MAJUL PREPARA EL FACTURERO

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Hay una euforia contenida en el equipo de campaña de Unidad Ciudadana. Sobre el cierre mismo de la veda electoral, los que trabajan para Cristina están seguros de que la ex presidenta ganará por más de tres puntos las PASO de este domingo. Incluso sueñan con dar un batacazo. (Batacazo sería que gane Bullrich) O un urnazo. (Lo que a nosotros nos hace soñar, a ustedes no los deja dormir)

Tan seguros están de que van a salir primeros que el bloque de diputados del Frente para la Victoria ya pidió al presidente de la Cámara, Emilio Monzó, que habilite el recinto para una sesión especial el próximo miércoles 16 de agosto. (Lo pidieron hace como 10 días, Luis. igual, que el Congreso trabaje no estaría mal ¿o es mejor mantenerlo cerrado?) Quieren discutir, montados sobre su eventual triunfo, la derogación del decreto que ordenó poner en marcha el soterramiento del Sarmiento, con una inversión del Estado de 45.000 millones de pesos. (Que cosa che, se montan sobre un triunfo electoral para cumplir la Constitución, que dice que los DNU deben ser tratados por el Congreso) La intención es clara como el agua: volver a atacar al presidente Mauricio Macri donde más le duele. (Exacto: en los negocios) Ponerlo en el mismo plano de sospechoso de corrupción, para dar la sensación de que todos los políticos son iguales. (Es verdad, una completa injusticia: los kirchneristas no están de los dos lados del mostrador de los negocios) Cristina y sus incondicionales casi lo habían logrado cuando se empezó a discutir el conflicto de intereses por el asunto del Correo. Nunca la imagen del jefe de Estado cayó tanto y tan rápido como durante aquellos días: casi diez puntos menos en dos semanas.(Claro, Cristina y sus incondicionales fueron los que se autoperdonaron una deuda de 70.000 palos. Y desde entonces vino remontando de un modo impresionante. Ah, no, pará...)

Si al final Unidad Ciudadana supera a Cambiemos en la provincia, el impacto político podría ser muy alto. (Sí: nivel tsunami) Todo dependerá de la diferencia y de la lectura inmediata que haga "el sistema" o "el círculo rojo" de los números finales. (Para lo segundo no hace falta esperar al domingo: algo se estuvo viendo estos días con el dólar) Lo primero que vendrá, aunque la ex presidenta gane por una diferencia mínima, es una ola de revanchismo y "vendetta". Una reacción típica de la cultura kirchnerista. (Exacto, como lo de Milagro Sala, o los rajes de empleados del Estado por espiarles las redes sociales, o hacer mierda los muñecos de Zammba, ponéle. Todo lo contrario de la concordia que vivimos desde diciembre del 2015) Hijos del "vamos por todo", del "A volver/a volver/vamos a volver" y también del "Macri/ basura/ vos sos la dictadura", los sectarios de La Jefa saldrán a anticipar, seguramente, su candidatura a presidenta para las elecciones de 2019. (Bueno no, porque justamente esto es lo que los imbéciles como vos estás esperando que hagan. Suena mas bien a proyección de tus propios miedos) Además, su núcleo duro empezará a trabajar, de sobrepique, con la misma impronta con la que intentó deslegitimar la asunción de Macri. (¿Que sería cuál? Todo dependerá de la diferencia que obtengan.

Según los estrategas de Cambiemos, (¿Los mismos que lo pusieron de candidato a Bullrich, o son otros?) si la victoria no pasa del 3%, las elecciones de octubre podrían funcionar como una segunda vuelta y el efecto "julepe" dejaría a Esteban Bullrich primero, por encima de Cristina. (Obvio, porque si hay alguien que puede aprovechar el miedo a su favor, es Esteban Bullrich) Pero si la eventual distancia de Cristina Fernández sobre el ex ministro de Educación resultara irremontable, el impacto político sería doble y, por supuesto, más perdurable. (Nivel helicóptero, digamos) Es decir: la política argentina seguiría discutiendo durante los próximos dos años si prevalecerá la dirección populista y extraviada de Cristina o la de un país más normal y previsible, con un crecimiento módico pero sustentable, como el que plantea el actual gobierno.(Uy, que merqueado quedó este último párrafo Luis. Igual, el último que prometió "un país normal y previsible, con un crecimiento módico pero sustentable" fue De La Rúa, no es muy atinada la consigna)

