Leemos en el diario del Loco Lindo: "Roberto Vicente dejará el cargo de secretario de Justicia que viene desempeñando desde diciembre de 2007. Su lugar será ocupado por otro dirigente de extracción radical, ligado al ámbito del derecho y cuyo nombre se mantiene en reserva. Resta saber si la salida se producirá en la próxima semana o bien después de las entrevistas orales y públicas convocadas para dirimir tres concursos el lunes 23 de septiembre y donde integra el cuerpo colegiado entrevistador como titular del Consejo de la Magistratura.
Precisamente, la resolución del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis, de desplazar a Vicente de la presidencia del Consejo motivó la decisión de alejarse del cargo, decisión demorada a pedido de dirigentes del radicalismo.
Mediante la resolución 3.904, Lewis quitó el cargo a Vicente y designó a la secretaria de Transformación de los Sistemas Judiciales, María Cecilia Vranicich. El ministro, en declaraciones periodísticas, intentó minimizar los alcances de su decisión. No obstante, ésta provocó un fuerte cimbronazo en el seno del ministerio y agitó las aguas de la coalición de gobierno. Si bien existen diferencias entre Vicente y dirigentes radicales, éstos se sintieron molestos por la decisión de Lewis a la que consideran, al menos, como inconsulta.
“El cargo de secretario de Justicia sin la presidencia del Consejo de la Magistratura es el vacío absoluto”, sostuvieron fuentes radicales, las que adelantaron que reclamarán que el cambio de funcionario implique la devolución de las facultades en el Consejo."
A confesión de parte, relevo de pruebas: el tan promocionado Consejo de la Magistratura de Santa Fe (puesto por Binner como modelo a seguir en todo el país, y en realidad creado por Reviglio hace más de 20 años) es en realidad el único propósito visible de la existencia de la Secretaría de Justicia provincial; y una eficaz bolsa de trabajo para que radicales y socialistas tomen por asaltos posiciones claves en la estructura judicial santafesina, incluyendo los nuevos órganos creados por la postergada reforma procesal penal.
Desde el hijo de Barletta hasta la pareja del actual rector de la UNL, son innumerables los cargos judiciales que obtuvieron dirigentes y personas vinculadas a dirigentes radicales en los últimos años, en los concursos orquestados por Vicente; quien ocupó el mismo cargo en los gobiernos de Binner y Bonfatti.
Su alejamiento del gobierno no obedecería a un súbito brote de transparencia del gobierno provincial (de lo contrario, no estarían dudando mantenerlo en funciones hasta finalizar algunos concursos en trámite), sino a que ya se nota mucho todo el asunto; y no puede garantizar que en la Legislatura se sigan aprobando los pliegos: el muy republicano recurso de dejar que queden aprobados por el mero transcurso del tiempo no puede durar para siempre, al menos sin costos.
El artículo del diario da cuenta de que, en el reparto de poder entre los socios del FPCyS, el cargo le corresponde al radicalismo y la UCR provincial propondrá a un hombre de sus filas: llámenlo intuición, pero anoten el nombre de Mariano Candiotti; el operador radical en el Consejo de la Magistratura nacional, y el hombre con el que Barletta soñaba reemplazar a Despouy en la AGN cuando asumió la presidencia del Comité Nacional del radicalismo (ver más info, acá).
Si no es él, será otro parecido porque lo importante es el rol que tiene que cumplir.
Como el que hasta acá vino cumpliendo Vicente, que ya no es más útil y por eso lo descartarían.
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