LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

domingo, 1 de septiembre de 2013

"Y, SI TODO AUMENTA, TIENEN QUE AUMENTAR"


No vamos a descubrir la pólvora si decimos que la inflación es una de las principales causas de la pérdida de votos del kirchnerismo entre octubre del 2011 y las PASO de éste año; sobre todo en los sectores populares que conforman el núcleo de su base electoral, y a los que más afectan los aumentos de precios, especialmente en los productos de primera necesidad.

Igual que contribuye en el mismo sentido toda la polémica abierta desde hace años por la credibilidad de los índices del INDEC (nota: el cuestionado IPC es un índice, no una estadística, que es otra cosa). Hasta acá, que los dos factores generen mal humor contra el gobierno, son comportamientos perfectamente razonables.

Sin embargo, no cambian el hecho de que, en una economía capitalista o de mercado (por más que existan regulaciones) los precios los aumentan los empresarios, y no el gobierno.

En todo caso la queja ciudadana hacia el gobierno por la inflación supone que la gente espera que el Estado haga algo, para contener los aumentos de precios: una implícita aceptación de un cierto consenso mayoritario sobre la necesidad de regulación estatal de la economía.

Y decimos implícita porque es común ver que, cuando el Estado hace algo o lo intenta, mucha gente también se queja: la demonización de Guillermo Moreno es el mejor ejemplo. La vasta adhesión social allá por el 2008 a la protesta agrogarca contra las retenciones móviles (luego sensiblemente disminuida), otro.

Adviertan que a Moreno no lo critican tanto por ineficaz (o sea que el que se queja considera que no acierta a contener los aumentos, y debería hacer más) como por "patotero", o cosas por el estilo: la forma por encima del contenido; como si intentar lograr que las empresas no aumenten los precios, fuera simplemente una cuestión de buenos modales.

Por ejemplo ahora las prepagas de salud aumentarían un 9,5 % sus cuotas y hay quejas, pero pidieron aumentos que oscilaban entre un 15 y un 25 %, y el gobierno (Moreno) les autorizó menos, porque ahora debe intervenir antes de que decidan un aumento, ya que así lo establece la nueva ley que regula al sector. Es decir que si no existiera la ley, les hubieran enchufado el doble o el triple de aumento.

Ahora bien, en una economía de mercado aunque el Estado puede influir hasta cierto punto en los niveles de precios (dejemos de costado por ahora las polémicas académicas sobre las causas de la inflación), fijar, lo que se dice fijar precios, puede hacerlo sólo respecto de aquéllos que son regulados, es decir los impuestos y las tarifas de los servicios públicos, en éste caso sea que los gestione por sí mismo, o los haya concedido para que los explote una empresa privada.

A su vez la oposición (con buen criterio) hace blanco en el tema de la inflación para criticar al gobierno cuidándose bien de hacer lo propio con los empresarios, que después de todo no compiten con ella en las elecciones. Sin embargo, para que ese discurso sea redituable electoralmente requiere que el sentido común de la gente (como se dijo más arriba) suponga que la culpa exclusiva del problema de la inflación, es del gobierno.

Recalcamos: dijimos "exclusiva", lo que implica que entendemos que el gobierno debe hacer algo al respecto, y más: es uno de los principales (si no el principal) problema que debería afrontar.

Pero hete aquí que, si uno repasa el mapa político argentino, se encuentra con que la oposición al gobierno nacional gobierna en muchos lugares, a nivel municipal por ejemplo; y en algunas provincias, como Santa Fe y la CABA, que viene siendo más o menos una provincia.

Y se encuentra con que, por ejemplo, la gestión radical que asumió en diciembre del 2007 la municipalidad de Santa Fe aumentó la Tasa General de Inmuebles y todas las tasas y derechos municipales significativamente; y hasta el año pasado hizo aprobar por el Concejo un sistema de aumento automático trimestral de la TGI: una especie de indexación, sobre lo que informamos acá.

Que decir del gobierno provincial del mismo FPCYS, conducido por el socialismo: un 455,55 % de aumento de los peajes de la autopista Santa Fe-Rosario en poco más de cinco años, un 447 % de aumento en las tarifas del agua y las cloacas en el mismo lapso, otro tanto de la tarifa de la luz de la EPE aunque siguen recibiendo subsidios nacionales a la compra de energía (ver acá) y dos reformas tributarias que reimplantaron Ingreso Brutos a determinadas actividades que estaban exentas (lo que no estaría mal), pero que significaron aumentar más de un 1000 % el impuesto de sellos y las tasas de actuaciones administrativas.

Los que viven en la Capital Federal o leen los diarios porteños saben que Macri hizo lo propio, aumentando más de un 800 % el ABL entre sus dos mandatos. Todos índices de aumentos que están muy por encima del más alto de los índices privados de precios que miden la inflación, del 2007 para acá.    

Aumentos que objetivamente alimentan el proceso inflacionario, porque afectan (de un modo concreto, aunque los empresarios inflen a propósito su incidencia) los costos, y que terminan siendo trasladados a los precios que pagamos los consumidores.

Por el contrario los impuestos nacionales no han aumentado, en todo caso al aumentar los precios aumenta el 21 % del IVA, pero la alícuota sigue siendo la misma, o los aumentos de salarios por paritarias hacen que más gente pague Ganancias pero las escalas siguen igual. Lo mismo pasa con el monotributo como consecuencia del aumento nominal de la facturación, por el alza de los precios. Allí la inflación causa el problema, no es el impuesto el que genera la inflación.

Sin embargo así como el kirchnerismo pagó electoralmente el costo de la inflación o de lo que pasa con Ganancias o el monotributo, la oposición que gobierna logra zafar bastante bien de la parte que le toca: mucha gente (demasiada) que se queja por ejemplo por los aumentos de las naftas de YPF (que permite financiar más del 80 % del crecimiento de sus inversiones), no dice nada respecto a los aumentos que ordenaron y ordenan radicales, socialistas o el PRO; e incluso los sigue votando.

Más aun: no son pocos los que, los justifican diciendo cosas como "y bueno, si todo aumenta, tienen que aumentar"; que es justamente la lógica con la cual también muchas otras veces desplazan la culpa de la inflación de los empresarios, al Estado; como único y exclusivo responsable. 

Si alguno entiende el por qué, se agradecerá la explicación.

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