LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

viernes, 27 de abril de 2018

DICE MAJUL QUE A MACRI LO DEJARON SOLO



(*)
Debería haber algo en el medio entre los golpes de tarifa con que cada tanto el Gobierno sacude a la clase media metropolitana y la receta delirante de Cristina Kirchner de retrotraer su costo a diciembre del año pasado y congelarlas hasta Dios sabe cuándo. (Estaba la ancha avenida del medio de Massa, pero viste como le fue, se fue angostando) Otra vez, la mejor noticia para Mauricio Macri es que un gran número de dirigentes de la oposición no parecen tener autoridad política, ni tampoco moral, para cuestionar sus decisiones y su rumbo. (Ah, eras vos el libretista de Negri. Fijáte que se viralizó un video del Chivo Rossi que algo dijo al respecto, y no precisamente buenas noticias para Macri) Y la peor noticia para Presidente, sin lugar a dudas, es que la brecha que separa a la vida real con su deseo de que los argentinos gasten menos energía sigue siendo enorme. (Ah, ¿no es la disparada del dólar y la quema de reservas?) Ahora parece que los porteños prefieren gastar menos dinero en alimentos, (Es una nuevas dieta: la Aranguren) antes que resignar el uso el acondicionador de aire a full en verano y la caldera o la estufa a todo lo que da en invierno. (Viste como es la gente: no se banca el calor en el verano y el frío en el invierno, son jodidos)

Pero Guillermo Olivetto, uno de los más prestigiosos especialistas en consumo, lo pone en cuestión. Olivetto explica que la sostenida baja del gasto en los hipermercados no significa que la gente compre menos. Argumenta que lo que no están mostrando los números es la tendencia a comprar on line, (Claro, compran un kilo de pulpa picada por Mercado Libre y una  docena de huevos por Amazon. Apareció el pelotudo que le da letra a Tetaz y a Marcos Peña) o en supermercados chicos o hipermayoristas. (Dále, total todo es lo mismo) Lo que parece evidente es que el mundo digital se está llevando por delante, cada vez más y con mayor velocidad, al planeta de nuestros padres y nuestros abuelos. (Ponéle. ¿Y todo esto que tendría que ver con las tarifas y los deseos de Macri de que gastemos menos luz y gas? Ah, quiere que además apaguemos la computadora, ahora entendimos) Y que el ejemplo personal de Macri recordando cómo su nona, en su casa de Tandil, lo tapaba con una frazada durante las noches de invierno porque era demasiado oneroso dejar la calefacción prendida, atrasa unos cuántos años. (Además andá a chequearlo a la concha de la lora. Igual, ya lo reemplazaste hace poco por lo del pullover en la casa de Piñera, que no le quería prender la calefacción)

El jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, pareció entender mejor el problema al afirmar que el uso intensivo de lámparas led en lugar de las "comunes" podría llegar a generar un ahorro de energía de hasta el 40 por ciento. (Un visionario. A la misma conclusión había llegado De Vido hace como 10 años, pero se le cagaron de risa entonces, y ahora lo metieron preso) Sea como fuera, cualquier cosa parece mejor que seguir con la doble mentira de que la energía era casi gratuita y que como Dios es argentino no la terminaba pagando nadie. (“Cualquier cosa parece mejor” abarca desde cocinar con leña a comer todo crudo o bañarse a baldazos en el patio, como bancar el tarifazo. Sobre todo suena a bancar el tarifazo) Porque los subsidios de Néstor y Cristina Kirchner, además de ser explicados por la corrupción, (Pero ahora siguen, Luis, y con las mismas empresas, entre ellas las de Mindlin y Caputo) no castigaban a las empresas, a las que el Estado les seguía pagando puntualmente, sino a los consumidores, (A verrr como sería eso) porque terminaron generando una inflación reprimida que, como se ve, no está resultando tan fácil de bajar. (A ver si entendimos bien: Macri dijo en campaña que la inflación era la muestra de la incapacidad de gobernar, pero con el kirchnerismo estaba reprimida y ahora se disparó, y él y vos están seguros de que lo reeligen porque la gente no quiere volver a reprimir la inflación. ¿Es así o nos perdimos algo?) Ver y escuchar ayer en el recinto al mismísimo ex ministro de Economía que dejó de medir la pobreza Axel Kicllof lamentándose por la eventual desaparición de los clubes de barrio, parecía un chiste. (Son como los de Sirvén los chiste, solo se ríe el que los hace. Igual, ¿qué tendría que ver una cosa con la otra? Ahora dibujan los índices de pobreza porque fabrican pobres, y al mismo tiempo están haciendo mierda los clubes de barrio)

