En las PASO del 19 de abril los santafesinos nos fuimos a dormir en medio de un escándalo, con más de 1000 mesas "sin informar", y sin saber -hasta casi dos semanas después- cuantos votos había obtenido cada fuerza política.
Ayer dimos otro paso para superarnos en el bochorno, transmitido a todo el país: a primera hora del día después de las elecciones faltan escrutar 347 mesas que pueden contener hasta 95.000 votos, y dos candidatos se adjudican la victoria por porcentajes que -en cada caso- están por debajo del 1 %; y representarían en votos algo más de 2.000 de diferencia; con una categoría denominada "diferencia a determinar en el escrutinio definitivo" (¿otro invento del socialismo, como las "mesas informadas pero no escrutadas"? que supera esa cifra.
El tercero en disputa -Omar Perotti, por lejos el verdadero ganador de ésta elección- quedó colocado a un 1,44 % del que viene ganando y achicando la distancia conforme avanzaba el recuento (al inicio llegó a ser del 3,38 %); y fue además el único que puso anoche la cuota de sobriedad y seriedad necesaria, diciendo lo obvio: con estas cifras, nadie puede cantar victoria todavía.
En el 2011 Del Sel punteaba los cómputos hasta haberse escrutado entre un 75 y 80 % de las mesas, para luego terminar perdiendo por unos 62.000 votos, poco más del 3 %. El hecho alimenta desde entonces la leyenda (azuzada incluso por quien fuera entonces su candidato a vicegobernador) de que le birlaron la elección; o que se la dejó birlar por un pacto entre el socialismo y Macri, quien consideraba entonces que el cómico no estaba preparado entonces para gobernar una provincia como Santa Fe.
Igual que ahora, como quedó claro en la campaña, pero el jefe de gobierno porteño se habría vuelto -siempre según este análisis-menos exigente, de cara a su ambición presidencial
Igual que ahora, como quedó claro en la campaña, pero el jefe de gobierno porteño se habría vuelto -siempre según este análisis-menos exigente, de cara a su ambición presidencial
Imaginemos entonces lo que se dirá a partir de ahora, cuando la tendencia favorable a Del Sel se comenzó a revertir recién cuando se había pasado el 87 % del escrutinio; y tanto el oficialismo provincial como el PRO se adjudicaron el triunfo (amplia irresponsabilidad compartida por los "republicanos defensores de las instituciones") restando muchas mesas por escrutar (Lifschitz violó la Ley 12.080 al difundir sus "mesas testigo" cuando se había escrutado apenas el 63 % de las mesas), y una buena cantidad de votos impugnados y recurridos por resolver por el tribunal electoral; que será a partir de ahora el blanco de todas las miradas.
La estrella del ex Midachi viene en franco descenso: del 35 % del 2011 cayó a poco más del 30 % ayer con lo que se lleva escrutado, pese al apoyo de Reutemann en el tramo final de la campaña. O mejor dicho: a causa de ese apoyo.
En Reconquista, ciudad del norte provincial donde Macri y Reutemann protagonizaron las "timbreadas" casa por casa junto al candidato a gobernador, ganó Omar Perotti, Del Sel fue tercero y el FPV recuperó la intendencia -que había perdido hace muchos años- con casi el 53 % de los votos; pese a que el PRO bajó su candidato a intendente para apoyar al del Frente Progresista, "para que no gane el kirchnerismo".
En la misma línea de análisis, es imposible no asociar la mala elección -en términos relativos- del PRO en la ciudad de Santa Fe, con la reaparición del fantasma de las inundaciones del 2003, y los huevazos a Reutemann sobre el filo mismo de la veda electoral; que volvieron a poner el tema en la agenda pública.
En Reconquista, ciudad del norte provincial donde Macri y Reutemann protagonizaron las "timbreadas" casa por casa junto al candidato a gobernador, ganó Omar Perotti, Del Sel fue tercero y el FPV recuperó la intendencia -que había perdido hace muchos años- con casi el 53 % de los votos; pese a que el PRO bajó su candidato a intendente para apoyar al del Frente Progresista, "para que no gane el kirchnerismo".
En la misma línea de análisis, es imposible no asociar la mala elección -en términos relativos- del PRO en la ciudad de Santa Fe, con la reaparición del fantasma de las inundaciones del 2003, y los huevazos a Reutemann sobre el filo mismo de la veda electoral; que volvieron a poner el tema en la agenda pública.
Parece claro que el fuerte rechazo que genera Del Sel en quienes no lo votan le pone por delante una barrera infranqueable para superar su techo electoral; una buena noticia en términos de nuestra construcción democrática, y un límite muy concreto a los experimentos duranbarbistas de "inventar" candidatos reclutados entre los famosos de campos ajenos a la política.
