CAVALLISMO AL PALO EN BRASIL

Esto es historia conocida y ya lo vimos por acá, con resultados también conocidos.

Empiezan a hablar de que las empresas recuperen "competitividad" ((léase tasa de ganancia), y les sacan de encima impuestos, u obligaciones de financiar la seguridad social.

Siempre en el marco conceptual de considerar a las contribuciones patronales un "impuesto al trabajo", o una "carga".

La rebaja desfinancia al sistema de seguridad social de recursos genuinos, y el bache fiscal debe ser cubierto vía un ajuste para preservar el superávit, con efectos también previsibles en el nivel de actividad.

De hecho, la mediocre perfomance (en términos de crecimiento) de la economía brasileña en el mandato de Dilma tiene bastante que ver con la adopción de este tipo de recetas ortodoxas, como las de las "metas de inflación".

Políticas y medidas que benefician al capital, y a los grupos exportadores, y con las que el gobierno de Brasil piensa granjearse el apoyo de los grandes grupos multimediáticos.

Si no fuera así, ¿qué sentido tiene para el país que los grandes grupos de medios (no ya las industrias) recuperen "competitividad" pagando menos aportes a la seguridad social?

Grupos de medios que encima (además de aplaudir previsiblemente las medidas) nos dicen que hacen atractivas las nuevas privatizaciones que lanzó hace poco el gobierno brasileño en infraestructura y servicios públicos; al mejor estilo menemista.

Lo preocupante para nosotros es que el repunte de nuestra economía depende en buena medida del despegue de la brfasileña (de hecho, el mejor desempeño de la industria automotriz en el primer tgrimestre está directamente ligado a las exportaciones a Brasil); y no parece que con éste tipo de medidas nuestros vecino vaya a lograr crecer demasiado éste año.