Tanto anunciarlo, y es como si lo estuvieran pidiendo; ahí lo tienen: primero el impuesto a los autos de alta gama, y ahora esto: ya estamos casi a pasitos de ser Cuba o Venezuela.
Hablando en serio, algo había que hacer al respecto; y hace rato: es poco racional negar el acceso a los dólares para ahorro (una medida absolutamente comprensible en medio de la necesidad de administrar las divisas disponibles), y que se vayan en turismo, o autos importados.
Hasta cierto punto (hasta ahí nomás) se puede entender que estas medidas se hayan ido dilatando por consideraciones de tipo electoral, que hoy no están.
Recordemos que el año pasado -en la génesis de los cacerolazos- uno de los motivos convocantes de la protesta era "no me dejan viajar al exterior", y los resultados de la cuenta turismo demostrarían luego que sí los dejaban; y que además era muy barato: por primera vez en la década la balanza turística arrojó saldo negativo.
No podemos saber si la medida logrará el objetivo de quitarle presión al dólar por ese frente, pero esta o una similar era necesaria; sin que esto signifique que no haya otras que se puedan y deban tomar.
Y si alguno quiere interpretarlo como una especie de revancha contra la clase media que no nos votó, es un problema de él.
Lo mismo pasa con la "sintonía fina" en los subsidios a las tarifas de los servicios (luz, gas y agua sobre todo) para asegurar que les lleguen a los que realmente los necesitan; que se comenzó y se suspendió luego de la tragedia de Once, y con la aparición de los primeros síntomas de desaceleración de la actividad económica.
En todo caso y más allá de las consideraciones estrictamente económicas del caso (para las cuáles están los "expertos"), desde el punto de vista político queremos subrayar lo dicho acá: el kirchnerismo sigue demostrando que apelará a todas las medidas que tenga a su alcance (que a veces no son todas las deseables), para no resignar el control de la agenda. Por supuesto que nadie puede garantizar (en ningún ámbito, menos en la política) absolutamente y de antemano, que logrará todos los resultados que se propone.
Sin embargo, lo que sí queda claro hasta acá (pese a los pronósticos agoreros en contrario) es que el gobierno no tomará medidas que vayan en contra de los intereses de los sectores que constituyen el núcleo duro de su base electoral; que incluso en parte (sobre todo en el conurbano bonaerense) le dieron la espalda el 27 de octubre.
Que es lo que tratan de que haga los expertos en profecías autocumplidas, en éste caso sobre el famoso "ajuste".
2 comentarios:
Si en el 2002, se hubiera tomado una medida de fijar un precio diferencial para el dòlar para los que viajaban al exterior, con un recargo del 35% , esto hubiera afectado al 5% o menos de la poblaciòn.
Reconstrucciòn del mercado interno mediante y elevaciòn sistemàtica de los ingresos de la poblaciòn,hoy los "afectados" por la medida son una ancha franja de argentinos, que tiene ingresos suficientes para viajar al extranjero.
Habrìa que preguntarse porqué el universo de turistas argentinos al exterior aumentò exponencialmente desde el 2004/5.
¿Habremos todos recibido una buena herencia en estos diez años y por eso nos sobra para viajar?
¿O todos nos ganamos un Quini 6 ?
El Colo.
Colo que no me digan que los asalariados de nivel de "clase media" pudieron viajar porque "la patria era el campo y ellos eran parte de esa patria" y no por el aumento de sus sueldos. Salvo que los del campo le hayan regalado algunos quintales de soja, como derrame voluntario del beneficio de la renta extraordinaria que la política económica en relación al valor internacional de los comodities les brindaba, O será que se le valorizaron las mkilanesas de soja que gurdaron en el freezer, que era lo mas cercano a los del campo que tenían cuando putiaban de la mano de ellos y que aún tienen, cuando siguen putiando. Saludos.
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