(*)
Hay que desbaratar ya mismo
la falsa idea de que la presidenta está del lado del Bien y que es una víctima
de algo tan insaciable como “las corporaciones” representadas por el Grupo
Clarín, los periodistas críticos y los jueces independientes. (¿es como si
una idea fuera una banda de asaltantes, o un mecano?) Hay que salir a
aclarar una vez más que Ella y los dirigentes de organismos de derechos humanos
y los artistas que estuvieron el domingo en la Plaza de Mayo no son quienes
están del lado heroico de la historia (bueno, convocá, ¿adónde y a que hora
nos juntamos?) y todos los demás
son la derecha, los malos, los poderosos, los conservadores, los golpistas y
los que tratan de impedir que desde la Casa Rosada se consume algo parecido a
una revolución. (y los pelotudos, no te olvidés de los pelotudos, que es la
columna que tenés que encabezar vos)
Quizá muchos de los que
participaron del festejo no espontáneo y estaban en el escenario desde donde
Cristina Fernández habló se encontraban allí por convicción, (espontaneidad,
convicción, todas categorías fundamentales para el análisis político; ojo,
abajo del escenario había como 400.000 personas eh, es un detalle, manejálo) pero
estoy seguro de que muchos otros lo hicieron por interés, por conveniencia (dos
argumentos perfectamente razonables: atender al propio interés y a la propia
conveniencia, de hecho, el capitalismo está organizado sobre esas premisas, sin
ir más lejos) o porque estaban sumidos en la intrascendencia (como
Federico Luppi, Grandinetti o Leyrado, que no los llaman para hacer nada) y
un buen día Él y Ella les dieron la posibilidad de ingresar en los libros de
historia que ya mismo están escribiendo para la posteridad. (¿son de 500
páginas, como los tuyos, que no están destinados a la posteridad sino a ser
vendidos ahora?) Se sabe que algunas organizaciones humanitarias y ciertos
dirigentes (“se sabe”, “algunas”, “ciertos”, ay Majul, andá aunque sea a una
Pitman donde den cursos de periodismo) fueron beneficiados o prostituidos
con dinero del Estado. Los fallidos proyectos de Sergio Schoklender (depende,
las casas se hicieron y el tipo se levantó un fangote, o sea que lo de
“fallido” es un fallido tuyo) y el desmesurado apoyo a Milagro Sala en
Jujuy, (¿por qué “desmesurado", cual es el cupo legal de apoyo a
organizaciones sociales?) sin control ni auditoría, son sólo dos ejemplos
de una política sistemática de cooptación de referentes sociales y de derechos
humanos. (que involucró por ejemplo a Baltazar Garzón, Miguel Angel Estrella
o Juan Gelman, que no recibieron nada, pero bueno) También es evidente que
muchos de los artistas que bailaron y cantaron junto a Cristina Fernández se
sienten agradecidos por decisiones oficiales que favorecieron el ejercicio de
su actividad. (¿y si eso es evidente, que tiene de malo que estuvieran
allí?, vos por ejemplo no estabas porque hace años te sacaron los millones de
pauta que recibías, sino matabas a codazos a todos para subir al palco) Pero al mismo tiempo muchos de los que estuvieron allí
tienen como su principal ingreso contratos y subsidios pagados con el dinero del
Estado, lo que no hace tan genuina, militante ni heroica su participación en
semejante manifestación. (ah, o sea que todo lo que vos escribiste mientras
cobrabas pauta oficial hay que olvidarlo, o no creerlo)
La estruendosa posición de Fito Páez sería más digerible (¿estás
hablando de su posición, o de cómo canta?) si no cobrara el cachet que
embolsa por cantar en otros actos como el del domingo. (¿como lo que le pagó
Bonfatti por cantar en el monumento a la bandera?) Él desmintió que lo haya
hecho durante el último, (y vos no te tomaste el trabajo de averiguar si
era cierto o no, pero igual le pegás) pero en otros sí lo hizo, y él mismo
lo admitió. (ah, o sea que como cobró antes, aunque toque gratis para el
gobierno hasta el final de su vida, siempre será un k rentado digamos) La
grandilocuencia de Víctor Hugo Morales sería más creíble si no recibiera por
sus charlas dinero público de intendentes cristinistas o renunciara de manera
explícita a cualquier ingreso por publicidad oficial, (es interesante que la
credibilidad de un periodista como Víctor Hugo la midas vos, que lo invitaste a
que presenta un libro tuyo, y te boludeó mal) algo que sería muy acorde con
el discurso épico que tiene sobre sí mismo. (ahí son parecidos eh,
periodistas al fin de cuentas: creen que el mundo cabe en su propio ombligo) Quizá
ahora luzca más simpático, cool y aceptable tocar una canción mientras
la actual jefa de Estado se mueve al compás de la música, pero cuando el tiempo
pase y el sentido común se termine por imponer, (o sea, cuando Macri o
Scioli sean presidentes) muchas "personalidades de la cultura" (volvieron
las comillas, se extrañaban) serán ubicadas entre aquellos "que rondan
los siniestros ministerios, haciendo la parodia del artista", (o sea que cuando se termine el kirchnerismo, harán listas negras de artistas k, para borrarlos de los medios) como
escribió Páez cuando pensaba que la música o el arte debían estar contra el
poder de turno o no serían nada. (y viste, es músico, y encima de rock, no se puede tomar demasiado en serio lo que dice, te debés sentir un boludo por haber comprado todos sus discos, ¿no?)
