Se atropellan en la redacción de Clarín los dirigentes opositores reclamando "el cese de la persecución política del gobierno" en la causa por determinar la identidad de los hijos de la dueña del diario: hasta la flexible Victoria Donda (hija ella misma de desaparecidos) se prende.
Y en ese contexto, no podía faltar el sargento La Rata dando el paso al frente para hacer la venia; y nada menos que con una columna de opinión en el propio diario.
Lógico: de un tiempo a esta parte, el Gran Diario Argentino se convirtió para La Rata en apenas un pasquincito, que expresa la voz de los más débiles.
El resultado de los exámenes le permite volver a ocupar el lugar de la correción política, que casualmente coindice con los intereses del Grupo. Pura casualidad, a veces la taba cae para el lado de los más débiles, diría La Rata.
Apelando al argumento del uso oportunista de los derechos humanos por parte de Kirchner (como si ése fuera un tema que tuviera rédito electoral en este país), La Rata se corre de todo lo que dijo y escribió durante más de 20 años, buscando un lugar cómodo al calorcito de Magnetto.
Nos recuerda que él formó parte de los diarios que reclamaban por el monopolio que ejerce Papel Prensa en la provisión del insumo básico para los medios gráficos; omite decir que -con una precisión letal- los fue fundiendo uno tras otro, dejando siempre trabajadores en la calle, familias sin sustento, concursos de acreedores y deudas sin pagar.
Y en el último diario que fundió (Crítica de la Argentina), su socio financiero fue nada menos que Gabriel Cavallo, que se fue de la justicia con un gran capital ahorrado para emprender el desafío; y que -por esas casualidades de la vida- terminó siendo el abogado de Ernestina en la causa de los ADN.
Eso sí: nada de eso le impide a La Rata alzar el dedito acusador contra Schoklender por el desfalco de Sueños Compartidos.
También omite La Rata decir que, en esa pelea que en otros tiempos supo sostener por el papel de diario, apeló a cuanta arma tenía a la mano para golpear a Clarín; incluyendo el caso de la identidad de los hijos de Ernestina.
Claro: ahora no tiene diarios, no necesita papel, ni necesita agitar los esqueletos en el placar ni de Ernestina, ni de Magnetto. Hasta es capaz de confraternizar con Ricardo Kirchsbaum (al que amenazó con trompear) en los estudios de TN.
Y después resulta que los oportunistas fueron Néstor y Cristina.
¿Estará preparando el terreno para volver con "Día D" en canal 13 o TN?
No creemos, no hay que ser tan mal pensados; después de todo el hombre es simplemente, un luchador por la verdad.
1 comentario:
Muy bueno.
Esto evidencia que no existen para algunos los valores inalterables.
Bailan al compás de la música que le ponen aunque la aborrezcan, como Macri, cuando bailó cumbia al final del escrutinio.
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