Hagámonos cargo de la parte que nos toca: al puente entre Santa Fe y Santo Tomé lo prometimos nosotros hace mucho tiempo (fue el propio Néstor Kirchner, cuando terminaba su mandato), y se firmó un convenio con la provincia para que ésta hiciera la autovía de la Ruta Nacional 19, a cambio del viaducto. La ruta se hizo, el puente y no, y es una deuda que arrastramos por años, y que seguramente nos costó perder bastantes votos en Santa Fe y su zona de influencia.
Por entonces los que hoy son parte del gobierno nacional (radicales y el PRO) se unían al socialismo en la queja contra el gobierno nacional por la discriminación a Santa Fe, supuestamente por estar gobernada por un signo político diferente al del gobierno nacional. Una queja que en muchos casos era infundada, pero en éste puntual no.
Desde que asumió Macri, Corral asumió de hecho el rol de una especie de “gobernador paralelo” a Lifschitz, proponiéndose como “mediador” entre la provincia y la nación, para destrabar gestiones de Santa Fe ante el gobierno nacional buscando financiamiento e inversión en obras, entre otras cuestiones: nuestro lord mayor se jacta de eso, y de los grandes éxitos en la materia, que se deberían a que él no tiene empachos en adherir a “Cambiemos”; a diferencia de otros radicales.
Sin embargo, se empezaron a conocer los números finos (la “letra chica”) del presupuesto nacional 2017 que Macri envió al Congreso, y empiezan las sorpresas: tal como lo dice el amigo Marcucci en la imagen de apertura, y se puede ver acá en el cuadro respectivo, no está incluida la obra del puente entre Santa Fe y Santo Tomé. ¿Acaso una devolución de gentilezas a Fabián Palo Oliver, el ex intendente de Santo Tom é, por ser uno de los más críticos del gobierno de Macri y la alineación de la UCR con “Cambiemos”?
No es la única: pese a que los trabajos a cargo de Vialidad Nacional se llevan el 83,65 % de la inversión prevista para el año que viene por el gobierno de Macri en Santa Fe (en obras encaradas por el Estado nacional), no hay casi ninguna para todo el centro-oeste provincial, excepto las tareas de mantenimiento y conservación de las rutas nacionales que atraviesan nuestro territorio.
Y la proyectada autopista entre Rosario y Rufino por la Ruta 33 (en pleno triángulo sojero de la pampa gringa, zona de fuerte apoyo a Macri en las elecciones) se llevaría $ 422.844.091, casi la cuarta parte del total de la inversión prevista. Otros 289 millones son para la continuidad de las obras en la Avenida de Circunvalación de Rosario iniciadas en el kirchnerismo, o sea que entre las dos se llevan casi la mitad de los fondos de obras en rutas.
Pero hay más sorpresas aun: las obras de acceso a las nuevas instalaciones del puerto de Santa Fe, el puente entre Santa Fe y Paraná y la autovía Recreo-San Justo por la Ruta 11 que tenían asignados fondos éste año y los venideros desde el presupuesto 2016, fueron directamente borradas; y los departamentos del norte provincial no ingresaron al promocionado “Plan Belgrano”, del que nos ocuparemos en otra entrada. Tampoco hay obras en el gasoducto del NEA, ni en el troncal ni en los ramales secundarios que abastecerían a las localidades del norte provincial.
Supongamos que en los primeros dos casos la decisión obedezca a que el proyecto de traslado y construcción del nuevo puerto está en el limbo (pese a que el “círculo rojo”
local hace lobby para que se concrete, como sea), pero en el otro (la autovía hacia el norte por la Ruta 11) se trata de una iniciativa de Barletta y otros referentes locales de la UCR, que pese a “traficar influencias” en la Rosada, quedaron pintados; o les iba mejor con el kirchnerismo, a juzgar por los números.
Como dato de color, en las obras identificadas por el gobierno provincial para el publicitado “Plan Norte” de acuerdo con el Decreto 1971 del 3 de agosto figuran (con el Nº 19 y 20) el puente Reconquista-Goya y la autovía de la Ruta 11 desde Santa Fe hasta el límite con el Chaco, ninguna de las cuáles está contemplado en el presupuesto nacional para el año que viene que discute el Congreso.
Para poner las cosas en perspectiva, los $ 1.716.431.711 que invertiría el gobierno nacional en Santa Fe en obras ejecutadas por sus reparticiones, deben contrastarse con los $ 2.622.900.000 (un 52,8 % más) que recibirán la provincia y sus municipios y comunas por transferencias del Fondo Federal Solidario (FFS) que fuera creado por el Decreto 206/09 de Cristina, y se conforma con un porcentaje de la recaudación de las retenciones a las exportaciones de soja y sus derivados.
Como esas partidas sólo se pueden utilizar para hacer obras de infraestructuras de acuerdo al decreto, la conclusión es muy sencilla: se harán más obras en Santa Fe el año que viene por una medida del gobierno anterior, que por las decisiones de la actual gestión.
Una medida (el fondo sojero) muy resistida en la provincia por los sectores que hoy son gobierno; que apoyaron en su momento a las patronales del campo en el conflicto por las retenciones móviles, pese a lo cual esos recursos solventaron más de la mitad larga de las obras que encararon las gestiones del Frente Progresista.
Recordemos además que esos recursos del FFS podrían ser mayores aun si el gobierno de Macri no hubiera tomado la decisión (a poco de asumir) de rebajar en cinco puntos las retenciones a la soja, pero también podrían ser menores si cumpliera su promesa de campaña de rebajarlas otro cinco puntos el año que viene.
1 comentario:
Macri muerde la mano del que le da de comer...
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