Pero el Gobierno debería prestarle más atención, por ejemplo, al análisis de Marco Lavagna (Claro, porque es casi igual al que hacen ellos: el problema de los tarifazos son los impuestos, no las ganancias extraordinarias de las empresas) cuando sostiene que, a pesar de los fuertes aumentos de tarifas y su considerable impacto en el gasto, el déficit sigue siendo el mismo, porque lo que se ahorra en subsidios se "derrocha" en endeudamiento. (Pero Kicillof dijo exactamente lo mismo, en ese discurso que te dio risa Luis. ¿Vos te reís de todo lo que no entendés?) Un endeudamiento que está creciendo de manera exponencial. Lavagna hijo sostiene las banderas de su padre, el exministro de Economía Roberto Lavagna, quien se fue del gobierno de Kirchner con la idea de que los subsidios debían ir disminuyendo progresivamente. O, para decirlo mejor, que las tarifas debían ir acompañando el crecimiento de la inflación. (Y lo dijo en 2005, y con buen criterio Néstor le pegó una patada en el culo, siguió con los subsidios y en el 2007 Cristina ganó sacando casi el triple de votos de Lavagna, que también fue candidato) Una alta fuente que pertenece a la fuerza política que se aglutina alrededor de Sergio Massa (Así dicho parecen abrojos, o garrapatas) afirmó que los últimos aumentos de gas y los que vendrán de luz y transporte son parte de "un compromiso secreto" del gobierno de Macri con el Fondo Monetario Internacional. (Nada secreto, Luis: está puesto por escrito en todos los informes que hace el FMI, desde 1944 cuando lo crearon) Un compromiso que le garantizaría el acceso a la toma de deuda con tasas más o menos "aceptables". (¿Vos decís entonces que nos cortaron el chorro del financiamiento, porque ya no nos creen? ¿Está enterado Caputo, el Messi de las finanzas, de esto, Luis?) Al Presidente no le importa mucho lo que piense la gente de Massa en particular ni la oposición en general. (Ni la gente en general, digamos todo) Aceptó prorratear y aplanar la tarifa de gas a pedido de sus socios de Cambiemos con la condición de que no le tocaran el precio. (Así dicho queda claro que la guita que ponemos en las facturas va para él, porque si hay algo que caracteriza a los Macri es que no les gusta que les toquen la de ellos) Macri atiende los teléfonos de economistas y periodistas (Lo al pedo que debe estar si trabaja de telefonista) y los manda a consultar datos específicos con Gustavo Lopetegui. El vicejefe de gabinete, a su vez, reenvía una planilla que contiene un resumen de las facturas de gas para invierno de este año, una comparación entre el consumo y el precio entre Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile, y la incidencia del pago de los servicios en la canasta de gastos de un hogar promedio según el Indec. (Ah, de ahí salieron todos esos datos falopa que anduvo tirando. Como venimos en ésta nota con el temita de la reserva de las fuentes, Luis)

Según el documento, las tarifas de gas de Montevideo y Santiago son en promedio un 160 por ciento más caras. (Ajá, porque la gente solo va allá a comprar y se vuelve, porque vivir es más caro que acá) De acuerdo al estudio, a pesar de que las tres ciudades tienen temperaturas promedio similares, Buenos Aires consume un 70 por ciento más de energía que las de Uruguay y Chile. Una columna aparte indica que, con las tarifas vigentes a partir de este mes el 60 por ciento de los porteños pagarán menos de mil pesos por mes, el 20 por ciento abonará entre mil y 2000 pesos; el 10 por ciento entre 2000 y 3000 pesos y el último 10 por ciento más de 3000 pesos. Y otro cuadro detalla que el gasto en servicios públicos, que incluye las tarifas de gas, luz, colectivos, agua, ferrocarriles y subte, suman el 7.9 por ciento del gasto total del hogar. (Ahí se nota lo falopa, cuando hay varios estudios que dicen que es entre un 17 y un 21 %) De ese casi 8 por ciento, la que más gasto insume es la boleta de gas, con el 3,2 por ciento, seguida por la de luz, con el 2,2 por ciento, (¿La luz menos que el gas, están en la era victoriana que la iluminación era a gas, quién firma eso?) el colectivo, con 1,6 por ciento, y más atrás el agua, con el 0,7 por ciento y el ferrocarril y el subte, ambos, con el 0,1 por ciento. Casi un 30 por ciento del gasto familiar corresponde a alimentos, bebidas y tabaco, un 12 y medio a transporte y comunicación (no se incluye el transporte público), un 11,5 por ciento va a parar a vivienda, equipamiento, mantenimiento del hogar y otros combustibles, (¿Otros, entra ahí el combustiblev espiritual del que habla Ari Paluch?) un 9,5 por ciento a recreación y cultura, un 9,1 en restaurantes y hoteles, un 8,8 en prendas de vestir y calzado y un 8,2 en salud. Al estudio le faltan un par de razonamientos que no se pueden leer en las planillas de cálculo. (Y no se pueden leer porque no están) Uno es que tanto Chile como Uruguay llevan generaciones cuidando el consumo de su energía, (Sobre todo porque no la tienen: en Uruguay la única forma de producir gas es rajándose un pedo) mientras que la Argentina, durante el mismo período, el derroche y la ilusión de que nos sobraba se impuso por encima de cualquier otra variable. (“Derroche”, “ilusión”. Es hermoso cuando se habla de economía con cosas concretas que se pueden medir) El otro es que para llegar a un promedio, siempre se necesita prestar atención a los ejemplos de "las puntas". (Prestarles atención como a todas las magnitudes tenidas en cuenta, así se van construyendo los promedios, Pitágoras) Y los ejemplos más extremos indican que en la zona metropolitana hay muchísima gente para la que el pago de los servicios supera más del 20 por ciento del total de los ingresos familiares. (O sea que todo el estudio anterior era pura sarasa) Sigue siendo menos costoso, en términos reales, que los servicios públicos que se pagan, por ejemplo, en las provincias de Córdoba, Santa Fe o San Juan. (Pero tranquilo Luis, porque en el interior no nos iban a aumentar. Ah, no, pará...) Pero los estrategas del Gobierno olvidaron cuánto ruido pueden hacer, aunque no representen ni por mucho a la mayoría de todo el país. (O sea que más que estrategas son bastante pelotudos. Igual, el único servicio público que hace ruido es el colectivo. En el caso del gas, si hay ruido rajá porque seguro hay una fuga)