Como en las filas del oficialismo todavía reina la incertidumbre y el clima predominante es el del miedo a perder, ya hay quienes empiezan a pasar facturas por anticipado. (Y también están los que arman currículums para buscar trabajo, apuran los negocios aun pendientes antes de rajarse o telefonean jueces para ver como andan sus causas, digamos todo) Las facturas incluyen decisiones de gobierno, táctica y estrategia electoral, y los nombres y apellidos de los responsables de los hipotéticos errores. (Va a ser un espectáculo hermoso para ver, cuando se revoleen mierda entre ellos) Una equivocación evidente fue minimizar, a través de declaraciones públicas confusas, la verdadera importancia de estas PASO. (Confusas un choto, Luis: Macri y Michetti dijeron que si fuera por ellos las suspenderían, porque costaban muy caras y eran al pedo) Porque quizá no sean muy buenas para mejorar los problemas estructurales que tiene la Argentina, pero haberlas "tirado abajo" fue como invitar a los argentinos a que no vayan a votar. (El famoso efecto "Cucurucho en la frente") El error fue no diferenciar el mecanismo y la frecuencia de las primarias abiertas de la verdadera relevancia del resultado de pasado mañana. Porque entonces quedará más o menos claro qué porcentaje de los argentinos opta por el pasado delirante que propone Cristina y el futuro todavía incierto que plantea Macri.(El tema es que lo "delirante" es opinable, mientras que lo "incierto" se está convirtiendo en "desastroso seguro")

Por supuesto que en el medio hay matices. Desde el proyecto que presenta 1 País, de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, (Uff, entre Macri y Cristina, re en el medio está Stolbizer. En el medio de una nueva denuncia por Hotesur) con la política económica que impulsa Roberto Lavagna, (Uno de los más perdurables mitos políticos argentinos) hasta el modelo de peronismo más racional y republicano, en el que se podría encuadrar desde Florencio Randazzo hasta Miguel Pichetto, (Un republicano del carajo) pasando por gobernadores como Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, Sergio Uñac o Gustavo Bordet. (Pero a esos los tienen a tiro todavía, si no hacen más que chuparle el culo a Macri) El segundo gran error que le está adjudicando, de antemano, el "ala política" de Cambiemos (Monzó) al Presidente; al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y al asesor Jaime Durán Barba es el haberse "encerrado sobre sí mismos", (Y sobre el periodismo sobre, como vos) en vez de "ampliar la base de sustentación política". Ellos siguen creyendo que Macri, en vez de replegarse más en el Pro, debería haber hecho acuerdos políticos con parte del peronismo que durante el año 2016 aparecía como confuso y disperso. (Claro, así hubieran podido hacer aprobar leyes intragables en el Congreso, como el blanqueo de capitales o el acuerdo con los buitres. Ah, no, pará...) Entre los dirigentes que se podrían haber sumado en su momento al carro "del vencedor", mencionan a Sergio Massa; (Exacto, lo podrían haber llevado al Foro de Davos y presentarlo como el futuro líder del peronismo, ponéle) al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; al de Merlo, Gustavo Menéndez; al de Moreno, Walter Festa; al de Almirante Brown, Mariano Cascallares; (Uy, cuando se enteren que están todos en la lista de Cristina, lo mal que se van a poner) a parte de lo que en un momento se denominó Grupo Esmeralda y cuyas caras más visibles son el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, y el de Bolívar, Eduardo "Bali" Bucca, (Hoy por hoy, sus únicas caras, y visibles hasta el domingo a las seis de la tarde, cuando desaparecerán) ahora trabajando junto a Randazzo para arañar algunos votos a Cristina y a 1 País. (Lo de Cristina no les estaría resultando, eh) 

