LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

martes, 28 de junio de 2016

MAJUL SE COMPRÓ UN ALMANAQUE


(*)

Todavía faltan cuatro días para que empiece el segundo semestre. Sin embargo la enorme expectativa que generó su advenimiento ya lo transformó en un boomerang que podría afectar al gobierno en general y al presidente Mauricio Macri en particular. (casi se traga un bigote postizo, mirá si no se va a pegar un boomerang en la frente el nabo) "Nunca dijimos que en el segundo semestre de este año la Argentina se transformaría en Disneylandia", se atajó el viernes pasado, por radio, el ministro del Interior Rogelio Frigerio. (es verdad: apenas prometieron la pobreza cero. Igual, lo único que nos falta es que además de todo lo que pasa, vengan cocodrilos a comerse pibes) Y tiene razón.
Pero fueron tantas las veces que el Gobierno repitió que durante la segunda mitad del año el país iba a estar mucho mejor que ahora casi todos lo esperan, (mirá la parte positiva Luis: todavía hay boludos que le creen al gobierno) como si fuera un aniversario o la final de un campeonato de fútbol. (hubieras buscado otro ejemplo, últimamente no dan muchas ganas de que llegue una final: perdemos siempre) Y quizá el que más insistió fue el propio Macri. El Presidente, incluso, propuso varias apuestas con algunos periodistas con los que mantuvo encuentros off the record. La primera fue que la inflación de junio bajaría a menos del 2%. (Antes había apostado que la inflación andaría entre el 20 y el 25 %, más cerca del 20. Debe ser por eso que le tiene bronca a Cristóbal López: va a los casinos, apuesta y no gana nunca)
La segunda premonición fue que a partir de la desaceleración de precios la economía iba a crecer del 2 al 4%. (viene como Carrió, con las premoniciones: no pega una) Y la tercera, que las inversiones se iban a multiplicar de manera exponencial. (bueno, las de él sin declarar sí: todos los días nos enteramos de una nueva) Los ministros del área, sin embargo, no están tan seguros. (¡epa!: ¿desconfían del amado líder, que pasa, los contagió Barañao de kirchnerismo?) Los más prudentes, incluido el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, consideran que la previsión original de que la inflación bajaría el 25% anual empezará a suceder recién en abril del año que viene. (una tercera parte del mandato para volver a la inflación de Kicillof, son unos genios loco) "Fuimos demasiado optimistas. Fallamos en el cálculo por tres meses. (más bien demasiado pelotudos) Pero eso no significa que no estamos mejorando. (¿ahora por cuantos meses le piensan errar?)

Lo estamos haciendo de a poco. (pelota todo, están haciendo de a poco. Y si pensás en Aranguren, no tan “de a poco”) Pero lo que viene son buenas noticias" me dijo otro ministro del equipo económico. (¿renuncian todos?) En sus diálogos con economistas, gobernadores, banqueros, sindicalistas y dirigentes de la oposición Macri pide mucha paciencia y un mínimo de reconocimiento. (¿de qué, de que pifisron en los pronósticos, de que lo del segundo semestre era verso?) "Me están corriendo todo el tiempo. Por izquierda y por derecha. (es verdad: Espert y Broda lo están matando, porque no echó a un millón y medio de empleados públicos) Nos acusan de matar de hambre a la gente pero no cuentan que en la provincia de Buenos Aires casi estamos duplicando la entrega de bolsones de comida. (cosa que no haría falta si –efectivamente- no hubiera más hambre e inflación: la gente compraría la comida con su sueldo o jubilación, en lugar de que se la tenga que dar el gobierno) Dicen que gobernamos para los ricos pero no valoran la decisión de reconocerle a los jubilados lo que durante décadas de las negó. (en el mismo proyecto de ley en el que les sacan impuestos a los ricos, y los que les quedan van a pagar menos, como Bienes Personales o Ganancias)
Nos responsabilizan solo a nosotros por la suba de precios, (obvio, cuando todos sabemos que también tiene la culpa el Tata Martino) como si no nos hubieran dejado una bomba de tiempo. (claro, los obligaron a devaluar, eliminar retenciones y aumentar las tarifas) Pero ahora que la inflación está bajando nadie lo reconoce como un logro. (y no boludo, si bajó del 7,6 % al 5 % mensual cuando en noviembre del año pasado estaba por abajo del 2 %, ¿qué querés, una medalla, el Nobel de Economía?) Y se lo adjudican, casi de manera exclusiva, a la baja actividad y la recesión. (¿y cuál sería la otra causa genio, si se puede saber?) Cuando la inflación termine de bajar y la economía empiece a mejorar ¿qué van a decir? ¿qué no crecemos al % anual?" (cuando eso pase hablamos, es como enojarte con el futuro improbable)
El Presidente quiere pasar por alto, lo más rápido posible, las graves consecuencias que produjeron el tarifazo y la explosión de los precios de los alimentos. (no se nota che, se lo preocupado...por la interna de la AFA. O sea que es un sorete insensible, y se enoja cuando le dicen que gobierna para los ricos) Pide encarecidamente que no lo ataquen a Juan José Aranguren, (uno de los principales responsables del tarifazo, junto con él) pero al mismo tiempo reconoce que le parece justo que la Oficina Anticorrupción analice si viola o no la ley de tenencia de acciones de Shell por parte del ministro de Energía. (y aunque no la pareciera, lo tiene que verificar igual, porque para eso está. Aunque él la haya puesto a Laura Alonso solo para investigar la corrupción k) Tanto el jefe de Estado como la mayoría de los ministros y secretarios subestimaron el tránsito de la jefatura de gobierno de la Ciudad a la Presidencia de la Nación. (¿los agarró un embotellamiento? si están cruzando la plaza nomás)
Un amigo de Macri que no viene de la política se lo echó en cara sin sutileza. (¿qué le echó en cara Luis, que es un pelotudo que subestima la importancia de las cosas?) Le dijo que le parecía una barbaridad que le siguiera prestando a su amigo Nicolás Caputo unos cuantos millones de pesos y que encima lo hiciera aparecer en su declaración jurada. (claro, tendría que haberlo ocultado y listo) Le explicó que no se tenía que enojar si el fiscal Federico Delgado decide investigar hasta su ropa interior, (tampoco exageremos: se conforma con sus bienes por ahora) y que eso incluye el controvertido divorcio de su hermano. Además interpretó que para que una buena parte de los argentinos dejara de repetir que gobierna para los ricos, no solo debía mantener los planes sociales ni reconocer el sacrificio de los jubilados. (es verdad: además se requiere que efectivamente deje de gobernar para los ricos)