Pero eso no es todo (parecés un vendedor de colectivo)
Hay que repetir, todas las veces que sea necesario, que Néstor
Kirchner no murió en combate contra las fuerzas del Mal Absoluto, sino en la
cama de su casa de El Calafate y de un infarto, porque se le tapó el stent y
el profesional de la Unidad Médica Presidencial que descansaba a unos metros de
allí no tuvo tiempo de reanimarlo. (claro, y el stent lo llevaba puesto por
las campañas de Rácing, la política no tuvo nada que ver con su salud, salame) Hay
que poner en el haber, cuando se habla de Néstor Kirchner y Cristina Fernández,
la decisión de implementar la Asignación por Hijo (ApH) y la de aumentar los
haberes jubilatorios, aunque mucho menos que la inflación. (no, nabo, eso
hubiera sido si le hacían caso a Lozano, pero por suerte no, y el índice de
movilidad hace más de cuatro años que viene dando siempre por arriba) Pero
hay que decir de inmediato que el proyecto de ApH (es AUH, Majul, asignación
universal por hijo, la otra existe desde hace 40 años) fue
"arrebatado" a dirigentes de la oposición que lo venían exigiendo
hace tiempo. Y que la decisión oficial de implementarlo por decreto y no a
través de una ley esconde un cálculo político propio del clientelismo (¿cuál
clientelismo nabo, si lo cobran en una cuenta en el banco con tarjeta
magnética, sin tener que dejarle una parte a ningún puntero?, que rústico y
primitivo sos Majul, no podés evitar ensartar lugares comunes como una ristra
de chorizos) más amarrete, y no la grandeza de quienes quieren pasar a la
historia del lado de los buenos. (el problema es que los que la cobran,
piensan justamente lo contrario, y lo expresaron con su voto)
Hay que recordarles, a quienes se sienten parte del proyecto
Robin Hood, que reconocer el 82% móvil por lo menos a una parte de los
jubilados es posible si se toma la decisión política. (ah, mirá vos,
cualquiera hubiera pensado que es cuestión de plata) Pero que para eso
habría que dejar de financiar, por ejemplo, el Fútbol para Todos (y
devolverle de paso el negocio a Clarín, para poder pagarle algo así como 16 $
más por mes a cada jubilado, ay Majul) y otros proyectos igual o más
demagógicos que se encuentran activados porque generan un voto más fácil, más
urgente (¿cómo es un voto “urgente”, el que llega antes del día de las
elecciones?) y menos trabajoso (¿cuáles, Conectar Igualdad, la AUH, con
la que dijiste antes que estabas de acuerdo?) del que se puede obtener con
decisiones que le sirvan a la próxima generación. (claro, porque aprobar el
82 % móvil sin decir de donde salen los miles de millones al año que cuesta,
como hizo la oposición en el Congreso, es pensar en las futuras
generaciones...de abogados previsionalistas)
Hay que decirle a la Presidenta y sus aplaudidores de siempre
que no se puede acusar con tanta liviandad de golpistas a quienes no piensan
como el Gobierno o están en contra de que se hagan las cosas de prepo, como en
la interminable e insoportable guerra que emprendieron contra el Grupo Clarín. (ahí
coincidimos: es insoportable que dure tanto, hace tres años debería haber
terminado, como manda la ley de medios) Lo que nos dejó el Golpe (¿por
qué mayúsculas, estás hablando de la película?, aunque acordáte que a Magneto y
Ernestina el golpe les dejó Papel Prensa) fue demasiado doloroso como para
agitar semejante fantasma y poner a todos en una misma bolsa. (es verdad,
avísale a la oposición, que se metieron todos juntos ellos sólos el lunes en el
comité radical) Para empezar, se debería tener mejor memoria y recordar,
una vez más, que ni Néstor ni Cristina fueron mártires ni víctimas de la
dictadura. (no, si hubieran sido mártires no estaban en el 83’, vos tampoco
fuiste una cosa ni la otra, y te estás arrogando la interpretación de lo que
hay que hacer o no con el dolor de la dictadura) Que ni Él ni Ella
padecieron las aberraciones de la mayoría de sus compañeros durante la etapa
más sangrienta de la historia reciente. Que mientras otros abogados defendían a
presos políticos y presentaban hábeas corpus para intentar salvar la vida de
muchos militantes, ellos cobraban hipotecas en Río Gallegos, lo que no era un
delito, pero estaba muy lejos del antecedente heroico que pretenden presentar,
por ejemplo, en Néstor Kirchner, la película. (¿y no te parece que
gente como Hebe de Bonfani o Estela Carlotto han evaluado eso, y tomaron la
postura que tomaron ante el kirchnerismo, con mucha más autoridad moral que
vos, sorete?)