Uno de los más importantes referentes del ala política de Cambiemos (Monzó) me dijo: "Ahora es tarde. El momento para pasar con la ambulancia para contener heridos era el año pasado. Pero cometimos un gran error. Nos hicimos los extravagantes, cuando la política no tiene tantos secretos. (Claro, y Durán Barba va a admitir eso. ¿de qué viviría entonces?) Menem, para ampliar su base de sustentación se comió a la UCeDé, cuando el partido del ingeniero Alsogaray estaba en su mejor momento. (Dicen que se comió a la hija también, pero deben ser habladurías) Néstor intentó la transversalidad y al mismo tiempo le chupó al radicalismo, a través de Julio Cobos, parte de su fuerza territorial y testimonial. (Y sobre todo votos alfonsinistas. Igual, a Cobos y Colombi se los devolvimos, aprovéchenlos) Y nosotros, de tan modernos que somos, en vez de agrandarnos, nos achicamos. En vez de ser más Cambiemos nos volvimos más Pro. Y de paso hicimos crecer de nuevo al monstruo del populismo, con la mejor candidata que ellos tienen para mostrar". (Y, es lo que suele pasar cuando gobernás cagando a la gente: hacés crecer el monstruo del populismo)

A esa visión, dramática y tremendista se le opone otra de signo contrario, liderada por el actual jefe de Estado. (La famosa versión "mechupaunhuevista") Para empezar, Macri parece ser el que más esperanza tiene en que, al final, la mayor parte de los indecisos en la provincia de Buenos Aires va a terminar ofrendando un ajustado triunfo a Cambiemos. (Algo así como el segundo semestre, la pobreza cero, la baja de la inflación y la lluvia de inversiones, en versión política) Para seguir, se encuentra exultante por los resultados que le vienen reportando en el resto del país. Al Presidente le dicen que Cambiemos ganará, muy bien, en la ciudad de Buenos Aires, (Sorprendente, un giro inesperado de los acontecimientos) pero también en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, (Siguen los batacazos) Entre Ríos, Corrientes, (¿Funcionó la extorsión a Romero Feris en su detención domiciliaria?) Jujuy e incluso en distritos donde antes no habían triunfado, como San Luis (Listo, quedó registrado) y Santa Cruz. También le informan que cuando se terminen de contar los votos, a nivel nacional, la Cámara de Diputados será mucho más amigable para apoyar los proyectos que vengan del Ejecutivo. (Eso depende de cuantos diputados logren meter Massa, Randazzo y los gobernadores del PJ "PRO friendly")

El otro que mira la política con una concepción bien distinta es Peña. (Sí, Marcos es un distinto. Casi un alienígena, digamos) Él también es optimista con el resultado de este domingo para la provincia. (Bien ahí, que no decaiga, para pegarse un corchazo siempre hay tiempo) Pero además piensa que es mejor perder ahora que aliarse con dirigentes que habrían diluido "la identidad profunda" de Cambiemos. (O sea, pierden, y hay que disfrazarse Pumas: "derrota digna") Repite, palabra más, palabra menos. "No somos soberbios, pero tampoco estamos dispuestos a entregar nuestros valores por obtener un voto más. (Es verdad: a los valores no los entrega, ni con el blanqueo los trajeron. Preguntále a Dujovne si no) No somos arrogantes. Nos equivocamos e intentamos corregir nuestros errores. ("Errores: hijoputeces descubiertas a tiempo por los afectados") No somos extravagantes, (Para nada: son los mismos garcas de siempre, hasta por los apellidos, como en el caso de Peña) pero está claro que nos vienen subestimando desde hace mucho. Yo recomendaría esperar, con humildad, los números de este domingo y el resultado final de octubre. Y recién después discutamos quién tomó la decisión correcta." (Dále, te tomamos la palabra. Si el domingo pierden por paliza no inventen alquimias raras después)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.