También tenía que imponer multas a los formadores de precios que se abusan (¿vos decís aplicar la ley de abastecimiento como hacía Moreno, Luis? Polémico, el amigo) y denunciar la cartelización de algunas actividades, más allá de la obra pública del gobierno anterior. (boludazo el amigo: mirá si se va a tirar con los negocios de la familia. Seguro que Niky Caputo no era) Macri le tomó la palabra y le explicó que, más allá de la inflación y el crecimiento, el gran desafío que se propuso es hacer que el sistema judicial funcione de verdad. (ah, o sea que con lo de los formadores de precios y la cartelización de la obra pública lo sacó cagando. Y con lo de no gobernar para los ricos, ni hablar) A pesar del evidente beneficio político que le representa el escándalo del revoleo de bolsos con u$s 9 millones de José Francisco López, la captura de Ibar Pérez Corradi en Foz Iguazú y la confirmación de que los hijos de Lázaro Báez son cotitulares de cuentas bancarias con dinero negro en Suiza, el jefe de Estado desconfía de los fiscales y jueces federales. (acá arranca la parte en la que empezás a hablar de las verdaderas “buenas noticias” que espera el gobierno: que todos los k vayan presos, para que no se hable de economía ni de las cagadas del gobierno) Él pretende que este mani pulite a la bartola no se limite a la pura espuma."Más importantes que las imputaciones, los llamados a indagatorias y los procesamientos lo más importante es que los delitos terminen en condenas, y que las causas no se vayan deshilachando, al compás de los tiempos políticos", opinó. (claro, como lo de las escuchas o el contrabando de autopartes...ah, no, pará...)
Es lo mismo que piensa el ministro de Justicia Germán Garavano. Y no es distinto, en lo sustancial, de lo que pretende la diputada Elisa Carrió. (información decisiva, relevante para...nada) En el ranking de los jueces cuestionados, se encuentran, primero, Daniel Rafecas y segundo, muy cerca de él, Rodolfo Canicoba Corral.(¿y Bonadío no? ¿por qué será que no sorprende?) Rafecas ya tiene dos pedidos de juicio político. Y la mayoría oficialista del Consejo de la Magistratura está dispuesta a iniciarlos. (¿y esto que tendría que ver con que el “mani pulite” no quede en pura espuma, si se puede saber?)
De Canicoba esperan que termine condenando a Omar Caballo Suárez, ex secretario general de Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), procesado por impedir la navegación y acusado de extorsión. (pero cómo ¿no era que no iban a interferir con la labor de los jueces, y que no quieren “jueces macristas”?) De Federico Delgado se preguntan cómo tardó tanto en encontrar una mínima prueba del enriquecimiento ilícito de José López (es que le faltaban los bolsos con dólares) y porqué pone semejante celo en investigar a Macri y su conducta en los denominados Panamá Papers. (ah, o sea que cuando las causas lo involucran a él no le preocupa que todo quede en pura espuma. Gracias por blanquearlo, Luis)
En el Gobierno también se preguntan cómo puede ser que los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero continúen en sus despachos, después de tantos fallos que los colocan bajo sospecha. (¿podrías ampliar un poco Luis? Así dicho parece que los tipos se tienen que ir solo porque no le gustan al gobierno) Carrió los quiere enjuiciar. (y a Lorenzetti, y a Angelicci. Pero ahí no le dieron ni quinto de pelota, más aun: la desautorizaron públicamente) Cuanto antes, mejor. A Macri le alcanzaría con que presenten sus renuncias, como lo hizo Norberto Oyarbide. (¿apretando jueces desde lo medios Luis?, que feo) El no cree que aceptar la dimisión sea un acto de debilidad. O de garantía de impunidad. "Primero que se vayan y que dejen de hacer el mal. Y después que se los denuncie y se los investigue. Una cosa no impide la otra", dijo el jueves pasado. (claro, como pasa con Oyarbide que desde que dejó de ser juez está siendo investigado...por bailar en la fiesta del gremio de los taxistas)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá

No hay comentarios: