzar dos renuncias en el tribunal para crear en él una mayoría automática propia, cesantear montones de empleados públicos e imponer paritarias a la baja y reinstalar el presentismo docente, casi sin resistencias ni costos.

Si Pullaro quisiera, podría cerrar la Legislatura porque no la necesitará hasta el final de su mandato, pudiendo prorrogar el presupuesto por decreto cada año, como lo está haciendo Milei en la nación. Y se hizo tiempo para reforzar aún más el control que la UCR (y en menor medida el socialismo) ya tenía sobre la justicia provincial modificando a su gusto la reglamentación del Consejo de la Magistratura, creando una Cámara de supervisión de la ejecución de las penas en la que colocó (y así lo dijeron él y sus funcionarios) jueces que respondan a las políticas trazadas por el Poder Ejecutivo.

Resumiendo: la ciudadanía le dio el poder con su voto, y el tipo lo está usando, sin detenerse a pensar si lo hicieron con el sentido con el que él lo está interpretando, o con otro. De hecho, sus medidas agredieron a buena parte de su propia base electoral (docentes, empleados públicos, judiciales), y no parece que esté pagando muchos costos por eso.

Y lo hizo desde las filas de la UCR, el partido que cuando es oposición nos corre a nosotros con el verso de la calidad institucional, los diálogos y consensos, los límites al poder, los equilibrios y contrapesos institucionales, y cosas así. O que cuestiona cosas parecidas (y a veces ni de cerca tan graves) si las hace Gildo Insfrán, o cualquier otro gobernador peronista o intendente del conurbano.

Pero el problema no es de él, que ni siquiera lo ve como problema, aun cuando en el colmo del cinismo diga que está de acuerdo en el fondo con Milei pero no comparte sus formas, cuando aplica las mismas, o peores. El problema es nuestro, que cuando tenemos el poder, no lo ejercemos honrando los votos que nos lo dieron, y haciéndolos valer.

Como pasó con el gobierno de Alberto, cuando nos explicaban todo el tiempo que "no daba la correlación de fuerzas", como si esta fuera estática o no se pudiera forzar. O como -incluso en tiempos de Cristina- nos enredábamos en debates estériles sobre las formas con gente que, mientras nos acusaba a nosotros de querer "ir por todo", cuando tiene la mínima oportunidad de ejercer el poder, hace lo que está haciendo Pullaro. 

Al menos a escala municipal o provincial: desde De La Rúa para acá (el recuerdo no es casual) los radicales no logran convencer a la ciudadanía de que pueden gobernar el país sin ponérselo de sombrero, y deben ir como furgón de cola de otras expresiones de la derecha como Macri o Milei. Pero aun así en ese rol secundario (como se puede comprobar con la actuación radical en el Congreso en éste gobierno), dan claras muestras de cuanto les interesan -llegado el caso- las instituciones, la república o ponerle límites al poder.

A ver si aprendemos algo para la próxima. Sobre ellos y sobre nosotros. 

lunes, 9 de diciembre de 2024

LA NAVIDAD DE PABLO

 

No va a ser justo desde el peronismo que critiquemos que se reparta sidra y pan dulce para navidad, esa cosas se las dejamos a los gorilas. Siempre teniendo en claro que Perón además de repartirlos, hacía otras cosas, como reconocerles derechos a los trabajadores, mejorarles el salario y las perspectivas de progreso a ellos y sus familias, garantizarles la salud y la educación (incluso universitaria) gratuitas.

Sin eso, entregar comida o cosas para las fiestas (cosa que han hecho todos los gobiernos) se parece bastante a lo que describe León Gieco en "La Navidad de Luis": un remedo culposo de las políticas para erradicar la pobreza que falta, no llegan a los que tienen que llegar, o simplemente no alcanzan.

Dicho esto, nos llamó la atención el reparto de productos navideños que el gobierno de Pullaro (a través del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano) le acaba de habilitar al intendente de Rosario, Pablo Javkin, por 350 millones de pesos; a través del “Programa de Ayudas Directas, Urgentes y/o Complementarias: ACCIONAR”, creado en el gobierno de Lifschitz.

