LA FRASE

"EL JUBILADO QUE INTERNARON YA VINO A LA MARCHA HIPERTENSO." (PATRICIA BULLRICH)

sábado, 4 de marzo de 2017

MAJUL APROVECHA CUALQUIER COSA PARA METER UN CHIVO DEL PROGRAMA


(*)

El camino político de Mauricio Macri es muy estrecho. Al Presidente no le sobra nada. (salvo cuentas secretas, sociedades off shores y contratos y negocios con el Estado) Se le nota con sólo chequear su discurso en la sesión ordinaria de ayer. (¿vos decís entonces que no le sobran elocuencia, capacidad oratoria y buena dicción?) Viene caminando por la cornisa (chivo del programa) desde que tomó la decisión de enfrentar al peronismo y ganar. Pero ganó con lo mínimo y necesario. Y también mucha suerte. Si Cristina Fernández no hubiera elegido a Aníbal Fernández como candidato a gobernador, (ganó una interna, Majul) quizá Macri no estaría donde está. (sobre todo porque ganó en el balotaje, cuando solo se elegía presidente y la elección a gobernador ya estaba definida) Si Ella no hubiese traicionado a Florencio Randazzo, (claro, lo traicionó dándole un montón de guita para hiciera campaña con los trenes) Macri hoy no sería jefe de Estado. Si la ex presidenta no hubiera nominado al piantavotos de Carlos Zannini como postulante a vice, quizás otro habría sido el resultado. (sí, sin un kirchnerista “paladar negro” en la fórmula Scioli sacaba menos votos kirchneristas) Tampoco Macri lo habría logrado sin Marcos Peña (no olvidemos al que firma los cheques) ni Jaime Durán Barba, quienes lideraron una campaña tan efectiva como la que le permitió a Barack Obama llegar a la presidencia de Estados Unidos. (¿a Trump no lo asesoraron?) Y tampoco le habría alcanzado sin Ernesto Sanz, Elisa Carrió, Gabriela Michetti y Emilio Monzó, (al final Macri no hizo nada, y todo le cayó de arriba por méritos de otros: la historia de su vida, digamos) quienes aportaron, al final del camino, el puñado de votos críticos que Cambiemos tanto precisaba. (el famoso apoyo crítico. Y sobre todo “puñado”)
¿Parece un análisis exagerado? Sin embargo es insuficiente. Porque tampoco lo habría logrado si Sergio Massa, con su triunfo en las legislativas de 2013, no hubiese sacado de carrera a Cristina Fernández para intentar una nueva reelección. (falso Majul: aun ganando al FPV no le daban los números para controlar las dos Cámaras del Congreso. Igual, de pagarle a Massa ya se ocupó Vidal, con la caja de la legislatura bonaerense) Y también le debería agradecer a Massa por la increíble remontada de las PASO a la primera vuelta. Porque fue eso lo que funcionó como un tapón perfecto para que Scioli no llegara al número mágico de 40 por ciento más uno de los votos. (es verdad, pero Massa es más bien tampón: está en el mejor lugar, en el peor momento) Y todas esas cosas juntas hicieron, a la vez, que el ex presidente de Boca se transformara en el primer jefe de Estado ni peronista ni radical, con una ostensible minoría en ambas cámaras del Parlamento y un prejuicio de clase que incluso persiste entre muchos de quienes lo votaron con la nariz tapada. (ah, o sea que el prejuicio de clase es en contra de los ricos digamos. Ellos a las restantes clases las aceptan sin problemas, con tal de que les produzcan ganancias)
Cada mañana, Macri debería recordar cómo llegó, (eso, que no haga como en los directorios de las off shore, que nunca se acuerda quien lo puso ahí) para que ni la soberbia ni la ingenuidad política terminen desmoronando un proyecto que él mismo sueña de ocho años. (y si parara de gestionar los negocios familiares desde el estado ayudaría un poco, también) Debería recordar, todos los días, por ejemplo, que el motivo de Cristina para deteriorar su imagen y su gestión es tan poderoso como su declamado deseo de transformar el país, porque Ella pondrá toda su energía vital y política para evitar ir presa. (si es por eso que ni se gaste, Macri se las ingenia bien solito para deteriorar su propia imagen) Debería repetirse, todos los días, que en el ADN de la mayoría de los dirigentes peronistas existe algo que se llama abstinencia de poder, (claro, en los radicales es acostumbramiento a la abstinencia de poder) y que casi siempre termina prevaleciendo por sobre la voluntad de sostener el sistema democrático y las instituciones. (claro, por eso el peronismo nunca llegó al gobierno por los votos, ni lo voltearon con golpes de Estado, ni lo proscribieron jamás. Además de pelotudo sos gorila, Majul)
