No sabemos que es peor: si el creciente déficit de las cuentas públicas que la administración socialista de Santa Fe genera mes a mes, los intentos de negarlo o las inverosímiles explicaciones que le encuentran, cuando no les queda más remedio que admitirlo.
En éste último género se ubican claramente estas desconcertantes declaraciones del ministro de Economía Angel Sciara (el coordinador de los equipos económicos de Binner, y eventual ministro nacional si Hermes fuera presidente), sobre el monto, la evolución y las causas del déficit.
Dice Sciara que el déficit era de 800 millones de pesos al terminar el primer semestre, pero que en julio "la provincia logró cambiar la tendencia: hubo un ahorro y cerró con superávit."
Por eso (agrega el periodista de El Litoral) "se manifestó prudentemente optimista, en el sentido de poder ir bajando ese desbalance en este segundo semestre...".
El problema es que en el segundo semestre la cosa va de mal en peor: en este post decíamos (remitiéndonos a la documentación oficial obrante acá) que el rojo había trepado a casi 958 millones de pesos al 31 de julio. En todo caso, la mejora existiría si se los comparara con los más de 1036 millones de pesos de déficit que arrojaba el ejercicio al 30 de junio, pero eso implicaría admitir que Sciara no tiene la menor noción de las cuentas públicas provinciales, porque habla de un rojo de 800 millones, a la misma fecha.
Sigue luego la nota mencionando "las partidas que debería mandar la Nación para financiar parte del déficit de la Caja de Jubilaciones. En el año, estos fondos sumarían unos 600 millones de pesos, pero hasta ahora la provincia no ha recibido ningún aporte por este concepto. “Esa cifra de 800 millones hubiera sido distinta si hubiésemos recibido 350 millones de la Nación por el semestre”, dijo el ministro.
Acá aparece el recurso habitual del socialismo para tapar su propia inutilidad: toda la culpa es del gobierno nacional.
Pero supongamos por un momento que Sciara tiene razón (aunque el propio Bonfatti ha reconocido que no iniciaron juicio contra la Nación por la presunta deuda por financiar el déficit de la Caja), y saquemos cuentas: un déficit en el semestre de 1036 millones, menos 350 millones que dice Sciara que la Nación le debía del primer semestre, sigue arrojando un rojo de 686 millones, exclusivamente imputable al gobierno provincial; en una versión amable, aunque no ajustada a la verdad.
Porque además de que nadie ha determinado jurídicamente la procedencia de esos aportes de la Nación (o sea que no existe técnicamente reconocimiento de la deuda), y además de que 350 millones en un semestre serían 700 anuales y no 600 como dice Sciara (hay que perdonarlo: no tiene por qué andar sacando cuentas, es apenas ministro de Economía); lo que el gobierno de Binner sostiene que la Nación le tiene que financiar es el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.
Y el Presupuesto provincial 2011 (elaborado por el gobierno socialista y aprobado sin cambios en este punto por la Legislatura) dice que el déficit para este año de la Caja estaría en el orden de los 337 millones de pesos (no 600), y en un semestre eso serían más o menos 169 millones.
De modo que, aun validando el argumento de Sciara (un disparate jurídico y contable: nadie contabiliza como ciertos recursos que son inciertos en su percepción, si no es como el cuento de la lechera que va a vender el cántaro), quedarían en el primer semestre 867 millones de pesos de déficit de las arcas provinciales, que no se le podrían achacar al gobierno nacional.
Sciara dice que los sueldos del personal del Estado provincial se llevan el 60 % de los recursos de Rentas Generales, con lo cual no dice nada: para evaluar cuanto pesa un gasto en las cuentas públicas, hay que medirlo sobre el total de los recursos; y en ese caso "Personal" representó al 31 de julio de este año, el 42,5 % del total del gasto público provincial.
Pero dice más: "reconoció que el primer semestre del año cerró con un desbalance presupuestario del orden de los 800 millones de pesos, que atribuyó fundamentalmente a las políticas salariales otorgadas en octubre de 2010 y a principios de este año, que no fueron previstas en el presupuesto de 2011. " ; y que "la política de remuneraciones dispuesta para el sector público - que tuvo en este mandato una sustancial mejora- presiona “mucho” sobre el gasto total de la provincia."
Siempre siguiendo los propios números oficiales, los gastos provinciales al 31 de julio pasado fueron -por todo concepto- 16.337 millones de pesos; y como lo que Sciara plantea es la incidencia de los aumentos salariales de octubre del año pasado y marzo de este año, -que no estaban previstos en el presupuesto 2011 (lo que lleva a dudar de la fiabilidad de ese presupuesto)- lo que hay que ver es el gasto adicional que esos aumentos representaron; porque hay un dato central que el ministro oculta y surge de las propias cifras oficiales: los recursos de la Provincia crecen, por encima de los recaudados el año pasado, y por encima de los pautados en el Presupuesto.
Y si no vean este decreto, firmado hace nada más que una semana por Binner y todos sus ministros, incluyendo al propio Sciara: aumenta el total de las erogaciones del Presupuesto autorizadas por la Legislatura (algo que en la provincia puede hacerse por un simple decreto, y en la Nación requiere un DNU), en algo más de 268 millones de pesos, con destino a afrontar las políticas salariales.
Es decir que el costo adicional que esas políticas salariales tuvieron (sobre un nivel de gastos de 16.337 millones al 31/7) fue de 268 millones; o lo que es lo mismo, una cuarta parte del déficit generado en las cuentas públicas en los primeros siete meses del año. Otros 768 millones de ese déficit no se pueden explicar por ese lado.
Pero como Sciara tambien metió en el análisis la cuestión del déficit de la Caja de Jubilaciones (y los costos de aumentar jubilaciones y pensiones), vamos a señalar otro aspecto que omite: a partir de la sanción de la Ley 12.469 (2005), toda política salarial del sector público provincial tiene que tener carácter remunerativo, es decir generar aportes y contribuciones a la seguridad social; dicho de otro modo: no se pueden dar aumentos "en negro".
Eso implica que cada aumento salarial a los empleados públicos genera gastos adicionales al Estado, pero esos gastos son en parte compensados por mayores ingresos para la Caja de Jubilaciones, como consecuencia del aumento de los aportes personales de esos empleados, que son un porcentaje de la masa salarial.
Y si no vean este otro decreto; firmado hace apenas quince días por Binner, el ministro Rodríguez y el propio Sciara, aumentando el cálculo de recursos de la Caja de Jubilaciones y Pensiones (estimado en el Presupuesto 2011 en 3308 millones de pesos) en más de 1100 millones de pesos, o sea una tercera parte de lo previsto originariamente.
De esos mil cien millones de pesos, casi 498 (poco menos de la mitad) provienen de aportes personales de los empleados públicos, que se descuentan de sus sueldos y que por ende no debe poner el Estado empleador.
Lo que surge claro de las declaraciones de Sciara es que mezcla constantemente peras con manzanas, y manda fruta a granel hasta conformar una verdadera ensalada.
Menos mal que Bonfatti -que no sabe que la provincia acumuló este año tamaño déficit- no le preguntó a él para enterarse como venía la cosa.
Lo preocupante sería que lo volviera a nombrar ministro de Economía.
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