Por Víctor Bonaveri
Es imposible la objetividad con relación a
Néstor Kirchner. No existe un lugar desapasionado en que pueda analizarse su
acción. En lo único en que se puede ser
objetivo es en admitir de antemano y alertar desde que punto se va a hablar de
él.
Y yo lo hago desde el compromiso, del sentirme
parte, de la identificación con el proyecto que impulsó y por el que dio su
vida, que está en marcha y tiene que seguir creciendo.
Digo que Néstor es Cristina, porque a solo un
rato de su partida, los que acertaban desde sus posiciones privilegiadas a
ubicarlo entre los malditos, hoy lo suben a altares y falsamente le brindan reconocimiento con el único fin de
socavar a su compañera de vida, hoy Presidenta, pretendiendo con ese elogio
vaciarlo de sentido, anonadarlo.
Pero Kirchner fue y sigue siendo lo contrario;
y Cristina guarda con él esa identidad.
Identidad signada por las notas más valiosas
del peronismo que nosotros reivindicamos, que consideramos auténtico: una opción decidida por los de más abajo
(los pobres, los familiares y víctimas del terrorismo de Estado, las minorías,
en suma los desclasados del modelo que él se decidió a subvertir).
Para ello, restituir derechos y concretar
justicia, hizo que la política recuperara el centro de la decisión del rumbo a
seguir. Y así se decidió por redistribuir el aporte, redefinir los beneficiados
del esfuerzo colectivo, recuperar los resortes estratégicos necesarios para ser
Nación.
Y si alguna vez, fuimos de mano del antipueblo, un país que se llamaba
Argentina, hoy, por él y su empeño, somos una Nación Argentina decidida a
integrarse a Latinoamérica, y desde esa pertenencia integrarnos al mundo.
Y si digo que Kirchner somos todos, es porque
acompañar y comprometerse con esta transformación, que hoy encarna Cristina
desde su lugar de Presidenta, es una opción a la que todos los que queremos
justicia y soberanía estamos convocados.
Si la patria es -como dice Megafón- como una
serpiente, el proyecto político que encarnó Néstor Kirchner, que hoy sigue
vivo, es la nueva peladura que aparece después del invierno de los noventa.
La de Néstor Kirchner es nuestra revolución.
Desde el 2003 a hoy se han concretado más de una revolución, considerando las
transformaciones que se han dado en la realidad nacional.
Pero todavía faltan otras, y las que faltan
son las debilidades que nos quedan. Allí es donde Kirchner debemos ser todos.
En esta etapa crucial de la Argentina, donde la vieja peladura de la serpiente
da sus ataques y destila su veneno, el compromiso con el legado que él dejó es
hacer un Néstor Kichner colectivo, para que esos ataques sean definitivamente
los últimos.
5 comentarios:
Es así, como ud. lo plantea Don Víctor. Sin embargo, hay algunos que lo ven sin ningún tipo de pasión, como aquellos dirigentes peronistas de Santa Fe que ni siquiera son capaces de rendir un homenaje y sólo aparecer cada dos años a la hora de tener una elección a la vista (Elabas Ave)
CERRASTE LOS OJOS, PERO ANTES ABRISTE MILLONES.
Excelente compsñero, comparto todas y cada una de tus palabras. Me da mucha tristeza que en el peronismo santafesino como dice Elabas muchos no lo reconozcan, pero no importa Néstor marcó un rumbo, el rumbo y los deja en evidencia.
Cris
En el rejuntadero que es el PJ formal, hay personajes que ocupan cargos dirigenciales que les quedan grandes. Cada uno de ellos están para posicionar sus sucesores en la próxima elección. La mayoría de los afiliados nos sentimos representados por Néstor y Cristina, porque nunca ocultaron lo que querían representar. Sin embargo la aludida dirigencia se conforma con parecerse al PDP. Muchachos/as, o se actualizan o desaparecen.
Segurísimo que NESTOR, como viajero incansable, se pegó una vuelta por San Pablo -Brasil- para observar como se consolida el modelo que protagonizara junto a Lula Da Silva, Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa.
El mejor homenaje de los hermanos de UNASUR para Néstor y para Cristina, que pese a su dolor se ha fortalecido y continúa.
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