ES OFICIAL: EL SOCIALISMO LE SOLTÓ LA MANO A TOGNOLI

Hace poco nos preguntábamos acá quien pagaba la defensa de Tognoli en su peregrinar por la justicia, porque el patrocinio de Jauchen no sale barato; y porque el ex jefe de policía y sus familiares aducen no tener recursos. 

Decíamos entonces que nos llamaba la atención que (estando Tognoli otra vez detenido) su hijo intentara comunicarse con el Ministro de Gobierno y Reforma del Estado de la provincia, Rubén Galassi: ¿qué buscaba al tomar contacto con un funcionario, para que interceda por un preso por orden de la justicia federal?

Y Galassi intentaba despegar al socialismo del ex jefe (nombrado por Binner en Drogas Peligrosas, y por Bonfatti al frente de la policía) aduciendo que las causas que enfrenta en la justicia son "un cargo que se le hace a él en forma personal"; como si no tuvieran nada que ver con su desempeño como funcionario público.

O sea: le estaban soltando la mano al hombre, porque se dan cuenta que está al horno y con papas.

Sin embargo hasta no hace mucho, todos los principales referentes del socialismo (con Binner y Bonfatti a la cabeza) sostenían la teoría del "complot kirchnerista contra el modelo Santa Fe que molesta", como hipótesis para explicar el caso Tognoli. 

Hipótesis que hasta sostuvo en público el narco Ascaíni, devenido así en ¿inesperado? militante y comunicador del socialismo.

Al mismo tiempo, desde el aparato de prensa para oficial montado por la generosa chequera de Galassi, se abonaba la hipótesis, y se pretendían descalificar todos las medidas que, desde la justicia federal, se iban tomando contra Tognoli en las causas que lo involucran.

Acá una imagen para refrescar la memoria:

Y sin embargo hoy leemos acá que la cosa cambió sustancialmente; y que la situación de Tognoli y otros jefes policiales (entre ellos Christian Sola, ex sub jefe deTognoli en Drogas y en la Policía, luego jefe provincial él mismo, designado por Bonfatti), es muy comprometida.

Pero lo curioso del caso es que los elementos que así lo indican son los mismos que antes se descartaban, o que incluso otros medios y periodistas ya habían señalado antes como indicativos de la responsabilidad de los policías designados por los gobiernos socialistas al frente de la fuerza: sin ir más lejos ver acá en la revista Posta.

¿Qué cambió entonces?

Que desde el socialismo le soltaron la mano a Tognoli (que anda buscando otro abogado defensor, y cuidado: podría encontrar alguno que le aconseje que le conviene hablar, en lugar de permanecer callado cargando con las culpas sólo), y están tratando de soltar lastre, para evitar que el narcoescándalo siga para arriba, hacia la estructura del poder político.

Y pusieron al periodismo amigazo manos a la obra, preparando el terreno para después poder salir como si nada (como si no lo conocieran a Tognoli, no lo hubieran designado y no lo hubieran defendido a capa y espada), a plantear que fueron sorprendidos en su buena fe por un grupo de policías corruptos.