Y para terminar, (mirá que más abajo escribiste otro párrafo)
y respetar los hechos de la historia reciente, hay que recordar, por
enésima vez, (que fugaz sos para tus lectores Majul, dáte cuenta, tenés que
repetir siempre lo mismo para que se acuerden) que esta cruzada prepotente
contra Clarín y el periodismo crítico, con aires de justicia romántica y pura,
tiene como antecedente directo la aprobación de la fusión entre Cablevisión y
Multicanal, que fue firmada por el presidente Kirchner cuando terminaba su
mandato, en diciembre de 2007. (no, fue firmada por la Comisión Nacional de
Defensa de la Competencia, y hace tres años que el gobierno trata de anularla
en la justicia pero Clarín se opone, y a los jueces hay que dejarlos tranquilos
para que protejan sus negocios, según vos; además de que no entiende un
argumento tan tarado: estaba mal que el negocio apañara los negocios de Clarín,
y ahora está mal que los desarme, ¿la pelotudez es fuente de seguridad
jurídica?) Esto, por supuesto, no significa que el Estado no tenga derecho
a pedir la adecuación de un multimedios privado cuyo tamaño podría romper el
equilibrio del mapa de una parte de la información. Pero en este caso también
habría que llamar a las cosas por su nombre. Cuando la ley de medios se aprobó,
todavía nadie tenía claro cuál era el nuevo mapa nacional de la información. (no
nabo, justamente porque se tenía perfectamente claro eso, se impulsó la ley de
medios) Ahora se sabe que ya no es más Clarín sino el Estado el multimedios
más poderoso, más desequilibrante y más agresivo. (ah, como cuando en el
conflicto del campo decían que la oligarquía terrateniente había desaparecido,
avísale a Magneto que su imperio es muy chiquito, así se ahorra lo que está
gastando en abogados y pasajes a Miami para jueces) Lo saben los líderes de
la oposición que son insultados cuando les empieza a ir bien en las encuestas. (¿cuáles,
las que decían que el año pasado ganaba Macri?) Lo saben los empresarios
que callan para que no ataquen a sus compañías. (y porque además con el
kirchnerismo la levantaron con pala) Lo saben los medios críticos que
dejaron de recibir publicidad oficial. (o sea, vos, y tus programas, pero
andá a reclamarle a la Corte, como hizo Fontevecchia, y seguro conseguís pauta)
Lo saben los artistas, deportistas y periodistas que no dicen lo que piensan
porque temen una inmediata visita de los inspectores de la AFIP (temen,
porque deben, negrean y evaden, si no ¿cuál es el problema?) con cobertura
periodística oficial o paraoficial garantizada.
Sería mejor, en todo caso, que el Gobierno dejara actuar a los
jueces en paz. Sin tanta presión, sin tanta prepotencia. (eso, así sacan
sentencias como la de Tucumán en el caso Marita Verón) Sin ponerse en el
lugar del mártir que busca justicia frente al supuesto gigante voraz e
insaciable que pone en riesgo a la democracia. (“supuesto gigante” pero con 302
licencias) Este cuentito no resiste el menor análisis. Jamás un gobierno
tuvo más poder político y económico que éste. (y jamás un grupo empresario
periodístico tuvo tanto poder político y económico como Clarín, ¿Videla tuvo menos poder que Cristina?, ay Majul, sos un insulto a la inteligencia) Quizá tendría
que empezar a gestionar y ocuparse de los temas urgentes en vez de distraer la
atención con un nuevo capítulo de la novela de "Los buenos versus los
malos". (yo no sé como Cristina no te nombra en el gabinete, si lo que le está
haciendo falta materia gris)
4 comentarios:
Sin dudas que las sopapeadas (virtuales, ¿eh?, ojo al piojo) a Majul son de lo más preferido por los lectores.
Majul: no nos dejes sin esta alegria.
Es un fenómeno Luisito, no le bastó con hacerle psicoanálisis a distancia a la presidenta, ahora también se lo hace a las masas, y te distingue cuántos fueron por convicción, cuántos porque no tenían luz en la casa, cuántos por dinero. Y todo así, a ojo de buen cubero, sin salir de la casa. Lo dicho, un groso, si hubiera nacido un siglo antes Freud se ponía un parripollo.
Impecable... pero cambiaría "salame" por "sorete"
Me apuré a comentar antes de terminar de leer, no había llegado al "sorete" que está avanzando en la nota, igualmente: doble sorete es poco
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