NO INTERRUMPIR

 

Denunciando sin pruebas que desde el gobierno le habían pedido coimas a Pfizer para comprarle las vacunas, Patricia Bullrich cruzó una línea invisible, que movió intereses muy visibles, en su contra: el propio laboratorio la desmintió, y escribas a sueldo de la embajada como Morales Solá o Alconada Mon le soltaron la mano, aunque el primero parezca que en un punto la defiende.

Es que la rusticidad del personaje es notoria, y su inmensa torpeza para comprender todo lo que está en juego la colocó en una posición tan incómoda, que en la oposición (entendida en sentido amplio: medios, poder económico y oposición con roles institucionales) todos la miran como la tía borracha, preguntándose unos a otro quien la invitó a la fiesta. Solo Macri (otro rústico primitivo como ella, que nunca termina de entender del todo nada que exceda a una pelota de fútbol) y algunos marginales como Waldo Wolf, el resto guardó silencio, y empezó a tomar discretamente distancia de sus dichos.

Si no hizo eco de la denuncia Carrió (que ha hecho de las denuncias incomprobables una carrera política, y acaba de desmentirse a sí misma por haber denunciado que el gobierno envenenaba gente con la Sputnik), y si la reprende JMS del modo que la reprende en su programa, o mejor dicho en el programa de Carrió en el que él era periodista invitado es que -como diría el Capitán Reposera- pasaron cosas.

Como que la desmentida de Pfizer está vinculada a preservar la imagen de la empresa en el mundo (bastante vapuleada por sus incumplimientos en los contratos de provisión de vacunas que ha firmado en Europa y no cumplió), y a evitar incursionar en alguna figura contemplada por las leyes estadounidenses como "prácticas corruptas de empresas en el extranjero": cuestión de relaciones públicas, que le dicen. 

Por otro lado y desde Terence Todman para acá, cuando la embajada toma conocimiento de que a las empresas yanquis les piden coimas para habilitar un negocio, son ellos los primeros en denunciarlo, porque tienen suficiente poder de fuego como para lograr que esos negocios se concreten igual, pero gratis.

El papelón de Bullrich (entronizada por Macri al frente del PRO) arrastra al ex presidente, y se da en un contexto en el que Larreta ya no habla de volver a las clases presenciales porque le estallaron los casos, y es muy probable que no toque el tema por un largo tiempo. El mismo contexto en el que Vidal -otra vez globo de ensayo de los sectores del poder local- lanza su candidatura, y Carrió se apura a decir que no volvería a apoyar una candidatura presidencial de Macri; o Durán Barba afirma enfáticamente que un gobierno de Mauricio en medio de una pandemia, hubiera lisa y llanamente caído.

Un poco concientes del papelón de Bullrich y otro bastante por sobreactuar su alineamiento con la madre patria, los dirigentes del PRO y la UCR encontraron lo que creyeron un modo de compensar la pasada de rosca de Pato con Pfizer, criticando la postura del gobierno al retirarse de la demanda del Grupo de Lima contra Venezuela en la Corte de La Haya; con un entusiasmo que ni desde la embajada le pusieron al tema.

La crisis de liderazgo opositor se acentúa en la misma medida que su desorientación discursiva, en lugar de encontrar un punto de síntesis; y los dirigentes de JxC se miran en el espejo de los negacionistas del virus, la pandemia y las vacunas, y encuentran su discurso horrorosamente parecido, o al menos con diferencias muy sutiles para ojos no expertos. Difícil que por eso camino logren acumular apoyos más allá del núcleo duro, y parecen nenes caprichosos que piden vacunas, mientras siguen llegando y se las colocan hasta a sus votantes.

Mientras las vacunas siguen llegando a buen ritmo, la oposición se descompone con la misma velocidad, y bien haría el gobierno en correrse, para evitar que lo roce su putrefacción: en lugar de subirlos al ring (algo que Bullrich estaba reclamando) hay que ignorarlos, y concentrarse en lo importante; como vacunar y recuperar la economía de una buena vez, atacando la inflación y recomponiendo los ingresos de los sectores populares, y defendiendo el empleo: de nada sirve prorrogar la prohibición de los despidos o la doble indemnización, si las empresas siguen ignorando las normas, sin consecuencias.

Y de nada sirvió hasta acá haber cerrado las exportaciones de carne si los precios siguen subiendo, y si no se articulan otras medidas para atacar el problema inflacionario, en especial en los alimentos básicos. Después de su gira por el exterior por la deuda, sería bueno tener noticias del paradero del ministro Guzmán, por ejemplo. Como también serían buenas algunas explicaciones sobre otras políticas del gobierno, como el manejo de la hidrovía o la evolución del gasto público y los programas de asistencia en la emergencia.

Pero volviendo a la oposición: es evidente que han perdido la brújula, y es mejor que sea así. Y como diría Napoleón Bonaparte. "Nunca interrumpas a tu adversario cuando está cometiendo un error". A menos que haya otros intereses en sostener ese circo al que nos quieren llevar. Tuits relacionados:

Gestión Moroni, @gsamsa11 https://t.co/tJkIkYUB37

— La Corriente K (@lacorrientek) May 27, 2021

La embajada pone a la oposición a reclamar sostener una demanda ante la Corte Penal Internacional de La Haya, cuya jurisdicción Estados Unidos desconoce, para no ser acusado por las violaciones a los derechos humanos cometen sus fuerzas armadas en todo el mundo. Son impiadosos.

— La Corriente K (@lacorrientek) May 27, 2021

Imagináte las reuniones de consorcio y los cruces de llamadas entre la AEA y la embajada, preguntándose quien de ellos fue el que invitó a Pato Bullrich a la reunión.

— La Corriente K (@lacorrientek) May 26, 2021

Ojo, cuando en la embajada se den cuenta del nivel de pelotudos que apoyan acá (a.k.a. "oposición") les sueltan la mano y nos empiezan a trabajar de adentro a nosotros con Massita y Béliz. Ah, no, pará, cierto que ya empezaron.

— La Corriente K (@lacorrientek) May 26, 2021