Por A.C.
Como se analizara en éste post, el Fondo Monetario Internacional publicó su informe en el que analiza las perspectivas económicas de América Latina, y dentro de la región, las de la Argentina.
Pero algo cambió en el país desde el 2005., cuando el Presidente Nestor Kirchner tomó la decisión de cancelar la deuda con el FMI.
Antes, cada vez que venía al país una “misión” del FMI, los diarios durante muchos días en primera página, y la TV a través de mil programas, cubrían el evento, y los informes del organismo financiero eran considerados como una revelación divina por los gurúes de la ortodoxia económica y sus voceros mediáticos. Entonces los informes del FMI eran replicados al infinito por los medios, con notas, reportajes, análisis, estudios y estadísticas, en los que se corroboraban –por supuesto- los diagnósticos y las recomendaciones que hacían éstos profesionales de la inutilidad, que hacen un ejercicio ilegal de la profesión de economistas a juzgar por su antigua cadena de fracasos.
Siempre, pero siempre, en los informes se reiteraba la inviable y eterna receta: había que hacer una fuerte reducción del gasto público, sin importar las consecuencias que esa reducción tuviera sobre la salud pública, las jubilaciones y pensiones, la obra pública o la educación o sobre cualquier política social orientada a los sectores de menores recursos. Y había que liberar la economía, evitando cualquier tipo de restricción o barrera aduanera para que nos inundaran de productos importados, para que las fábricas argentinas cerraran y los puestos de trabajo se perdieran aquí y no en los países centrales.
Y claro, liberar el mercado de cambios, así las multinacionales giraban libre y alegremente a sus casas matrices las divisas que se generaban en el país, junto a cierto empresariado argentino tan afecto a evadir y a remitir divisas sin declarar al extranjero. Había también lógicamente, que aumentar las tarifas de los servicios públicos para intentar incrementar la recaudación fiscal, sin importar que se tornaran impagables para un porcentaje importante de la población, y naturalmente, había que devaluar el peso, de modo de abaratar drásticamente el “costo argentino”, bajar salarios, transferir recursos a los sectores concentrados de la economía, y con la devaluación posibilitar además el licuado de los pasivos de las grandes empresas.
Entonces los iluminados de la “misión”, con la videncia de astrólogos decadentes pero bien pagados, imponían lo que había que hacer en el país en materia económica, y los resultados eran siempre los mismos: la transferencia de riqueza argentina a los centros de poder.
Porque la eterna misión de estos brujos sin magia y sin ciencia, es la misión de fundir países periféricos y endeudarlos. A favor de las economías centrales del mundo y los grupos financieros.Claro. Y sin que importen las consecuencias sociales de sus recetas.
Cuando en el Norte hacen andar sin descanso la maquinita mágica de imprimir billetes verdes, el FMI sale a ofrecer a los países emergentes créditos a un dólar “barato”, con tasa “bajísima”. Aprovechen ésta tasa, es la recomendación de los brujos del FMI, quienes nunca reparan en el nivel de emisión de EE.UU. ni en su déficit fiscal.
Pero al poco tiempo en el Norte, la Reserva Federal sube las tasas y entonces se prende en todo el mundo la aspiradora de dólares, y el crédito que era “barato”, se torna impagable.
En consecuencia hay que tomar más préstamos, en base a más ajuste, para pagar los créditos anteriores que no pueden cubrirse. Y seguir incrementando el endeudamiento, con nuevos préstamos para equilibrar el desequilibrio fiscal que aumenta ante la caída de la actividad económica, porque el Estado cada vez recauda menos a causa de esa recesión. Y cuando ya no hay manera de pagar, el negocio financiero es quedarse con activos y empresas del Estado endeudado. Debe haber hoy algunos interesados entre los brujos del mundo financiero, para quedarse por ejemplo con YPF, a cambio de papeles de deuda.
Por eso, el Presidente Néstor que algo entendía del tema, tomó una decisión estratégica en el año 2005 al cancelar la deuda con el FMI y con la reestructuración del resto del endeudamiento argentino. Eso se tradujo en la independencia económica necesaria que le permitiera al país salir del círculo vicioso del endeudamiento y comenzar a crecer en base al mercado interno, con crecimiento de la producción y aumento de la demanda posibilitado por el incremento del ingreso de los asalariados.
¿Cuales hubieran sido los resultados económicos y sociales si después del incendio del país en el año 2001 a cargo de la Alianza, el kirchnerismo hubiera insistido en mantener políticas de ajuste y endeudamiento? Gracias Néstor.
Como se señalara en el post “Para Comparar”, las propuestas que hoy dejan trascender candidatos como Macri, Sanz o Massa junto a algunas entidades empresariales, son idénticas a las recomendaciones que el FMI y sus brujos de la economía llevaron y llevan a diversos países, pero con idénticos resultados: caída de la actividad económica, endeudamiento, desempleo y aumento de la pobreza.
De acá a las elecciones de Octubre habrá que repetir algunas cosas, aunque parezcan obviedades. Y hablar de éstas cuestiones con los amigos, los vecinos, en la cola del supermercado o en el trabajo. Porque ahí están ellos otra vez, agazapados, con nuevo maquillaje pero con las mismas intenciones: empobrecer al país y su gente, para que unos pocos se lleven la riqueza que generamos todos.
No hay diferencia entre Macri y Martinez de Hoz. Aunque el cerebro económico del golpe del 76 perteneciera a una familia latifundista favorecida por Roca y Mauricio sea el hijo poco lúcido de un verdulero que hizo plata. El objetivo de los dos es el mismo.
3 comentarios:
No nos olvidemos de Lousteau, que proponía medidas dentro de esa lógica: "enfriar la economía".
Hoy se lo ve donde siempre estuvo íntimamente, en el dispositivo macrista.
Los tipos dan vuelta y a veces juegan a préstamo del otro lado al suyo. Su problema como técnicos y economistas es el coloniaje cultural. Esa mentalidad colonizada siempre les tira.
También están los otros, los que con determinada procedencia la ven y suman; como decía Perón: no importa por qué lado del caballo se cubren, sino por donde bajan.
No puedo evitra pensar en ese que venía de tan oscuros lugares y que diseñó la reestatización del sistema de jubilaciones y pensiones entregados, y que hoy se banca por una boludez el escarnio de los que perdieron ese negocio. A él en esa insignificancia no le alcanza la salida que se le reconoce a Lorenzetti y compañía por algo extremadamente mas grave.
Es cierto que el comentario va todo mezcladito, perola disputa es siempre la misma y es la que le da sentido a todo.
Parece mentira que llevamos 12 años explicando lo mismo y todos los días se vuelve necesario volver a explicarlo.
Hay algo más, y es que las crisis económicas llevan a la guerra, luchas internas o con países limítrofes, y en eso se empeñan para continuar con el otro negocio: la venta de armas.
Me parece que el delito de los economistas del FMI no es "ejercicio ilegal", ya que formalmente tienen el título. Para mí sería "mala praxis dolosa agravada por alevosía" (si existiera algo así en el Eerecho).
Lo de los empresarios evasores y fugadores, lamentablemente, es endémico y no se los puede contar para ningún proyecto.
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