La columna de Laborda en La Nación de ayer (completa acá) expone antes de las elecciones legislativas lo que seguramente será una línea interpretativa de los resultados: aunque el kirchnerismo saque más votos en todo el país, si no logra los dos tercios de bancas en las Cámaras para impulsar la reforma y posibilitar que Cristina compita por otro mandato, habrá perdido.
Hasta ahí y en el terreno de las interpretaciones -donde todo es posible- no habría demasiado que objetar.
Sin embargo lo sorprendente es que la columna empiece dando por sentado un supuesto consenso entre los encuestadores respecto a que el Frente Para la Victoria será la fuerza que obtendrá más votos en todo el país, y que es muy posible que refuerce su bloque de diputados; considerando además que pon en riesgo los logrados en su peor elección, la del 2009.
Y sorprende porque en el mismo diario (y en muchos otros) nos dicen a diario que la imagen de Cristina y del gobierno se caen a pedazos, y que tiene enormes dificultades para encontrar candidatos competitivos, sobre todo en los principales distritos.
Si eso fuera así, no se entiende como haría para obtener la mayor cantidad de votos, a lo largo y a lo ancho del país.
A menos que la debacle no sea tal, y estén empezando a abrir el paraguas; para no tener que explicar -cuando se abran las urnas- otro papelón más; así como hace unos días abrían otro paraguas: el del fraude electoral.
1 comentario:
Sin embargo, no hay que quedarse durmiendo sobre los laureles. Aunque parezca increible, la opereta de infamias y mentiras le llega a una buena parte del electorado, paticularmente a los mas desfavorecidos intelectualmente aunque es este gbierno el que los saco de comer de la basura. Se lo escucha a diario, repitiendo como loros los slogans de TN y del Escuerzo.
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