Según se dijo al crearlo -y lo reitera la resolución de Victoria Tejeda- "...el referido Programa tiene como objetivo la sistematización de acciones de ayuda social bajo la concepción de promoción y protección de derechos, comprendiendo no sólo la noción de persona, sino que incluya a la vasta gama de grupos poblacionales que forman la compleja y heterogénea realidad social y que por lo tanto dé respuestas a las necesidades que surgen por motivos de Urgencia generadas por diferentes causas y/o que complemente acciones que otros programas estables no pudieron prever para dar una respuesta inmediata y directa a situaciones de vulnerabilidad, necesidad o carencia que el Estado se proponga cubrir;...". 

O sea, no pudieron prever que llegaban las fiestas y hay gente que no tiene para comprar un budín o una garrapiñada, digamos; eso los sorprendió y tuvieron que buscarle una solución urgente al problema.


Sigue explicando la resolución que le transfiere los 350 palos a Papá Noel Javkin "...que son objetivos específicos del mencionado Programa dotar de herramientas jurídicas ágiles y efectivas a los fines de responder a diversas instancias de carencias URGENTES, en el sentido que no pueda darse respuesta con celeridad a través de otros programas estables con que cuentan las diversas áreas de la jurisdicción y/o COMPLEMENTARIAS en el sentido que vienen a complementar a situaciones puntuales que otros programas estatales no pudieron prever y se hace imperioso actuar en beneficio de los ciudadanos, en forma individual o colectiva, motivadas por diversas coyunturas que generen necesidades, basado en la Promoción y Protección de Derechos, bajo una concepción de integralidad y de intersectorialidad, contando con un “modelo de gestión que esté constituido por acciones y prestaciones sociales ejecutadas y coordinadas por el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, que permita interactuar con todos sus organismos internos y coordinar con otras áreas de gobierno, en tanto tengan la posibilidad de gestionar ante la inmediatez, acciones destinadas a los sectores poblacionales de mayor vulnerabilidad social y que requieren de intervenciones que mejoren su calidad de vida y la de su comunidad;...".

Ahí tienen: y ustedes pensando que se trataba de una simple entrega clientelar de sidra y pan dulce entre los más pobres, no señor: es algo mucho más complejo, no van a comparar con esas cosas de peronchos. Porque además se precisa que "...el subsidio se tramita en favor de la citada Municipalidad, siendo sus autoridades a quienes le compete evaluar la necesidad de su comunidad, decidir quienes presentan las situaciones prioritarias a atender, entendiendo que para esto han analizado los antecedentes y el cumplimiento de los requisitos, para dirigir hacia ellos la asistencia, obrando además el informe pertinente de la Trabajadora Social;...".

O sea: al parecer la provincia a través de su Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano no cuenta con información precisa y detallada sobre la población con necesidad básicas insatisfechas en la ciudad de Rosario, ni tiene medios o estructura como para conseguirla por sí misma, y por eso delega la tarea en el intendente...para repartir pan dulce. Que suerte que pasó la pandemia y no hay que volver a montar un operativo de vacunación masiva, o algo por el estilo. 

Y lo último para destacar es preguntarse que va a pasar si al gobierno de Pullaro se le ocurre generalizar estas "soluciones creativas" a todos los municipios y comunas, al menos a los del palo oficialista. Porque los 350 millones que le dan a Javkin para jugar a Papá Noel los sacan (según podemos ver abajo en la planilla anexa a la resolución) de los programas alimentarios del Ministerio, que como bien sabemos deben tener partidas de sobra, como para regalar, y que no necesitan ser reforzadas

domingo, 8 de diciembre de 2024

TWEETS POLÉMICOS

 

sábado, 7 de diciembre de 2024

TWEETS POLÉMICOS

 

viernes, 6 de diciembre de 2024

POR ENCIMA DE LA LÍNEA

 

En la Argentina se habla mucho de la pobreza: como se mide, cuantos pobres hay, si sube o baja, que políticas o gobiernos la hicieron crecer o bajar. En el discurso, les preocupa a todos: Macri hizo campaña en el 2015 prometiendo alcanzar la "pobreza cero", y Milei basa su cruzada contra el socialismo en que son "zurdos empobrecedores". 

De lo que no se habla tanto (casi nada) es de la riqueza y de los ricos: quiénes son, cuan ricos son, como y por qué se hicieron ricos. Y menos que menos se habla de la relación directa y necesaria que hay entre las dos cosas: en el capitalismo salvaje que vivimos, para que haya (pocos, cada vez menos) ricos cada vez más ricos, es imprescindible que haya pobres (cada vez más, y cada vez más pobres).

