Leemos en Ambito Financiero: "La primera línea aprobada por el BCRA fue por un total de $ 15.000 millones y la segunda acumuló $ 17.000 millones. Pero según los datos transmitidos por las propias entidades, a fines de junio se habría sobresuscripto el cupo que obligatoriamente se debía colocar, con lo que se estarían superando los $ 18.000 millones. "Esto demuestra -consideraron en el Central- que existe demanda de financiamiento para volcar a la inversión, por ejemplo, a través de la compra de maquinaria o ampliación de plantas". Y de ese monto, se estima que alrededor de un 93% de lo asignado ya habrá sido efectivamente desembolsado.
Otro de los datos que surge del otorgamiento del segundo tramo del crédito al sector productivo es que el 58% de los que tomaron estas líneas son pymes, un porcentaje mayor que en el primer cupo. La explicación es que las grandes compañías que precisaban financiamiento ya habían aprovechado para tomar los fondos el año pasado, por lo que los bancos se vieron obligados a buscar empresas más chicas que buscaran acceder a crédito barato. Por eso, muchos ejecutivos de empresas se sorprenden de los insistentes llamados que reciben de los oficiales de crédito que atienden la cuenta ofreciendo en forma muy rápida la aprobación del crédito y el posterior desembolso. La mayoría manifiesta que "nunca le había pasado" que el banco ofreciera en forma tan abierta el acceso a un crédito con estas características. Además de que la tasa fija es muy negativa en términos reales (15% está casi diez puntos por debajo de la inflación real), el plazo mínimo de otorgamiento es muy conveniente, ya que como mínimo deben ser tres años y puede extenderse a cinco años.
La extensión de este programa de préstamos al sector productivo significa, además, que va creciendo rápidamente el porcentaje de crédito dirigido sobre el total de financiamiento que otorgan las entidades al sector privado. Para el Central se trata de un "círculo virtuoso", por el cual se les presta el crédito a empresas que invierten, lo que ayuda a dinamizar la economía. Y destacan que la relación entre crédito y PBI viene creciendo en forma acelerada: pasó del 10% en 2010, luego de la crisis financiera internacional, a cerca del 17% en la actualidad.
De la misma forma, también se señala que el aumento del crédito al sector privado es el principal factor que explica el aumento de la emisión monetaria en lo que va de 2013, por encima de otros aspectos, como el financiamiento al Tesoro vía adelantos transitorios. Volcarles más recursos a las empresas quita recursos para el crédito al consumo, con lo cual se estaría logrando un mejor balanceo entre los créditos personales (que se llevaban la mayor parte de los recursos volcados por los bancos) y los dirigidos a empresas."
Aunque muchos no lo recuerden hoy, este aumento del crédito orientado a la inversión productiva es una consecuencia directa de la reforma de la carta orgánica del BCRA impulsada por Cristina, (aspecto señalado en su momento en éste blog), que además le permite al Central regular el nivel de las tasas; aspecto que en éste caso es crucial porque el financiamiento a las empresas por esta línea es muy conveniente, porque está varios puntos por debajo de la inflación.
Las metas del programa fueron sobrecumplidas, porque los bancos terminaron prestando a las empresas más dinero del originariamente previsto; a despecho de los pronósticos negativos de los gurúes económicos que como siempre, no pegan una.
Las cifras son contundentes: aumenta el crédito productivo siete puntos medido en su relación con el PBI, se inyectan más de 52.000 millones de pesos a la inversión productiva para aumentar la capacidad productiva y generar empleo; disminuyendo además a futuro las tensiones inflacionarias al ampliar la oferta de bienes y servicios.
Y la mayor parte de los créditos se los llevan las Pymes, que son a su vez las mayores generadoras de empleo: un 58% del total de la masa prestada, porcentaje que en la provincia de Santa Fe aumenta a casi el 91 % del total.
Una política pública clara, concreta y consistente, que tiende a fortalecer la estructura productiva del país, a partir de una regulación inteligente; que conectó la mayor disponibilidad de fondos de un sistema financiero saneado luego de la crisis del 2001, con las demandas de financiamiento de las empresas que aspiran a expandirse.
Dictada contra la opinión de la cátedra, además.
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