LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

miércoles, 27 de julio de 2011

DEL 95 AL 38


Resulta que durante toda la campaña Antonio Bonfatti era presentado por Binner como la única continuidad posible del famoso "plan a largo plazo, financiado por la Unión Europea, con una idea de Santa Fe para los próximos 20 años, bla, bla, bla...." .

Conteste con ese chamuyo, el candidato aportaba el suyo: "los equipos de trabajo no se improvisan de un día para el otro, nosotros sabemos como funciona todo, no se puede improvisar, yo sé donde está la abrochadora -decía él mismo en un ridículo spot publicitario oportunamente retirado-, bla, bla, bla.".

En ese marco, el mismo Bonfatti decía que, en caso de ser gobernador, iba a mantener el 95 % del actual gabinete (mayoritariamente hegemonizado por el socialismo: en ministros golearon 11 a 1 a los radicales), hasta en sus segundas y terceras líneas (los casi 700 cráneos que supimos conseguir desde el 2007 para acá).

Más aun: cuando la ministra de Educación Elida Rasino, fue nominada por Binner para integrar la lista de diputados nacionales del Frente Amplio Progresista, le preguntaron si la reemplazaría Barletta (que se queda sin trabajo a partir de diciembre), y Bonfatti fue contundente: no señor, la va a reemplazar alguien del mismo equipo, hasta se tiró el nombre de la actual Subsecretaria de Educación, socialista también.

Pero el domingo las cosas no fueron según lo planeado por los médicos amigos que se conocieron castrando gatos; y pese al triunfo, los números ya no les sonríen tanto. De hecho, sólo les empezaron a sonreír a eso de las doce de la noche, hasta allí no les entraba una Gillette en el orto a ninguno de los dos, aunque Binner diga lo contrario.

Y ya que hablamos de números, miremos los de la ciudad de Rosario: el intendente Lifschiz como candidato a senador obtuvo 281.099 votos, la actual diputada Mónica Fein como candidata a intendenta 259.792 (ambos candidatos acordados entre los dos sectores del partido, el de Binner y el de Giustiniani).

Bonfatti como candidato a gobernador sacó en la ciudad de Rosario (que le permitió marcar la diferencia don Del Sel que le terminó dando la elección) 216.549 votos, o sea 65.000 menos que Lifschiz y 43.000 menos que Mónica Fein.

¿El precio de haber sido impuesto a dedo por Binner, aun contra algunos sectores del partido, el costo de una gestión provincial gris, una bajada de brazos de Pechito y su gente en la campaña?

Ponga cada uno lo que le parezca.
Por eso vemos como acá en La Capital el propio Bonfatti sale a decir lo obvio: habrá cambios en el gabinete provincial, para incorporar figuras de las demás fuerzas del Frente Progresista. Traducimos: radicales.

Lo cual da por tierra con toda la cháchara de los "equipos", y entrarán a tallar los votos, como debe ser (más en una alianza): tanto tienes, tanto vales.

Y ni hablar cuando Bonfatti mira para el lado de la Legislatura: complicado va a estar sacar una ley (el Presupuesto ponéle), o aprobar un pliego de juez, ¿no Antonio?

El gobernador electo se viene dando un baño de realismo desde el domingo, bajando el copete; aunque Binner se dedique a dinamitarle su ya complicado gobierno (aun no iniciado), desde la misma noche de los festejos, como bien señala acá Lucas.   

Por eso ahora cuando piensa en su futuro gabinete ya no habla más del 95 %, sino más bien del 38 % que sacó el domingo.

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