De los pobres sabemos mucho, o nos cuentan bastante: quien los manipula políticamente o los emplea como mano de obra clientelar, ellos pueblan las cárceles o son la carne de cañón de la violencia en todas sus formas, y no pocas son tildados como los causantes de su propia desgracia: son vagos, son pobres porque no quieren progresar, no trabajan porque no quieren.

De los ricos solo sabemos -a veces- lo que ellos mismos nos quieren contar a través de las revistas de la farándula, y de la mayoría de ellos no conocemos ni los rostros, ni los nombres. Sin embargo, siempre están ahí, al acecho, en todos los gobiernos: son los que firman comunicados pidiendo "reglas de juego claras y estables para invertir", "reducir la presión fiscal" o "modernizar la legislación laboral". Son también los que siempre convocan al sacrificio social (que ellos no hacen) como condición inexcusable para poder progresar y superar las crisis.

No los vota nadie pero gobiernan siempre, con todos los gobiernos, aunque jamás aparezcan porque prefieren permanecer entre bambalinas. Están presentes en la génesis de todas las crisis que hemos padecido, pero jamás asumirán sus responsabilidades, y les sacarán provecho a todas: devaluaciones, hiperinflaciones, recesiones, tarifazos, fugas de capitales, vaciamientos, estatizaciones de deudas privadas, pesificaciones asimétricas, leyes de bienes culturales, blanqueos de capitales, moratorias impositivas y exenciones fiscales los van a contar siempre anotados en el listado, en primera fila.

Esta semana se publicó (no se hacía desde 2020) la lista Forbes de los millonarios más millonarios del mundo, y entre ellos, los argentinos. Acá pueden acceder en Ámbito Financiero al listado con los 50 ¿compatriotas? más acaudalados.   

Los números son impactantes: entre los 50 acumulan una fortuna de 78.000 millones de dólares, de los cuales 41.700 millones los suman solo entre los 10 primeros, un listado selecto que encabeza Marcos Galperín y en el que figuran Hugo Sigman, Eurnekián, Paolo Rocca, los Pérez Companc, Bulgheroni y los Roemmers, entre otros: laboratorios, petroleros, siderúrgicas, constructoras, plataformas virtuales, "unicornios", los ganadores del modelo, de éste y de todos los anteriores. Desde 2020 hasta el año pasado (al cual corresponde el relevamiento) las fortunas de estos mega-millonarios crecieron un 68 %, en dólares.

Esos apellidos nunca van a aparecer asociados a causas judiciales, hechos de corrupción o pedidos de "ficha limpia", y si por alguna razón aparecen, de inmediato se las ingenian para desaparecer, como en la causa "cuadernos". Porque en la Argentina siempre hay corruptos, pero no corruptores, coimeros pero no coimeadores: un fenómeno curioso. Nunca son el blanco de ninguna cruzada moralizadora, ni el objetivo de ninguna ONG dedicada a la transparencia y coso. 

A la inversa, en el listado no aparecen dirigentes políticos ni funcionarios públicos, de ningún gobierno, y no se trata de negar que exista la corrupción política (ahí está el bolso del senador Kueider para recordárnoslo), sino de ponerla en su justa dimensión: ni sumando todos los latrocinios (presuntos o reales) de la política con los que nos abruman a diario, llegamos ni por asomo a los 8500 palos verdes de fortuna personal declarada de Marcos Galperín, construida en buena medida a través de exenciones fiscales, o sea con la nuestra.

La invisibilización de la riqueza es necesaria para la perpetuación de un modelo en el que ella es consecuencia directa y necesaria de la brutal desigualdad, y por ende revertir ésta supone -entre otras cosas- poner sobre el tapete aquélla. No intentar "seducirla" con políticas ofertistas de rebajas de impuestos, RIGI, o reformas flexibilizadoras para abaratar el costo de la mano de obra (transfiriendo salarios a la renta del capital), compitiendo desde la política para ver quien resigna más recursos públicos (es decir, de todos) para seducir al capital.

Con mayor razón desde el peronismo, donde no debería haber otro asunto de mayor importancia. Si es que todavía -como dice la marcha- seguimos buscando "que reine en el pueblo el amor y la igualdad". Tuits relacionados: 

jueves, 5 de diciembre de 2024

TWEETS POLÉMICOS