Que el operativo de deslegitimación a priori del triunfo electoral del FPV en octubre haya comenzado con las elecciones tucumanas y ya se esté desplegando de cara a las del Chaco de éste mes, no tienen tanto que ver con el calendario electoral, como con el hecho de que en el llamado "Norte Grande" (NOA + NEA) el oficialismo construyó la mitad de la diferencia que obtuvo sobre "Cambiemos" en todo el país.
En ese sentido el "fraude" que intentan instalar en el caso tucumano y ya preanuncian en el chaqueño (donde perdieron las PASO para gobernador por un contundente 60 % a 37 %) es pariente directo del "robo de boletas" que denunciaban en el conurbano bonaerense; donde se construyó la otra mitad de los más de 3,2 millones de votos que separaron a Scioli de Macri.
La delegitimación del triunfo del FPV que se viene orquestando bajo el estigma del fraude funciona con el "clientelismo" profusamente mostrado por Lanata el domingo en su programa como Plan B; sin que los termocefálicos promedio de la audiencia cautiva de los medios opositores reparen en que o existe uno y funciona eficazmente, o es un desastre y hay que apelar al otro.
Dicho de otro modo, si el dispositivo clientelar cumple su objetivo de enajenar o condicionar la conciencia de los votantes para que elijan al que el aparato les indica (bajo la amenaza de perder favores, o la promesa de obtenerlos), no es necesario orquestar un fraude a gran escala; para tergiversar los resultados de la elección en favor del oficialismo.
Es lo mismo que pasaba con el blanqueo de capitales: o es una puerta abierta para la entrada de capitales manchados con sangre y provenientes de la droga, el tráfico de armas y la corrupción, o es un completo fracaso porque no ingresó un solo dólar; pero las dos cosas juntas al mismo tiempo, imposible.
Esa misma "clientela" política y mediática que le cree a Lanata y que jamás pensaría en votar al kirchnerismo tampoco parece percibir otra brutal contradicción en la que incurrió el discurso y la praxis política opositora, en apenas semanas.
Contradicción que consiste en pasar de reivindicar públicamente políticas centrales del gobierno (como YPF, la AUH, la recuperación de los fondos de las AFJP) porque los "focus group" demuestran que gozan de amplio consenso social y quieren disuadir temores respecto a su continuidad en caso de ser gobierno, a plantear que el kirchnerismo es un régimen casi sin ningún respaldo social genuino, que sólo puede sostenerse en el poder mediante el fraude o el clientelismo o -como se señaló antes- ambos a la vez.
Si nadie apoyara al gobierno por buenas razones (vinculadas con políticas públicas concretas, que se tradujeron en mejoras objetivas de la propia situación y del contexto general), la oposición no debería andar haciendo todo el tiempo piruetas dialécticas entre "continuidad o cambio"; y podría explicar con franqueza y ante una amplia audiencia dispuesta a escuchar, sus reales planes para el país, en el caso de llegar al gobierno.
Claro que estas sutilezas son ocultadas por los medios opositores a una "audiencia hablada", que prefiere la papilla conceptual digerida y que necesita que la tele le enseñe a pensar o entender como funciona el mundo; para ahorrarse el trabajo de intentar hacerlo por ella misma.
La bochornosa "excursión a los indios ranqueles" de Lanata y su equipo el domingo (que seguramente seguirá generando nuevas entregas de acá a octubre) opera sobre un trasfondo cultural preexistente (al igual que lo fue en su momento el significante "campo" durante la revuelta agrogarca) que viene de lejos en nuestra historia, y la atraviesa.
Más precisamente desde el dilema sarmientino de "civilización y barbarie", pasando por "los 14 ranchos" con que el mitrismo estigmatizaba al interior, la Argentina inmigratoria del centro del país (esa parte que -en ese mismo imaginario- representa "la mitad del país que mantiene a la otra mitad"), hasta llegar a las "provincias inviables" de Cavallo.
