En un punto el tema está vinculado a lo señalado acá: estos tipos medran siempre, pero en especial en aguas borrascosas, como por ejemplo con un proceso electoral en marcha muy enrarecido -sobre todo por ellos- y un cambio de gobierno a meses vista.
Y también responde a su ADN esto de hacer negocios que vienen flojitos de papeles: ya lo hicieron con Papel Prensa en la dictadura, o con la compra de radio Mitre y la obtención de la licencia de Canal 13 en el menemismo; y -como no- en la fusión de los cables hacia el final del gobierno de Néstor Kirchner.
Antes habían logrado en las mismas condiciones la derogación del artículo 45 de la ley de medios de la dictadura para poder ingresar al negocio de los medios audiovisuales, y la aprobación de la ley de bienes culturales durante el interinato de Duhalde, para salvarse de la quiebra a manos de sus acreedores extranjeros.
Recordemos que hace apenas meses sostenían que la nueva ley que regula las TIC's y la telefonía celular era "un traje a medida de las telefónicas" (ver al respecto en detalle acá), a las que se les abría el camino para ingresar al mercado de los medios audiovisuales, donde algunas -como Telefónica- ya estaban.
Hay quienes dicen que la ruptura del Grupo Clarín con el kirchnerismo se remonta al momento en el que quisieron ingresar al mercado de la telefonía celular, y Néstor se opuso.
Ahora vuelven a insistir (aprovechando lo que antes criticaron), y sobre la compra de Nextel leemos en Clarín: "la operación se realiza en absoluto cumplimiento del marco jurídico vigente, tanto en materia de telecomunicaciones (Ley 27.078), como de defensa de la competencia (Ley 25.156) y de toda otra normativa aplicable. En cada etapa se dará cumplimiento a todos los pasos administrativos y regulatorios que sean necesarios.
Fuentes del Grupo Clarín señalaron que "la operación es un paso incipiente en la dirección de defender la competitividad en telecomunicaciones de un grupo argentino con presencia en distribución de contenidos por redes fijas, ya que le aporta el complemento de la movilidad, cada vez más demandado" El acuerdo contempla que la operación pueda ser ejecutada por el Grupo Clarín o por cualquiera de sus subsidiarias. En ese sentido, el Grupo informó a la Bolsa que quien lo hará será Cablevisión, de la que es accionista mayoritario"." (las negritas son nuestras)
Sobre el "estricto cumplimiento de la normativa aplicable", nos permitimos recordar lo que dicen las partes correspondientes de la Ley 27.078 de regulación de las TIC'S, cuyo artículo 13 dice: "Cesión o transferencia. La transferencia, la cesión, el arrendamiento, la constitución de cualquier gravamen sobre la licencia y toda modificación de las participaciones accionarias o cuotas sociales, en los términos de la reglamentación vigente, deberán obtenerla previa autorización de la Autoridad de Aplicación, bajo pena de nulidad.".
En el mismo sentido, el artículo 14 regula los supuestos de caducidad de las licencias para explotar servicios de telefonía celular (el negocio en el que incursiona Nextel, empresa que ahora compraría Clarín), y en su inciso d) dice lo siguiente: "Caducidad o extinción de la licencia. La Autoridad de Aplicación podrá declarar la caducidad de la licencia o registro respectivo, conforme lo dispuesto por la presente ley, los decretos, reglamentos y demás normativa vigente en la materia, contemplando el procedimiento establecido por aquélla.
Serán causales de caducidad: d) La materialización de actos sin la autorización del artículo 13 de la presente." (las negritas son siempre nuestras)
Para que quede claro: la compra de Nextel por Clarín no se puede concretar sin la aprobación de la AFTIC (Autoridad Federal de las Teconologías de la Información y la Comunicación), y la concreción de la venta sin cumplir con ese requisito es causal de pérdida de la licencia o registro, por parte de Nextel.
Y lo más claro (u oscuro, según se mire) es que el propio Grupo Clarín dice en su comunicado que la operación la materializará a traves de su sociedad controlada Cablevisión, de la que se comprometió a desprenderse en su momento al presentar el plan de adecuación a la ley de medios ante la AFSCA; porque excede el tope del 35 % del total de los abonados al sistema de cable en todo el país, que establece la Ley 26.522 en su artículo 45 inciso 1) apartado c).
Lejos de eso (y mientras otra cautelar lo protege de la adecuación forzada hasta más allá del fin del mandato de Cristina), lo que está haciendo con ésta operación el Grupo es dejar en claro que no tiene absolutamente ninguna intención de cumplir nunca -pero nunca jamás- con la ley de medios, declarada constitucional por la Corte en las cláusulas que ellos cuestionaron judicialmente.
Y que el plan de "adecuación voluntaria" que presentara en su momento era una absoluta pantomima porque siguen controlando Cablevisión, que sigue siendo su principal herramienta financiera (la que aporta el 74 % de toda su facturación, y el 91 % de todas sus ganancias); y de ninguna manera se desprenderían de ella, al menos voluntariamente.
Recordemos además -conforme lo dicho en su momento- que la si bien la ley 27.078 permite a las compañías que prestan servicios de telefonía acceder a tener medios audiovisuales, estipula en su artículo 10 que para eso deben "conformar unidades de negocio separadas, llevar contabilidad separada y facturar por separado las prestaciones correspondientes a los servicios de comunicación audiovisual y a los servicios de TIC, no incurrir en prácticas anticompetitivas tales como las ventas atadas y los subsidios cruzados con fondos provenientes de las distintas unidades de negocio.."; cosa que acá no se cumpliría porque con los ingresos de Cablevisión (de la que se debe desprender, para adecuarse a la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual), el Grupo Clarín financiaría su desembarco en Nextel comprando el 49 % de las acciones, con opción a comprar el 51 % restante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario