Leemos en Página 12 que el Tribunal Oral Federal número 2 notificó a la Corte que el juicio oral por la causa donde se investiga el encubrimiento del atentado a la AMIA será pospuesto; y es muy posible que no pueda realizarse este año.
El presidente del tribunal dirigió una nota con fuertes críticas a la Corte, por no haberle suministrado los medios necesarios para poder realizar el juicio como estaba previsto, pese a habérselos pedido en reiteradas oportunidades.
Tras el papelonazo de Lorenzetti con la "cosa juzgada" en el caso de atentado a la embajada de Israel, el reclamo que surge del propio Poder Judicial demuestra que Cristina tenía razón cuando le reclamó al presidente de la Corte en su mensaje ante el Congreso, que moviera las cachas para agilizar el juicio; que además está íntimamente a la posibilidad real de esclarecer el atentado: cuanto más sepamos sobre la trama del encubrimiento y las maniobras de los encubridores, mas cerca estaremos de saber la verdad sobre la voladura de la AMIA.
Y también podremos determinar fehacientemente que la investigación del atentado que condujo por 10 años Nisman fue un auténtico mamarracho, que conducía ex profeso a una vía muerta desde el principio.
No es casual que en la causa estén involucrados personajes "pesados", como Menem, Anzorrégui, el "Fino" Palacios y el ex juez Galeano; y no hace falta ser muy agudo para advertir que hay mucha gente interesada en que esta causa hiberne el sueño de los justos; entre ellos y de un modo muy especial Mauricio Macri, a quien la figura de Palacios le reaparecería en todo su potencial de daño, en plena campaña electoral.
A fuer de parecer desconfiados, tenemos elementos para pensar que esa circunstancia no es para nada ajena a la decisión de patear para adelante el juicio oral, sea por decisión de los jueces del TOF, o por el remoloneo de Lorenzetti y los supremos a la hora de facilitarles los medios.
Lo que ¿sorprende? es que el anuncio no haya disparado una nueva convocatoria de los fiscales del 18F a marchar en reclamo de justicia; sobre todo porque se supone -en teoría- que esclarecer el encubrimiento del atentado sería un modo muy adecuado de "homenajear" a Nisman; máxime ahora cuando la causa de su propia muerte está estancada en una guerra de almohadazos entre la fiscal Fein y su ex esposa Arroyo Salgado; y la declaración jurada flojita de papeles del ex fiscal dio lugar a una investigación por lavado de dinero.
Ni hablar del hecho de que su insólita denuncia contra Cristina está sepultada bajo el fallo de la Cámara que ratificó el fallo de Rafecas; aunque Moldes intente sostenerla con respirador artificial.
Ironías aparte, que Moldes, Marijuán, Sáenz, Stornelli, Pleé y compañía (Piumatto, bah) no estén organizando ya una nueva marcha por este tema demuestra que la verdad y la justicia -en realidad- les importan menos que un pomo; y lo único que buscaban era generar un hecho político en contra del gobierno.
2 comentarios:
Verbitsky tenía razón.
No pueden levantar vuelo los/as muchachos/as lanacionistas, clarinetistas, mongobardistas y lanatistas, y acá conicherepistas o gordodeliciaistas, porque arman globos que se pinchan rápido cuando se cotejan con la realidad.
En pocos días más se termina el caso Nisman y sus viudas Lagomarsino-Arroyo Salgado y se conocerá que se suicidó por delincuente.
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