Así expuesto el libreto televisivo (devenido por el seguidismo opositor de la agenda de los medios en hoja de ruta política), parece desconocer que cuanto más burdos son los estereotipos y las estigmatizaciones que se ensayan, menos chances tienen de generar empatía entre los "rescatados" por la tele (antes incluso que por la política) de las garras del clientelismo explotador de la pobreza: pensemos en Carrió que, hablando de "legitimidad segmentada" y "emprender una cruzada para liberar a nuestros hermanos de la pobreza", pasó del 23 % de los votos en el 2007, al 1,82 % en el 2011.
Y si se pasan de rosca (como es inevitable estando Lanata de por medio) corren el riesgo de aumentar el rechazo, incluso entre quienes adversan al gobierno: no sería muy bien visto entre la gente del interior del país -sean o no oficialistas- que los medios porteños los muestren como burros, o negros cabeza que venden su voto por un puñado de pesos o una casa, mientras están cada vez peor porque no saben elegir a los que los gobiernan.
Menos si lo dice un porteño banana como Lanata, puesto siempre en modo "yo, que me las sé todas, te cuento como es", para convencerlos de que voten a otro porteño banana que responde al estereotipo si los hay, como Macri.
Pueden tener éxito acotado en audiencia/electorado que ya tienen seguro, y no necesitan fidelizar, por lo que la estrategia elegida es un claro dispendio de recursos, simbólicos y políticos.
Después podemos discutir en extenso sobre lo que representa en realidad el clientelismo y sus complejas relaciones (sobre lo que se ha dicho y escrito hasta el cansancio), o las condiciones de racionalidad instrumental del voto de cada persona o grupo social.
Diremos simplemente que cabe preguntarse cuan racional sería el voto de quien obtuvo un préstamo del Procrear para construir su casa propia, y vota a los que proponen liquidar las acciones y demás activos del Fondo de Garantía de la ANSES con que se fondea el programa; o de quienes consideran a los subsidios a las tarifas como un derecho adquirido al que no quieren renunciar (mientras protestan contra los "choriplaneros") y votan al que les promete poder comprar dólares sin restricciones o aliviarles la carga de Ganancias, pero aumentará las tarifas eliminando los subsidios para compensar el agujero en las cuentas; lo que les reduciría sus ingresos disponibles para ahorrar comprando dólares.
En la campaña electoral más operada mediáticamente de nuestra historia (en la de 1946 los medios audiovisuales no existían o no tenían la potencia que alcanzaron después), cabe aplicar al despliegue de ese dispositivo mediático para intervenir con un sentido definido en la disputa política, las mismas reglas que rigen para ésta: cuanto más se radicaliza el discurso, menos posibilidades de captar nuevos adherentes se tiene.
Al error estratégico que apuntaba acá Oscar Cuervo de plantear la campaña en términos de peronismo y antiperonismo (regalándole el peronismo al FPV, y a Scioli la posibilidad de crecer con votos de Massa, De La Sota y Rodríguez Saá), le suman ahora el de delegar el comando de una campaña que requiere bisturí, en un operador de motosierra como Lanata.
A no lamentarse entonces después si las cosas en octubre no salen como es pensado; y sobre todo, a no pudrirla cuando lo comprueben fehacientemente al abrirse las urnas.
6 comentarios:
¡Hola, gente!
Lamento no tener comentarios para este post, pero supongo que de tan brillante no tengo nada por comentar.
Motiva mi comentario hacerles una pregunta: ¿tienen idea de por qué dieron de baja el programa de la mañana de FM Sol 91.5 (Una mañana de locos, con Colussi y Ahumada)?
Gracias.
Ni idea, se fue Colussi pero sigue Ahumada
otra más en la brillante ristra de explicaciones para la ciudadanía de a pie- ¡vamos la Corriente Kirchnerista de Santa Fe!
Pablo López
Yo ayer escuché el programa de despedida, pero no alcancé a oir los motivos. Es más, por lo que decían al final del programa, es muy posible que no los hayan dicho antes. Gracias igual.
Es que a Colussi le dieron de alta en el siquiátrico y tuvo que dejar el programa.
Ahora el programa se llama "una mañana de LOCO", por Ahumada,que dificilmente pueda obtener el alta.
Lanata con su tachin tachin no hace sino enardecer a un publico convencido que solo necesita mas aire para alimentar su fuego antikirchnerista
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