LA FRASE

"HABÍA DOS BOTONES, UNO VERDE Y OTRO ROJO, Y YO PENSÉ "EL ROJO DEBE SER PARA VOTAR A FAVOR DE CUBA"." (DIANA MONDINO)

lunes, 18 de marzo de 2024

FOCOS

 

La licuación de los plazos fijos de los ahorristas que se producirá como consecuencia de las últimas medidas del Banco Central sobre las tasas de interés suma a estos a la legión de damnificados concretos por las políticas del gobierno de Milei, que por lo visto a la hora de cagar gente no discrimina entre quienes lo votaron, y quienes no lo hicimos. De hecho por momentos pareciera poner mayor saña en quienes lo votaron, como si supiera que le van a bancar cualquier cosa, siempre.

Asistimos al relato cotidiano de la tragedia, y a la difusión de los números que la marcan: caída del empleo, de la producción, del consumo y las ventas, de los salarios y jubilaciones. Conocemos (personalmente o por los medios y redes) los testimonios de las víctimas.

Sin embargo, poco se habla de los que aun en éste contexto (o precisamente por él) la están pasando bien, incluso muy bien. Como se suele decir, hablamos mucho de los pobres y la pobreza, pero poco de los ricos, su riqueza y como la hicieron.

Cierto es que -por lo general- son los que la pasan bien en todos los gobiernos, sin importar su orientación política ni los resultados concretos de su gestión. Pero cuando sucede -como en éste caso- que para que ellos la pasen bien, es necesario que muchos otros (la inmensa mayoría) la pasen mal, es mucho más ofensivo y repugnante.

Se ha dicho muchas veces (quizás no lo suficiente) que Argentina no es un país pobre sino injusto, y que plata sobra, pero está mal repartida. Que esas cuestiones no se enfaticen lo suficiente, es parte esencial de la subsistencia de los privilegios, parte de cuyo secreto es permanecer ocultos. 

Como por ejemplo que nos hablen todo el tiempo de la casta, y no se los incluya; y a partir de ese discurso deliberadamente gaseoso (como cuando los genocidas decían "combatir la subversión") se le pretende dar una aire épico de cruzada moral al desplume de nuestros bolsillos, y a la motosierra que troncha nuestros derechos.

Porque lo que sucede con el gobierno de Milei (como sucedió en los de Menem y Macri) es que, aun descartando corruptelas y vueltos (que seguramente los hay), rastreando en el DNU, la ley ómnibus fallida, las designaciones del gobierno y las medidas que conocemos a diario, se puede advertir que hay beneficiarios concretos, y eso no es fruto de la causalidad: ver por ejemplo acá y acá.

Nos hablan mucho de meritocracia, mercados abiertos, capitalismo y libre competencia, pero lo reales que vivimos encerrados en un gallinero, cuyos custodios son los zorros. Y nos hablan de "devolverle libertades a la gente", sin explicarnos como es que la política de "cielos abiertos", los cambios en el Código Aduanero, las modificaciones a la ley de tarjetas de crédito, la derogación de la ley de alquileres, los aumentos de tarifas o la derogación de todas las normas de protección de los consumidores nos benefician, en lugar de perjudicarnos como cualquiera puede advertirlo con solo ir al supermercado.  

Que ellos crean (o nos digan que creen) en un derrame que nunca se produce es una cosa, pero que den por sentado que nosotros también creemos en esa paparruchada es otra. Lo real y lo concreto es que lo único que derraman las políticas que ejecutan es pobreza y desigualdad, y riqueza para pocos. 

Quizás debamos empezar a poner más el foco en éste último aspecto poniéndoles a esos pocos nombres, apellidos y rostros para que todos los conozcan, y para entender mejor lo que pasa, y ver como salimos de ésta. Porque si bien es lógico que todo el que vota lo hace pensando en estar mejor -aunque en la elección de Milei, muchos votaron deseando que a otros les vaya mal, creyendo que de ese modo se salvaban ellos-, lo real es que terminan votando para que a los que siempre les va bien, les vaya cada vez mejor. 

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1 comentario:

Anónimo dijo...

https://lasbalasdelcampanario.blogspot.com/2024/03/revista-nos-disparan-desde-el_80.html

desde 1983, ningune cambió la ley de entidades financieras de ls genocids
así que ...