LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

jueves, 7 de julio de 2022

NO GASTAR PÓLVORA EN CHIMANGOS

 

Un par de días después de que Omar Perotti ganara las elecciones a gobernador de la provincia en 2019, analizábamos nosotros en ésta entrada la situación en la que quedaba entonces el socialismo -derrotado en la candidatura de Bonfatti- tras 12 años de haberla gobernado hegemonizando además el Frente Progresista en desmedro de la UCR. 

Tras volcar los datos de las consecuencias que los resultados de las urnas arrojaban en términos políticos, concluíamos en que eran "Datos que marcan una línea continua de declive electoral, político y de espacios de representación de un partido que nació municipal porteño, habilitó una sucursal municipal santafesina con éxito para proyectarse a la provincia durante algunos años, que desperdició sin poder afianzarse territorialmente en Santa Fe (a lo largo y a lo ancho de su territorio), ni mucho menos proyectarse a nivel nacional como una fuerza en condiciones de terciar en la disputa con alguna chance más o menos cercana de éxito. Salvo cambios sustanciales de mediano plazo que no se avizoran en el presente (entre ellos, remover a la gerontocracia que conduce el partido como un club de bochas, sin demasiada discusión interna, aunque no exento de puteríos), tienen cantado el mismo destino del Partido Demócrata Progresista: una lenta pero paulatina extinción.".

De allí para acá se sucedieron su acompañamiento a la fórmula presidencial Lavagna-Urtubey que obtuvo el 6 % de los votos, los fallecimientos de Binner y Lifschitz y una nueva derrota electoral, en éste caso en las legislativas nacionales en las que apenas arañaron el 11 % de los votos; de resultas de lo cual tienen apenas dos diputados que vegetan en un bizarro e inverosímil interbloque que comparten con Florencio Randazzo y Graciela Camaño.

Y también pasó -y viene pasando- que transcurrieron dos años y medio de mandato de Perotti en la provincia en los que el socialismo viene ensayando un insólito ensayo de gobierno alternativo desde la Legislatura, con su propio "gabinete en las sombras" y todo: un conjunto de cráneos inmunes a los resultados electorales, que parecen tener respuestas para todos los problemas y mejores soluciones que las que ensaya el gobierno del PJ y sus aliados, sin acertar a explicar por qué no las pusieron en práctica en sus 12 años de gestión, y terminaron perdiendo las elecciones; hecho que claramente no pueden metabolizar.

No está mal recordar que, desde esa nube de pedos política, le negaron a Perotti la declaración de la emergencia sanitaria hasta que la irrupción de la pandemia la hizo imprescindible, y reveló que los famosos "ocho hospitales" no tenían camas críticas de terapia intensiva ni respiradores y hubo que montarlos; así como también le negaron la declaración de emergencia en seguridad hasta que la terminaron votando dos veces, por el incremento del delito. 

Tampoco está de mal recordar que éste mismo año el presupuesto provincial no fue votado en tiempo y forma por obra y gracia de la mayoría que tiene el socialismo en Diputados, así como que el presupuesto del 2020 fue elaborado por Lifschitz, sin consultar con la que ya entonces era gobernador electo. Hechos que demuestran que ésta gente no conserva peso electoral ni predicamento político (o si lo tuvieron, lo han ido licuando con los años), pero sí cierto poder de daño para obstaculizar la gestión, y no más que eso.

Por estos días han planteado como nuevos ejes de la discusión el acuerdo firmado por Perotti con el gobierno nacional por el pago de la deuda que surge del fallo de la Corte, y la localización del Puerto de la Música, que el gobernador ha anunciado que se hará, pero en Granadero Baigorria y no en Rosario como estaba previsto originalmente.

En ambos casos es curioso observar como la dirigencia del socialismo no parece tomar nota de que "pasaron cosas", ya no están en el gobierno, y ni siquiera son la principal fuerza opositora al peronismo en la provincia, aunque su autoacuartelamiento legislativo basado en los números de la elección del 2019 y la magia de la boleta única les hagan suponer lo contrario. Sostienen que ellos hubieran negociado mejor el pago de la deuda que Perotti, pero en los cuatro años del gobierno de Lifschitz que transcurrieron desde el fallo de la Corte dándole la razón a Santa Fe no lograron ningún avance en la materia, incluso cuando en 2017 firmaron el pacto fiscal con Macri resignando recursos, con la promesa de que el problema de la deuda sería resuelto.

Y que decir del famoso "Puerto de la Música": primero reiterar lo dicho en su momento al respecto acá, y que pueden leer consultando la etiqueta respectiva a la derecha del blog: una obra faraónica que no está -en nuestra opinión- ni de cerca entre las más prioritarias en una provincia con muchas necesidades, conclusión que no cambia porque ahora la proponga el gobierno que votamos. Pero dejando de lado opiniones y gustos personales, es insólito que desde el socialismo se critique la decisión de Perotti de llevar adelante un obra que ellos mismos consideraron "emblemática", solo porque no se hace en Rosario "como lo soñó Binner", o porque llevándola a Granadero Baigorria no se cumple con el "plan estratégico" que el socialismo aprobó para Rosario en 1998, cuando gobernaba la ciudad. 

Argumentos tan insólitos que ni siquiera merecen discutirse, porque en realidad lo que está pasando es otra cosa, que no tiene que ver con deudas ni con puertos: sucede que se viene gestando desde un tiempo a esta parte lo que llaman eufemísticamente "frente de frentes", y no es más que una nueva versión de la Unión Democrática: un rejuntado gorila para ganarle al peronismo, como intentan siempre, acá y en la nación. Y en esa movida, el socialismo viene quedando atrás primero porque tiene que saldar la discusión interna al respecto (debe ser entre los partidarios del bombardeo a la Plaza, y los de los fusilamientos de los basurales de José León Suárez, porque si hay algo que allí no se discute es el antiperonismo), y segundo porque su actual volumen electoral lo pone a la cola en el reparto de cargos y candidaturas, y ya no tienen la sartén por el mango como en los tiempos en los que aportaban los candidatos competitivos para disputar las elecciones: en un aspecto, cosechan lo que sembraron cuando la tuvieron.

Y lo que están tratando de hacer -confrontando con el gobierno de Perotti con cualquier excusa y argumento- es subirse el precio, de cara a esa negociación. Estaría bueno que desde el gobierno y el PJ provincial no se les hiciera el juego, gastando la pólvora en chimangos; cuando hay cosas más urgentes e importantes de las que preocuparse. Tuits relacionados: 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo al Puerto de la Música lo haría.
Haría varias maquetas para regalárselas a las viudas de Binner.
Lindas maquetas y un ahorro monumental.
El Colo.

Anónimo dijo...

Si Niemeyer (comunista) ofrecio su Puerto de la Musica a Rosario y no a otra del pais, fue porque era la unica metropoli donde gobernaba el "socialismo", ademas basu su proyecto en base al espacio asignado en la barranca rosarina, pegada al rio, donde puede reflejarse en el agua, tal es asi, que los colaboradores de Niemeyer, que se hicieron cargo de su estudio, se niegan al traslado de su lugar original.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

Claro, porque el socialismo rosarino es re comunista, como sabemos. Los colaboradores del tipo no viven acá, y ya cobraron por su trabajo. De ahí en más, deberían cerrar el orto.

Anónimo dijo...

creo que esta claro que significa:

"socialismo"

por algo estan puestas las comillas....