Las cifras de ayer -cualquiera sea en definitiva el resultado final- proyectan una elección nacional en Santa Fe que asoma como reñida, cuando hasta entonces todo hacía pensar en un claro triunfo de Macri: la perfomance de Perotti y del peronismo en general hace pensar que el FPV se mete de lleno en la disputa por ganar la provincia en octubre, sea con Daniel Scioli o con Florencio Randazzo como candidato presidencial.
Sobre la elección del peronismo hablamos acá antes de que se abrieran las urnas, y los resultados dieron por tierra con la teoría del "voto útil" (votar a Lifschitz para que no ganara Del Sel): está claro que era real que Perotti podía ganar, y si finalmente no lo hace es posible que sea -entre otras cosas- por la decisión de los cultores del "voto útil".
De cara al futuro, las curvas de las gráficas electorales se cruzan, medidas desde el 2007: el FPV arrancó entonces en el 38 % para caer al 22 % en el 2011, y superar el 29 % en la elección de ayer; por contraste con las cifras del FPCYS, en declive constante: más del 48 % con Binner en el 2007, poco menos del 39 % con Bonfatti en el 2011 y poco menos del 31 % con Lifschitz ayer.
Aunque termine festejando el triunfo, si no mejora sustancialmente la futura gestión de gobierno el FPCyS corre serio riesgos de perder la provincia, no ya ante un experimento de laboratorio concebido en Buenos Aires, sino ante un peronismo recompuesto que ha olido sangre: ayer recuperó votos e intendencias clave (como Reconquista, Arroyo Seco o Coronda), mientras revalidó ampliamente otras (Granadero Baigorria, Rafaela, Esperanza), y estuvo muy cerca en otras tantas, como Santo Tomé.
Y si no lo logró en la mismísima capital de la provincia (donde volvió a triunfar el radicalismo) es pura y exclusivamente por la transfugueada del sector de UPCN al PRO: de haber permanecido en el peronismo jugando dentro de la interna del FJPV, el peronismo hubiera recuperado la ciudad dado que la sumatoria de los votos de Silvina Frana y Sebastián Pignata (que terminó siendo el candidato de Del Sel) fue superior a los 100.000, contra algo más de 77.000 de José Corral, el intendente reelecto.
De cara al futuro, las curvas de las gráficas electorales se cruzan, medidas desde el 2007: el FPV arrancó entonces en el 38 % para caer al 22 % en el 2011, y superar el 29 % en la elección de ayer; por contraste con las cifras del FPCYS, en declive constante: más del 48 % con Binner en el 2007, poco menos del 39 % con Bonfatti en el 2011 y poco menos del 31 % con Lifschitz ayer.
Aunque termine festejando el triunfo, si no mejora sustancialmente la futura gestión de gobierno el FPCyS corre serio riesgos de perder la provincia, no ya ante un experimento de laboratorio concebido en Buenos Aires, sino ante un peronismo recompuesto que ha olido sangre: ayer recuperó votos e intendencias clave (como Reconquista, Arroyo Seco o Coronda), mientras revalidó ampliamente otras (Granadero Baigorria, Rafaela, Esperanza), y estuvo muy cerca en otras tantas, como Santo Tomé.
Y si no lo logró en la mismísima capital de la provincia (donde volvió a triunfar el radicalismo) es pura y exclusivamente por la transfugueada del sector de UPCN al PRO: de haber permanecido en el peronismo jugando dentro de la interna del FJPV, el peronismo hubiera recuperado la ciudad dado que la sumatoria de los votos de Silvina Frana y Sebastián Pignata (que terminó siendo el candidato de Del Sel) fue superior a los 100.000, contra algo más de 77.000 de José Corral, el intendente reelecto.
El progresismo santafesino afrontará ahora la campaña electoral nacional con "boleta corta", es decir sin candidato presidencial, fruto de la imposibilidad de congeniar entre socialistas y radicales sus apoyos nacionales entre Macri y Stolbizer.
Lo que supone una dificultad para ésta -que podría no conseguir quien le haga campaña en un distrito clave para sus aspiraciones-, pero no necesariamente un incentivo para el jefe de gobierno porteño, si su figura despierta en los votantes "progres" santafesinos que tributan al oficilismo provincial, el mismo rechazo visceral que generó su candidato a gobernador.
Lo que supone una dificultad para ésta -que podría no conseguir quien le haga campaña en un distrito clave para sus aspiraciones-, pero no necesariamente un incentivo para el jefe de gobierno porteño, si su figura despierta en los votantes "progres" santafesinos que tributan al oficilismo provincial, el mismo rechazo visceral que generó su candidato a gobernador.
