Ayer apartaron a Claudio Bonadío de la causa Hotesur y aprovechamos para refrescar su "curriculum".
Recordemos que fue designado juez en los ´90 durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, (había sido el segundón de Carlos Corach en la Secretaría Legal y Técnica de la presidencia, luego de haber militado en Guardia de Hierro durante la década del ´70) ya que andaban necesitando jueces en línea, los llamados "de la servilleta" como le habría dicho el Ministro del Interior al de Economía, el amigo Domingo Felipe Cavallo.
Durante la Alianza, Chacho Alvarez siempre manifestó que era "Juez de Menem" y que, desde esa posición, ejercía la magistratura como cuando sobreseyó al PAMI Alderete. Son de recordar las constantes observaciones de la Cámara, por sus fallos sin rigor jurídico y con tinte político, pero nunca pasó de eso, de observaciones.
En septiembre de 2001 lo quisieron robar, abordándolo dos delincuentes de edad joven y el hombre peló la pistola que llevaba en el pantalón y los mató a ambos efectuando siete disparos. Digamos que no todos andamos calzados por la vida y dispuestos a matar a quien nos quiera robar. O sea, es para tener en cuenta de cómo es el personaje.
Ligado al massismo, pasó a "militar" la llamada causa "Hotesur", en la que en más de una oportunidad fue recusado por su evidente parcialidad, siendo rechazadas tales recusaciones.
Pero en estos días quedó expuesto, cuando en plena campaña electoral mandó allanar las oficinas de Máximo Kirchner, utilizando para ello las fuerzas policiales del candidato opositor, Mauricio Macri, que fueron enviadas a Santa Cruz ad hoc.
Bueno es concluir que, evidentemente, Bonadío (quien ha tenido más de cincuenta denuncias en el Consejo de la Magistratura en todos estos años), ha tenido y tiene evidente intencionalidad política, siendo que es hombre que forma parte del Peronismo Renovador, a pesar que lo tiene vedado por su función de juez. En esa línea ha trabajado estos años.
Ya antes nos referimos a los jueces opositores, como acá y acá, entre otros posteos. Claro que llamar jueces opositores no es un contrasentido sino una realidad. Porque no sólo existe el partido judicial, que se visibilizó masivamente con la "marcha Nisman". Aquel que resiste y resistirá todo tipo de democratización en su seno. Además, existen los jueces que juegan también a puntas políticas, sea al macrismo, sea al massismo, sea al magnettismo.
En fin, se verá como se arregla la cosa. Entre nosotros está el Tigre, quien nos ha planteado una solución para el Poder Judicial. Pero mejor nos la reservamos.
3 comentarios:
Si no recuerdo mal, los chicos a los que mató "en defensa propia" recibieron los tiros por la espalda.
Estimado.He sostenido oportunamente,que a partir del Affaire Nisman el poder judicial argentino iba a entrar en un espiral decadente cada vez mas acelerado.Esto no invalida la visión previa que tengo de la justicia en el sentido que esta cooptada por grupos mercenarios y que siempre ha sido una mierda.Aunque creo que ahora se ha transformado en un cancer que frena cualquier desarrollo posible y un hiperpoder sin control .Lo peor del asunto que no se ve en el horizonte posibilidad de cambio alguno.
No sé que habrán planteado como solución,pero lo veo imposible de arreglar mnientras estén tipos como Bonadio.
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