CORDOBESISMOS

 

Por Raúl Degrossi

Pasó Córdoba, la última elección provincial antes de las internas nacionales, y la última oportunidad de Clarín de poner una tapa donde "kirchnerismo" vaya unido a "demolido", "roto", "triturado", "destrozado" o similares.

Como viene pasando todo el año, se impuso el oficialismo, con la única excepción de Catamarca; donde gobernaba la UCR, por algo será: si yo fuera Ricardo Alfonsín, no lo tomaría como un indicador de la recuperación de la confianza de la sociedad en el radicalismo.

La elección de Aguad fue -en términos porcentuales y de ubicación en la tabla- exactamente igual a la de Agustín Rossi acá en Santa Fe; con una diferencia a favor del Chivo: Aguad no tuvo un fenómeno de circo como Miguel Del Sel que le sacara votos. Por más que busco, no encuentro en la tapa de Clarín la referencia a este punto.

Se supone que Aguad alineó a favor suyo a todos los votantes radicales, o por lo menos a los de Ricardito Alfonsín, que pueden no ser lo mismo: si se descuentan los votos  de Menéndez y sus amigos, la cosecha de Richard el domingo que viene en Córdoba, sería aun menor.

Tampoco le fue muy bien que digamos a Binner: del 30 % más o menos de Juez, es muy probable que entre un 10 y un 15 % voten por Cristina, y de paso los números de Córdoba confirmaron que el socialismo santafesino fue el oficialismo provincial que ganó con menor porcentaje, y por menos margen, en todo el país. O sea que los votos de Bonfatti salieron más caros que los de Chamizzo.

Binner primereó a Alfonsín en salir a poner la cara ante la derrota de su pollo -acotación al margen: tremendo acierto la elección de Morandini para sumarle votos a la fórmula, eh- en nombre de la coherencia política, criticando al pragmatismo resultadista, un claro tiro por elevación a los radicales: si hay algo que no pueden ser últimamente, es resultadistas.

El menottismo en política -reitero: en política- suele ser la excusa de los que saben que no ganarán nunca.

Pero ese ventajeo de Binner se diluyó no bien empezó a hablar: si sigue con las mismas tres o cuatro frases sacadas de las obras completas de Juan B. Justo, advertirá que para el despegue de su candidatura, era mejor que no lo conocieran nacionalmente.

Sobre todo porque cuando habló le faltaban datos del escrutinio. Del escrutinio del 2007, ya que dijo que Juez era una figura en crecimiento, y había perdido doce puntos desde la anterior elección, al momento en que él hablaba.

El radicalismo podría estar aproximándose en el orden nacional a un nuevo fracaso de proporciones; de lo que Ricardito Alfonsín podría darse cuenta...en el 2013. De todos modos, es claro que mejorará la perfomance...de Leopoldo Moreau en el 2003.

Para colmo al próximo velorio electoral Ricardito no podrá pegar el faltazo ni mandar un telegrama de pésame, porque será el suyo.

Y hablando de perfomances a lo Moreau: otra tremenda elección de Carrió, que dando razón a Verbitsky cuando dice que es inmune a los fracasos electorales, disertaba anoche en lo de Grondona sobre las perspectivas del futuro político: ya sabemos que, si en la Argentina hay alguien capacitada para hablar del futuro, es Lilita. 

Si repite el domingo la elección en Córdoba (0,60 %) no podrá siquiera presentar candidatos a diputados nacionales por el distrito, que se cuelguen de su boleta presidencial. 

Se ven por estos días por televisión los spots de Altamira reclamando que lo voten para no quedar afuera de la general, y de Carrió pidiendo fiscales. Si la cosa sigue como viene, en breve intercambiarán publicistas, y mensajes: al menos ayer en Córdoba, Altamira estuvo al borde de lograr el objetivo.

Ganó De La Sota y nadie puede decir que es kirchnerista; algo tan cierto como que fue el candidato que menos abiertamente confrontó en su campaña con el gobierno nacional, y que al menos la mitad de sus votos irán a Cristina.

A lo que hay que sumar que el próximo domingo no presentará lista de diputados nacionales, porque no le permitieron colgarlos de la boleta de Cristina; es decir que ha superado a Macri, al que apenas le falta un candidato a presidente del cual colgar su lista de diputados. Lo que se dice dos aventajados en la carrera presidencial del 2015.  

Y hablando de Macri: viendo los números de Aguad, se entiende porque viajó de vacaciones a Europa, y no a las sierras cordobesas. 

Cuando De La Sota salió a anunciar el triunfo evitando definirse por cualquier candidato en la elección nacional, el daño mayor no fue para Cristina, sino para Duhalde: es muy posible que el 14 en Córdoba, sea superado hasta por Rodríguez Saá; como él mismo lo sabe; y por eso se bajó de la inverosímil interna del peronismo federal en su momento, antes que la ronda llegara a la provincia mediterránea.  

El domingo que viene se termina el argumento de las derrotas kirchneristas en cadena: siguiendo el razonamiento de Clarín, Cristina no tendría que tener ningún voto en Córdoba, o sea que si tiene uno, se podría decir que repuntó. ¿Qué explicación van a encontrar si -como todo parece indicar- gana ahí también?

Uno lee hoy a Van Der Kooy y parece que el problema central es que el kirchnerismo no logra trasfundir los votos de Cristina a sus candidatos locales (casos Filmus y Rossi), lo cual es muy gracioso: en la misma nota analiza las perspectivas presidenciales de De La Sota (entre prospectos jóvenes como Urtubey, y dinosaurios como Reutemann)...para el 2015.

Lo cual es la corroboración del dato político central que el holandés errante omite: el verdadero problema fue que el peronismo "con mayor respeto social" -como le gustaba decir en un tiempo a Morales Solá- no pudo encontrar en más de dos años, un candidato nacional que trascendiera su comarca, y se animara a competir con Cristina en la interna peronista del domingo.

Y hablando de De La Sota y sus perspectivas: aunque no se puede tomar al "cordobecismo" como algo más que un chiste cordobés, no faltarán quienes le agradezcan su invalorable aporte a la teoría política: una identidad política construida sin referencia ideológicas ni representaciones de clase al estilo marxista, simplemente apelando a los mapas del Automóvil Club; todo un hallazgo.

A poco de cerrados los comicios, hubo algunos incidentes con dirigentes kirchneristas que intentaban ingresar al búnker delasotista a participar de los festejos, los que finalmente no pasaron a mayores.

De todos modos, estamos avanzando: hace unos cuantos años, para sacárselos de encima les hubieran organizado un Navarrazo, y los hubiera echado el brigadier Lacabanne.

Pero si De La Sota toma su triunfo de ayer como la plataforma de lanzamiento para una candidatura presidencial en el 2015 (cuando tendrá 66 pirulines, la renovación política tiene estas cosas), tendrá que replantearse seriamente su armado.

Su armado capilar, digo.