Debería dejar de repetir que tiene el mejor equipo de la historia, (al menos mientras el equipo siga siendo el mismo de ahora: un montón de inútiles, desesperados por currar rápido por las dudas todo se termine. Por ahí si dijera “la mejor banda de los últimos 50 años”, quien te dice) porque el nuevo relato populista está convenciendo, de a poco, a millones de votantes, que un gobierno de CEO, amigos y parientes es lo peor que le puede pasar a un país (ah, es el “nuevo relato populista”, claro. Los mocos del gobierno no tendrían nada que ver) gobernado por un presidente cuyo padre fue considerado como uno de Los Dueños de la Argentina. (Considerado por vos, en un libro con ese título. Pero eso fue hace mucho, cuando parecías periodista, de lejos claro. ¿estás aprovechando para hacerle publicidad y ver si colocás los que quedaron en la mesa de saldos y retazos de las librerías?) Debería comprender, cuanto antes, que una victoria en las próximas legislativas de octubre no le dará, necesariamente, más legitimidad y más poder para aprobar las leyes que necesita, (cosa que no le interesa, porque saca un DNU y listo) pero que una derrota en la provincia podría poner en riesgo su gobernabilidad. (¿tiene nafta el helicóptero Luis? para ir ganando tiempo, digamos) Y debería, Macri, además, modificar su desmesurado optimismo por el realismo más puro y más cruel. (exacto, hacer de cuenta que está hablando de negocios, y no de política. Pasa que le cuesta un montón establecer la diferencia)
Es decir: dar por descontado que el lento crecimiento de la economía (¿cómo, no estamos despegando a velocidad de jet decís vos?) no provocará un cambio de ánimo a favor del optimismo en el momento de votar; (y si el crecimiento ni llega a lento, ni te cuento: a los botes. O al helicóptero) esperar contra su gobierno nuevas denuncias objetivas, (¿no era que iban a terminar con la corrupción y regular los conflictos de intereses, en qué quedamos?) pero también nuevos embates y operaciones para presentar a Cambiemos y a él mismo, como alguien igual o peor que Cristina y su patrulla perdida de empresarios oportunistas (claro, en el caso de Macri los encontraron, y les dieron a todos cargos en el gobierno. Incluso uno de ellos llegó a presidente) y ex funcionarios enriquecidos; (¿cuáles por ejemplo? No vale Jaime, que lo rajaron en el 2009, ni Cristóbal ni  Lázaro, que nunca fueron funcionarios) estar atento ante el aprovechamiento político de datos objetivos (los políticos son así, muy de aprovechar políticamente datos objetivos, un verdadero flagelo del que no podemos salir) e inflados vinculados con el ajuste, los despidos, el aumento de los precios y las tarifas (o sea que todo eso va a seguir viento en popa, digamos. Si es así, tenés razón en decirle a Macri que no espere un cambio de ánimo de la gente) y cualquier información que lo haga aparecer como un niño rico insensible (claro, que se le conozcan más cuentas off shore o más curros con el Estado, ponéle) al que sólo le importa que le cierren los números. (y no como el tierno osito de peluche que es ¿no?)Click aquí
Macri debería digerir que en poco más de un año gastó gran parte del enorme capital político con el que asumió; (pero aumentó considerablemente su fortuna personal, hay que ver todo) que ya no tiene margen para equivocarse más ni en su política económica ni en la política de gestos y señales; (si no acierta en hacer gesto, difícil que la pegue en lo económico, bah, dependiendo lo que cada uno crea que quiere hacer al respecto) que a partir de ahora deberá trabajar el doble o el triple (primero logremos que trabaje lo que estaba pautado en lugar de tomarse dos días de vacaciones por cada uno de laburo, y después vemos) para que los argentinos crean que Cambiemos es algo más que una sigla o una marca electoral. Porque lo único que viene evitando una caída de su imagen y de votos todavía mayor es la memoria reciente del enorme daño que le hicieron al país tantos años consecutivos de populismo y relato kirchnerista. (decí la verdad, Luis: ni vos te creés eso) Y, como se sabe, en la Argentina la memoria es corta y las tragedias suelen repetirse una y otra vez. (a ver si entendimos: el kirchnerismo fue desastroso durante 12 años que pasaron hace muy poco, pero puede ganar porque la gente no tiene memoria, y por eso votó a Macri: no se acordaron de que estuvo procesado por contrabandista, ponéle. Y si vuelve a ganar el kirchnerismo sería una tragedia. Para vos, por supuesto: no ligarías pauta)
Las negritas son nuestras, el original acá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por lo menos reconoció que camina por la cornisa.

Algo muy propio de ladrones y gatos.

MACRI, LOS CEOS DE MACRI, LOS TROLES DE MACRI Y LOS PERIODISTAS DE MACRI DICEN MENTIRAS DE PEROGRULLO.

MENTIRAS REDONDAS COMO PARA GENTE CON UNA MENTALIDAD DE SIETE AÑOS.

Ya llegan los reyes magos inversores, para atraerlos les puse agua y doble ración de alfalfa, mientras tanto globitos yo voy picotiando de la deuda y a vos te regalo un par de tarifazos para que al sincerarse la economía todo mejore y cuando todo mejore vos también vas ha empezar a estar mejor.

globocornudo

( por que te engaña el tipo del correo, para pibe que no hemos consumado nada y estaba con tu señora en la cama)