Para terminar -por ahora- el análisis, destacar el penoso papel del massismo (que ni siquiera estuvo cerca de colar al menos un diputado provincial), representado en Santa Fe por Oscar "Cachi" Martínez y su pyme electoral "100 % Santafesino"; una colectora de fondos de campaña del socialismo en la provincia y de la UCR en la ciudad (el profuso despliegue de medios del tramo final no tiene otra explicación razonable), que lo sostienen con el solo objeto de restarle votos al peronismo: pensemos que para gobernador el "Cachi" obtuvo el 3,68 %, cuando la diferencia entre Lifschitz y Perotti es de apenas el 1,44 %.
Esa es la realidad, aunque algún delirante bloguero del espacio del Kennedy de Nordelta sostenga la hipótesis del pacto "socialismo-kirchnerista" para que no ganara Del Sel; curiosamente exactamente lo mismo que dicen desde el PRO, pero a partir del arribo de las fuerzas de Gendarmería a la provincia en el tramo final de la campaña.
Malabarismos intelectuales para intentar explicar los fracasos de construcción política de ambos espacios (el massismo y el PRO) en Santa Fe, en términos de utilidad para la disputa nacional.
Una disputa a la que el FPV llega habiendo recuperado 167.000 votos en apenas 8 semanas de campaña, y sin que haya aparecido aun Cristina, que llega el sábado a Rosario para los festejos del día de la bandera; a horas del cierre de listas que tiene a todos -dentro y fuera del oficialismo nacional- con los nervios de punta por la definición de las candidaturas.
Esa es la realidad, aunque algún delirante bloguero del espacio del Kennedy de Nordelta sostenga la hipótesis del pacto "socialismo-kirchnerista" para que no ganara Del Sel; curiosamente exactamente lo mismo que dicen desde el PRO, pero a partir del arribo de las fuerzas de Gendarmería a la provincia en el tramo final de la campaña.
Malabarismos intelectuales para intentar explicar los fracasos de construcción política de ambos espacios (el massismo y el PRO) en Santa Fe, en términos de utilidad para la disputa nacional.
Una disputa a la que el FPV llega habiendo recuperado 167.000 votos en apenas 8 semanas de campaña, y sin que haya aparecido aun Cristina, que llega el sábado a Rosario para los festejos del día de la bandera; a horas del cierre de listas que tiene a todos -dentro y fuera del oficialismo nacional- con los nervios de punta por la definición de las candidaturas.
8 comentarios:
Felicitaciones y abrazo peronista, militantes santafesinos. Impresionante lo suyo.
Diga que Mauricio puede volver a Boca, o de última, ser mantenido por su mujer. Porque se le viene la noche.
Mis felicitaciones también al peronismo santafesino.
No sé si 3.5% de votos anulados o impugnados es normal o es muy raro. Lo cierto que ahora pesan en el conteo final. Terminó acá la experiencia de la boleta única?
Saludos,
Andrés
Jajaja, Político Aficionado, es usted muy malo, sépalo!!!
Sería lo lógico Andrés, pero hay que ver si alguien se anima a plantearlo en la Legislatura y si logra consenso. Está difícil porque los senadores se benefician con el sistema
Estimado, primero felicitaciones a los que lograron que de frutos el dejar todo; segundo, desde hace un buen tiempo sigo su blog y considero que es Ud el indicado para intentar hacerme entender el voto santafesino a Del Sel.
No le votaron los diputados, senadores, ni intendentes y/o concejales en ciudades chicas y medianas donde ganó como candidato a gobernador y sus demás listas llegaron a conseguir hasta el 10% de sus votos.
¿Con que estructura piensa en un cambio el pueblo santafecino dirigido por Del Sel o, acaso desconozco, que el poder ejecutivo tiene un amplio margen de poder avalado por la Constitución?
Desde ya muchas gracias y reitero las felicitaciones.
hay cosas que no tienen explicación, pero ésa en particular tiene que ver con la boleta única: el gobernador en Santa Fe tiene más o menos las mismas atribuciones que en cualquier otra provincia. Pero con la boleta única se arman elecciones completamente independientes, para cada categoría de cargos, y esos son los resultados. Gracias por los elogios
Me gustaría hacer una pregunta para ver si aca los compañeros tienen una idea mas armada.
¿Qué motiva a una porción muy grande de la población votar a un candidato a gobernador y no a sus legisladores? Entiendo que una figura como Del Sel pueda traccionar mucho voto, pero no entiendo como piensa un tipo que "corta" boleta virtual. Y en este caso no fueron un par, sino mas o menos la mitad si no me equivoco, por lo tanto no es un voto aislado.
Digo, el análisis es: "lo voto a Del Sel por Midachi pero a los diputados no porque son unos chantas"??
Si algunx tiene alguna explicación le agradeceré!!
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