El otro gran problema que tiene Macri es que siempre lo dejan solo para dar malas noticias. (Más que nada, el problema es que no tiene buenas noticias par dar) El ministro de Energía Juan José Aranguren no puede salir, (Es una pena, que no pueda salir. Del gabinete, más que nada, y sobre todo a la calle no puede salir) porque la última vez que lo hizo cambió el eje de su argumentación central al responder que él volvería a traer sus ahorros a la Argentina cuando el país le genere más confianza. (Como el presidente y todo el resto del gabinete, no se entiende tanto escándalo) El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne no volvió a decir esta boca es mía después de que se filtrara la información de que había blanqueado más de 20 millones de pesos en el marco del sinceramiento fiscal. (Un efecto benéfico inesperado de la filtración, porque cada vez que hablaba decía pelotudeces) Todavía no era funcionario y el blanqueo, se supone, debería estar protegido por el secreto fiscal. (Y las conversaciones telefónicas también, por la inviolabilidad, pero vos las andás revoleando todo el tiempo) Pero desde que Noticias reveló el dato no volvió a conceder entrevistas. Ni siquiera Lopetegui tiene ganas de poner la cara por algo en lo que cree. (Obvio, porque una cosa es ser creyente y otra ser suicida) Es una condición que le puso al Presidente a pedido de su familia, antes de aceptar el cargo. Lopetegui rechaza el alto perfil. (Y los bajos salarios y retornos, también) No quiere que la gente lo reconozca por la calle. (Obvio, hasta ahora la vino zafando bien sin que le reconozcan la trucha, mirá si se va a arriesgar a que lo curtan a piñas en cualquier lado)

Las negritas son nuestras, el original acá.

4 comentarios:

ram dijo...

Bueno, que el virrey "está solo" suena duro pero, por suerte, no es tan así, siempre está a mano el bueno de luisito para acompañar, mimar y babosear.... todo por una módica suma, claro. La gete de por acá es mala, comenta y es envidiosa del éxito del virreinato y ahí está luisito resistiendo.

gorila gorila dijo...



Vean compañeros, el grado de estupidez de Majul había sido superado hace rato. Lo que pasa que por ejemplo éste es pelado y no tiene cara de payaso entonces lo presentan como analista informado.
Es hora de que destripen a estos farsantes y dejen en paz al pobre infeliz de luis
(con minúculas).

El riesgo de que el éxito se transforme en una trampa
Sergio Berensztein
PARA LA NACION (hoy)
https://www.lanacion.com.ar/2129462-el-riesgo-de-que-el-exito-se-transforme-en-una-trampa

Anónimo dijo...

Che Guillermo ¿y si te ponés un blog vos, y ahí posteás de lo que querés?

Anónimo dijo...

Ano 20:23. De blogs está repleto el universo. No ayuda tener mil blogs si a lo sumo una persona mas o menos informada solo puede dedicarle tiempo a leer 10 entradas por día como mucho. Ayudaría simplificar cantidad por calidad. Que comentaristas como Guillermo pongan todos los datos que quieran y puedan en blogs imprescindibles como Nestornautas asi cada entrada adquiere todo el "valor agregado" posible.
La contra se arremolina en 3 tanques: Infobae, LaNaciónOnline y Clarin/TNonline. 3 universos propios tienen. Nosotros no tenemos ni uno de esa calidad. Y encima tenemos que andar recolectando datos con lupa entre millones de blogs perdidos por ahí.