TRANSPARENCIA REPUBLICANA

Leemos en el diario del Loco Lindo: "Con la renovación de autoridades en el Tribunal de Cuentas, llegó la actualización de una polémica: cómo acceder a las resoluciones del principal organismo de contralor de las cuentas públicas provinciales. En 2005, después de que un presidente -Silvio Zuchiatti- debiera renunciar por el ascenso escandaloso que le había concedido a su hijo, la sucesora en el cargo, Nora Vallejos de Lucca, hacía la desafiante propuesta de modificar el reglamento interno del organismo para que las actas de los plenarios dejasen de ser secretas. Y destacaba en aquel momento que “desde hacía algunos meses”, las resoluciones del organismo ya se publicaban en Internet.

La iniciativa irrumpía en medio de un debate sobre la transparencia de la institución y después de que el presidente saliente se quejara de que “alguien desde adentro (del Tribunal)” hacía trascender información. Con el tiempo, la discusión se agotó, y el debate prometido nunca logró plasmarse en una reforma concreta. A decir verdad, lejos de que las actas se hiciesen públicas, hoy ya no se publican siquiera las resoluciones en Internet. Un retroceso, en épocas de acalorados cruces discursivos sobre la transparencia y el libre acceso a la información.

Consultado por El Litoral, Germán Huber, flamante presidente del organismo, confirmó que si bien la publicidad de las resoluciones fue un mecanismo empleado en algún momento, ello no sucede en la actualidad."

"Cuándo se interrumpió la difusión de resoluciones es un dato que no pudo ser corroborado. La sucesión en las presidencias desde 2005 -cuando Vallejos contaba que la publicación en Internet era un hecho reciente- fue la siguiente: Vallejos, Angel Espósito, Horacio Alesandria, Mario Esquivel, Vallejos nuevamente, María del Carmen Crescimano, Gerardo Gasparini, Germán Huber. El Litoral sí obtuvo el testimonio de Alesandria, quien recordó que durante su presidencia -hasta abril de 2009- las resoluciones eran publicadas." (los subrayados son nuestros)

Resulta entonces que en la provincia invencible, en la que es señera y paladín a nivel no ya nacional, sino continental (y aun mundial) en materia de transparencia y libre acceso a la información pública, no se pueden conocer públicamente las resoluciones del principal órgano de control previsto por la Constitución.

Y tercia en la disputa Figuretti, el Director de la Ofician Anticorrupción del gobierno de Bonfatti, para sugerir que ésto se solucionaría con que el Tribunal de Cuentas adhiriera al régimen de libre acceso a la información pública que aprobó en su momento Binner.

Raro, porque nosotros acá en éste post (cuya lectura recomendamos, así como hacer el ejercicio que allí se propone) demostramos como alguien, desde una computadora en su casa y por más que tratara, no podía acceder a todos los decretos dictados por el gobernador de la provincia, sino a una ínfima porción, inferior al 5 %.: ¿acaso la caridad bien entendida no debe empezar por casa, don Figuretti?

Y si no nos creen, entren acá al subportal "Transparencia" del gobierno provincial, clickeen "Normativas", luego "Leyes y decretos provinciales" y repitan el ejercicio sugerido en el post linkeado; y nos cuentan que onda. 

Pero volvamos al Tribunal de Cuentas: la misma nota da cuenta de que sus resoluciones se habrían dejado de publicar hacia el 2009, justo cuando comenzó la ofensiva del gobierno de Binner para construir una mayoría automática en el seno del órgano de control; de modo de sortear el impedimento que signficaban para su gestión (en realidad para la imagen de transparencia que el socialismo quiere dar), las 120 observaciones legales que sufrieron decretos suyos, y actos de otros funcionarios de su gobierno.

Y en la transición hasta que el Frente Progresista se apoderó por completo del manejo del Tribunal de Cuentas (justamente con la llegada de Huber, patrocinado por el radicalismo como que había sido funcionario de Barletta), ocultar las resoluciones garantizaba que no se conocieran las discrepancias de criterio entre los vocales; donde los nuevos (designados por Binner) propiciaban no observar los actos, con argumentos inverosímiles.  

Otro ejemplo para tener en cuenta justo ahora, cuando discutimos sobre reformas para garantizar la impunidad, avasallamiento de los órganos de control y transparencia republicana.

En la nación, claro, acá en Santa Fe no hace falta porque todo eso está garantizado.