No alcanza con volar de la tapa (ni siquiera mencionarlo) y mandar al fondo del diario, casi al lado de los clasificados, un tema tan urticante como que el Jefe de Policía de una de las provincias más importantes del país esté preso; sospechado de tener vínculos con narcotraficantes.
Y que sea defendido nada menos que por el ex defensor de Brusa, Storni y Fendrich; y hasta hace unos meses socio del hijo del presidente del Comité Nacional de la UCR.
No alcanza con eso, y Clarín tiene que hacer más: cuando no le queda más remedio que referirse al escándalo de lo que ellos mismos denominan "narcopolicía", el asunto es poner el foco en la reacción de los diputados del Frente Para La Victoria al irse de la reunión a la que los convocó ayer Bonfatti, porque el gobierno provincial no admitió la presencia de la prensa.
Desde las páginas del diario que sostiene en la tele a Lanata con sus cartelitos de "queremos preguntar", en éste caso se invierte por completo el foco, y ya no interesa si el periodismo puede o no tener acceso a una reunión donde se trataba un tema tan candente; por el cual (dicho sea de paso) hasta ahora ni Bonfatti, ni ningún funcionario de su gobierno organizó ninguna conferencia de prensa.
Y nadie se la reclamó, al menos que se sepa. lo que sí hicieron fue amenazar veladamente a periodistas (como hizo el nuevo Jefe de Policía Sola con José Maggi, de Rosario 12), y presionar a otros periodistas de los medios rosarinos para que no hablaran más del caso Tognoli, como está haciendo el Ministro de Gobierno y Reforma del Estado Galassi, amenazando con retirar la pauta oficial.
Pero ahí no hubo comunicado de ADEPA, ni de la SIP, ni preocupación de FOPEA, ni nada.
Lo que hubo es una nota de Clarín de hoy en la que se trata todo el tiempo de convalidar la estrategia de victimización del socialismo (que sigue en su especialidad: desplazar en otros las culpas de sus propios mocos), y describir la decisión de los diputados nacionales del FPV como parte de una estrategia de socavación del gobierno de Bonfatti ("desestabilización" dijo ayer Zabalza).
Ni falta hace recordar todas las veces en que el propio Clarín puso a total disposición del Grupo A sus medios para protagonizar escandaletes variados y papelones surtidos; desde conferencias de prensa en el Congreso, hasta presentaciones en tribunales con denuncias estrambóticas, incluyendo a los radicales yendo al Banco Central a sostener a Redrado durante el culebrón de las reservas, o los más recientes bochornos en defensa de Despouy o en el Consejo de la Magistratura para defender al impresentable Recondo.
Allí no hubo nunca para Clarín "presiones" ni "intentos de socavar" al gobierno, por el contrario: eran movidas justificadas, en defensa de las instituciones, las libertades o la Constitución.
Pero esto que es tan obvio (en cuanto a la diferente vara con que se mide en uno u otro caso) tiene una explicación más sencilla, y bastante más prosaica.
Es parte de la impunidad mediática que el socialismo (al igual que Macri y el PRO en la CABA) compró anudando fuertes vínculos de negocios con Clarín; como los millonarios stands de la provincia en Expoagro, o la contratación directa a Artes Gráficas del Litoral (sociedad del Grupo con los propietarios del diario El Litoral) para imprimir las boletas de las últimas elecciones a gobernador de la provincia.
Sobre la contratación de los stands de la provincia en Expoagro durante los gobiernos de Binner y Bonfatti pueden encontrar información acá y acá; y sobre la impresión de las boletas electorales acá y acá; y en esos posteos pueden acceder también a los respectivos decretos, que no están disponibles públicamente dicho sea de paso.
Los stands de Santa Fe en Expoagro y el contrato para la impresión de las boletas cumplen así el mismo papel que las netbooks que Macri le compró al Grupo Clarín pagando sobreprecios: comprar protección mediática.
Por eso la nota de Clarín a la que corresponde la imagen que encabeza el post es simplemente una contraprestación.
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