LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

viernes, 15 de mayo de 2015

LA VUELTA DE UN CLÁSICO


Estamos a días de los 12 años de kirchnerismo, y seguimos con la metáfora del "veranito": todo indicio de mejora o reactivación económica que se traduzca en los bolsillos de la gente será siempre efímero, transitorio y no sustentable; y sólo servirá para prolongar el inevitable estallido de la bomba, porque "no se resuelven los problemas de fondo de la economía. Además de que por supuesto esa mejora aparecerá pese a los pronósticos apocalípticos, que también se repiten como la metáfora estacional. 

Al respecto, leemos en El Cronista: "La economía argentina dejó en la historia los años de fuerte crecimiento económico, sin embargo, luego de un 2014 de recesión, algunos datos permiten pensar que 2015 será mejor de lo pensado a finales del año pasado y que, en pleno período electoral, habrá un veranito para los bolsillos. 

La cantidad de escrituras realizadas por compraventa de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires creció un 23% en marzo, luego de ocho meses de resultados negativos y un larguísimo período de desaceleración. La venta de motos subió 16% en abril, en comparación con el mismo mes del año pasado, el relevamiento de comercios minoristas que realiza CAME habla de una mejora del 2,2% y las ventas en supermercados tuvieron un primer bimestre positivo y un leve freno en marzo como consecuencia de los gastos familiares destinados al inicio de las clases. 

El dato que completa la escena es que las paritarias vienen retrasadas y aún no ingresaron los nuevos salarios, lo que hace sentir todo el peso de la inflación acumulada y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Pero con sueldos actualizados, el escenario debería mejorar.

Pero además de las voces oficialistas, hay optimismo sobre el cortísimo plazo también en consultoras privadas. Economía y Regiones en su último informe sostiene que "coincidiendo con el ciclo político electoral, de aquí al fin del tercer trimestre vendrán los ‘mejores’ meses del año en materia de consumo y dinamismo de la demanda agregada. En este sentido, la economía ya encontró un piso porque las expectativas del cambio de gobierno ponen una red de contención al nivel de actividad, evitando que la caída se profundice como sucedió en 2014. Pero no todo es consecuencia de las expectativas sobre el fin del ciclo. También hay que considerar que la actual estrategia económica del Gobierno apunta a que el nivel de actividad deje de caer y mejore marginalmente.". 

El economista Miguel Ángel Broda sorprendió al auditorio en la cena de la Asociación Conciencia esta semana señalando que el año podría ser mejor de lo esperado. Broda es un antónimo de Kicillof, sin embargo, reconoce que con la estabilidad financiera, el acceso limitado pero concreto a dólares mejora la perspectiva con respecto al año pasado y la economía podría terminar creciendo cerca del 1% en 2015.(las negritas son nuestras)

No es la primera vez que Broda reconoce expresamente que la tan anunciada "bomba" no estallará ahora,  ni para el momento de las elecciones; como veíamos acá; y no es el único: notorios pronosticadores seriales del "fin de ciclo" comienzan a recular en chancletas, y admitir -a disgusto, a regañadientes y para cubrirse de otro papelón- que tendrán  que volver a posponerlo.

Acá lo dice nada menos que Asís, acá Blank en Clarín y acá Laborda en La Nación; con las volteretas teóricas del caso, que no logran disimular su perplejidad porque el estallido -una vez más- no se produce, y el FPV se encamina a su cuarto triunfo consecutivo en elecciones presidenciales desde el 2003, muy probablemente en primera vuelta.   

Al panorama económico hay que agregarle el modo de resolución de la oferta electoral del FPV, que contrasta con el creciente despelote opositor, que va desde la descomposición acelerada del massismo hasta las volteretas de la UCR para cerrar o no filas en bloque en torno a la candidatura de Macri.

Ambas imágenes contrastantes se proyectan al escenario de una elección presidencial, cuando lo que se elige es un gobierno; y por ende los votantes comienzan a prestar atención respecto a quien está en condiciones de garantizar justamente eso: gobernar.   

El desencanto de los editorialistas de los medios opositores (que trasuntan lo que no pueden decir los dirigentes de la oposición formal, al menos en público) es lo que suele suceder cuando se confunden los propios deseos o expectativas con los datos duros de la realidad; aunque luego nos digan que los que consumismos un "relato" seamos nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

para no hablar de la oferta amarilla que va desde un co-equiper ex pami supuestamente hipertecnocrático, inflexible ante los reclamos de favaloro,
hasta un ¿ex? cómicastro. aprendiz confeso del puesto que pretenden otorgarle, así sea votado, no se compara con lula, por favor!!!
y demas puesteros ad hoc, la peor antipolítica a pesar de lo mala que puede ser la política